La piratería en alta mar no puede ser combatida sólo con flotas navales internacionales, sino que requiere una aproximación regional que también aborde las causas de raíz, según el representante especial de la ONU para Somalia.
“La piratería es un negocio que genera muchos beneficios, por tanto tenemos que abordarlo como una actividad criminal con muchos tentáculos en la región y en todo el mundo”, ha declarado Ahmedou Ould Abdallah, al Consejo de Seguridad de la ONU.
Abdallah criticó el pago de recates, como supuestamente acaba de hacer España esta semana, pagar la increíble cantidad de 4 millones de dólares por un atunero secuestrado seis semanas antes, en el Océano Índico. Las noticias sobre el pago fueron recibidas con regocijo en Harardhere, un conocido refugio de piratas, en las costas de Somalia.
“El pago de rescates no hace más que empeorar la situación, porque si alguien sabe que yendo al casino va a ganar, seguirá yendo al casino”, explicó.
Mientras que el despliegue, el año pasado de una flota naval internacional en el golfo de Adén para combatir la piratería ha “reducido considerablemente el número de secuestros con éxito en la región”, añadió, el número total de ataques no ha disminuido.
“La amenaza permanece y de alguna manera cada vez están más afianzados y se vuelven más sofisticados con los métodos que están adoptando, ahora pueden atacar barcos a cada vez más distancia de sus costas”.
La lucha contra la piratería, según Ould Abdallah, debe ampliar su ámbito, “debe ser parte de un plan general que incluya fortalecer la capacidad regional por un lado, y abordar sus causas de raíz, por otro”.
El representante de la ONU añadió que dicha estrategia debería incluir “el establecimiento de una paz sostenible, gobierno efectivo, un estado de derecho capaz e instituciones de seguridad, y además ofrecer al pueblo somalí alternativas legales a la piratería y el vandalismo”.
A nivel regional, el enviado hizo hincapié en que el rol de la Organización Marítima Internacional de la ONU, IMO, para implementar el código de conducta de Yibuti, firmado por 10 países de la región para facilitar el intercambio de información y la cooperación para llevar a los piratas ante la justicia.
Desde enero hasta septiembre de este año, la IMO ha informado de 160 actos de piratería en las aguas cercanas a las costas de Somalia, entre los que se incluyen 34 secuestros de embarcaciones y más de 450 personas secuestradas.
Por otra parte, el almirante estadounidense William Gortney, ha declarado que un acuerdo firmado hace un año para procesar a los piratas capturados “está empezando a funcionar, pero todavía no ha tenido un gran efecto disuasorio dentro de Somalia”. Hasta el momento, se han trasferido 257 supuestos piratas para ser procesados judicialmente, pero sólo 46 han sido condenados y enviados a prisión.
(Shabelle, Somalia, 19-11-09)