“La paz no se construye sobre fosas comunes”

13/01/2020 | Editorial

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Demasiados gobernantes ha intentado imponer su control del poder y de los recursos, en numerosos países europeos, africanos, americanos y asiáticos, causando innumerables fosas comunes y genocidios, que se quieren ocultar, para luego volver a repetirlos.

Una de las regiones, donde los pueblos sufren actualmente semejante crueldad, es la región de los Grandes Lagos en África, por ser una región particularmente rica en toda clase de minerales, y recursos naturales.

Junto a tanta violencia y crueldad, causada por poderes regionales y sobre todo internacionales, existen testimonios extraordinarios de personas valientes y solidarias que dan su vida para mejorar la calidad de vida de tantas víctimas inocentes.

Un semejante testigo es el Dr. Denis Mukwege, que trabaja en el hospital de Panzi en Bukavu, para sanar a las mujeres víctimas de violación en el país.

«La paz no se construye sobre fosas comunes. Estamos convencidos de que no habrá paz duradera sin justicia, y pedimos a los Jefes de Estado presentes, la Unión Africana, las Naciones Unidas y la sociedad civil que apoyen la implementación de las recomendaciones del Informe de las Naciones Unidas sobre violaciones graves de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario cometidas entre 1993 y 2003 en la RDC, publicado hace casi 10 años.

Este informe es un mapeo de 617 crímenes internacionales y pide el uso de mecanismos de justicia de transición, como el establecimiento de un tribunal penal internacional o cámaras especializadas mixtas, una comisión de la verdad, programas de reparación y garantías de no repetición”, declaró el Dr. Denis Mukwege.

«Desde la década de 1990, los ciclos de violencia en la RDC han provocado más de 6 millones de muertes, el desplazamiento de 4 millones de personas y la violación de cientos de miles de mujeres y niñas, a veces incluso bebés.

Al apoyarnos en este camino, no solo responderá a la sed de verdad y justicia de los congoleños, sino que también contribuirá a reafirmar los valores africanos de solidaridad y hermandad y consolidar la paz y la estabilidad en el corazón de nuestro gran continente, que sigue sangrando todos los días. «, señaló D. Mukwege.

Actualmente hay más de 130 grupos armados en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, que se enfrentan por innumerables razones, según un informe del Grupo de Estudio del Congo y Human Rights Watch que presenta la región de Beni como «epicentro» de la violencia, debido al activismo de los combatientes de las ADF.
Según el documento, el 31% de los asesinatos de 1.900 personas asesinadas entre junio de 2017 y junio de 2019, en las dos provincias, se perpetraron en la región de Beni.

Existen poderosos gobiernos de América, Europa, África, Oriente Medio y Asia, que siguen vendiendo armas a los numerosos grupos armados de la región, para controlar los recursos minerales africanos, mientras pronuncian discursos por la paz, por la religión y por el desarrollo de los pueblos africanos.

Es intolerable que cada día se inviertan en armas y gastos militares más de 4.000 millones de dólares al tiempo que mueren por violencia, hambre y pobreza extrema, millares de seres humanos, la mayoría niñas y niños de uno a cinco años de edad.

Durante 2020, al cumplirse el 75 aniversario de las Naciones Unidas, debemos escuchar los grandes clamores de los Pueblos africanos -sobre todo de las mujeres y de la juventud- que luchan por una nueva gobernanza del mundo y por una economía más colaborativa, según los Objetivos del Desarrollo Sostenible, aprobados por 193 países en 2015.

Necesitamos, en África y en todos los Continentes, elegir líderes íntegros del calibre de Nelson Mandela, Julius Nyerere, Denis Mukwege, Victoire Ingabire y Winny Byanyma, junto con una sociedad más educada y comprometida en promover los valores humanos y el Bien Común.

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