La policía de Egipto, odiada pero necesaria

10/06/2011 | Crónicas y reportajes

Se ha pedido a la policía de Egipto, que durante mucho tiempo ha sido despreciada y que desertó de las calles durante el levantamiento popular que derrocó a Hosni Mubarak, que vuelva para enfrentarse al crimen creciente en el país.

Pero la cuestión de qué hacer con la policía ha puesto a los nuevos gobernantes militares de Egipto en una posición incómoda, mientras luchan por restablecer la confianza en una fuerza acusada de torturas y represión bajo el gobierno de Mubarak.

Una serie de despidos de altos mandos y la disolución de la temida policía secreta, es decir las investigaciones de Seguridad del Estado, han logrado reducir algo la rabia.

Los oficiales están instando a la gente que sea tolerante, pidiéndoles que den la bienvenida a la vuelta a las calles de la nueva policía reformada.

Pero cuatro meses después de la caída de Mubarak, la muerte reciente de un conductor después de un altercado con un policía en El Cairo, ha hecho resurgir las hostilidades.

El ministerio de Interior dice que el conductor sacó un cuchillo y fue asesinado por una multitud que trataba de proteger al policía. Grupos de derechos humanos afirman que el conductor murió después de haber sido apaleado en una comisaría de policía.

La fuerza policial de Mubarak desapareció de las calles durante las protestas masivas por toda la nación, que lograron derribar al hombre fuerte, y el ejército se vio obligado a intervenir para hacerse cargo de la seguridad.

Con la inseguridad reinante, y los enfrentamientos políticos y religiosos estallando por todo el país, la policía ha hecho un tímido y gradual regreso, con la ayuda de la policía militar, considerada más bajo control y que impone más respeto.

Pero la fuerza se ha enfrentado a las críticas por no ser capaz de encontrar el equilibrio adecuado, o es demasiado pasiva ante los crímenes, o cuando actúa, recurre a los métodos de la era Mubarak.

Medidas firmes

El autor y comentarista político, Alaa al Aswani, que escribió la aclamada novela “The Yacoubian Building”, criticó duramente la situación con un artículo titulado “¿Quién puede salvar al pueblo egipcio de la policía?”
“Los matones y criminales que fueron liberados de la cárcel (durante las revueltas) están atacando a la gente y la policía sólo mira, como diciendo “Queríais una revolución contra la represión policial, bueno, pues olvidaos de la policía y defenderos vosotros mismos”, escribe Aswani en el diario independiente, Al Masry Al Youm.

Hossam Bahgat, que dirige la Iniciativa Egipcia para los Derechos de la Persona, destaca el reto de reconstrucción después de haber heredado una fuerza policial que necesita reformas, en un artículo publicado en el diario independiente Al Shorouk.

“No debemos minimizar los crímenes de la policía”, pero “debemos enfrentarnos al problema sin minar el estado de derecho y la sociedad democrática”, escribe Bahgat.

Huma Right Watch también ha pedido al ministerio de Interior de Egipto que emprenda reformas “para garantizar que no se repitan los abusos del pasado, por parte de los servicios de seguridad, bajo su jurisdicción”.

“Para evitar las torturas, los funcionarios del gobierno deben establecer un control civil de la fuerza policial, permitir una supervisión independiente por parte de los grupos de la sociedad civil de los centros de detención y crear una unidad interna para investigar las denuncias de tortura de forma transparente”, asegura HRW.

El ministro de Interior, Mansur Essawy, ha prometido restaurar la confianza en la policía.

En una entrevista radiofónica reciente, prometió “tomar firmes medidas contra los policías que no hagan su trabajo”, y prometió cientos de nuevos coches y mejores salarios, como incentivo a aquellos que sí hicieran su trabajo.

(News 24 (AFP), 10-06-11)

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster