Tres mil millones de habitantes en África en 2100
Según la ONU, el lunes 31 de octubre 2011, la población mundial ha alcanzado oficialmente los siete mil millones de habitantes. África, que tiene la tasa de crecimiento más alta del mundo, cuenta ya con más de mil millones de personas. El hecho de esta evolución demográfica es muy importante para el mundo y para África.
Alcanzar los 7 mil millones de habitantes no es algo que se pueda tomar a la ligera, según el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon. “No se trata de una sola cuestión de cifras, sino de historia humana», dijo la semana pasada en una escuela de Nueva York. «Siete mil millones de personas necesitan alimentos, energías, ofertas interesantes de trabajo y educación, derechos y libertades, libertad de expresión, libertad de poder criar a sus hijos en paz y seguridad. Todo lo que cada uno desea para sí mismo, hay que multiplicarlo por 7 mil millones.”
Pero, si el hecho es importante para el mundo, ¿qué decir respecto a África? Según la ONU, el continente africano tiene la tasa de crecimiento más alta. Desde el 2009, cuenta con más de mil millones de personas y en 2044 se espera alcanzar los 2 mil millones. El planeta tiene cada vez más africanos. El Instituto Nacional de Estudios Demográficos (INED) informó que en 2100 la población africana alcanzaría los 3 mil millones.
A nivel mundial, como a nivel de África, la gran pregunta es: saber si los recursos serán suficientes para alimentar a todos estos habitantes.
¡La gran estafa!
Investigadores e inversores, basándose en datos estadísticos y en imágenes de satélite, afirman que existe aun suficiente tierra sin cultivar disponible, especialmente en África. En el 2010, el Banco Mundial citaba estudios que afirmaban la existencia de 445 millones de hectáreas disponibles de tierras sin utilizar con gran capacidad agrícola, tierras no forestales, ni protegidas y habitadas por menos de 25 personas/km². ¡Es una estafa!
Las imágenes de satélite no muestran cómo se utiliza la tierra en la agricultura migratoria, el pastoreo, la caza y la recolección, y en otros usos básicos de las tierras llamadas «sin cultivar».
En muchos sitios, el verdadero obstáculo para el cultivo es el agua, no la tierra. Las investigaciones hechas por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) en las transacciones a gran escala de tierras, en la región del Office du Niger, en Mali, han demostrado que durante la estación seca, no hay agua que no se utilice. El agua que se utilizará en los nuevos proyectos de riego previstos, lo será, aguas abajo en Níger y Nigeria, a expensas de los agricultores tradicionales del Malí. (Fuente: Nota Informativa de Oxfam del 22 de septiembre del 2011, Tierras y Poderes).
El acaparamiento de tierras se acentúa en África
El fenómeno del acaparamiento de tierras en los países en desarrollo sigue en aumento, en particular en África, donde, según se desprende de investigaciones publicadas por varias ONG internacionales en los últimos meses, en 2009 se han cedido 60 millones de hectáreas – una superficie igual a Francia. En un informe que lleva por título: «Entender los acuerdos de inversión en tierras en África», publicado en el mes de junio, el “Think tank américain Oakland Institute” constata que la compra de tierras son sobre todo fruto de la especulación llevada a cabo por «las mismas empresas financieras que han conducido a la recesión mundial inflando la burbuja inmobiliaria con maniobras arriesgadas”. Refiriéndose a trabajos específicos realizados en Malí y en Sierra Leona, el “Oakland Institute” destaca también los impactos de las políticas del Banco Mundial que han «elaborado el clima económico, fiscal y jurídico que favorece la adquisición de grandes extensiones de tierras fértiles por algunos intereses privados”. El informe subraya la facilidad con la que los inversores se posesionan de las tierras, haciendo a menudo promesas que no cumplen. Estas operaciones, indica el informe, «no aportan prácticamente ningún beneficio de los prometidos a las poblaciones locales; más bien, expulsan a millones de pequeños agricultores de sus tierras ancestrales para cultivar productos de exportación, en particular, agro-combustibles».
Gobernar, es prever
En el día en que nos enteramos que somos 7 mil millones de habitantes en nuestro planeta y, sobre todo, que «pronto» seremos 3 mil millones en África (3 veces más que hoy) hay que preguntarse: «¿a qué están jugando los Jefes de Estado africanos al permitir semejante saqueo de África?»
Pero lamentarse no sirve para nada. Se necesita un cambio radical de política. ¿De dónde podrá venir?
Dedicamos esta carta al Foro de los Pueblos que se celebra estos días en Malí, y que tiene como uno de sus temas principales «el acaparamiento de tierras». Esperamos propuestas de acción concretas.
