El ejército de Costa de Marfil ha cerrado las fronteras del país con los países vecinos y ha bloqueado los medios de comunicación internacionales, mientras la tensión aumenta por el resultado de las elecciones presidenciales. “Las fronteras por aire, mar y tierra del país están cerradas a todo movimiento de personas y bienes”. Las fronteras permanecerán cerradas hasta nuevo aviso, según ha declarado el portavoz militar del país, Babri Gohourou.
Esta medida se considero necesaria después de que el presidente de la Comisión Electoral, Youssoufu Bakayoko, anunciase el día 2 de diciembre por la noche que el candidato de la oposición, Alassane Ouattara ha ganado las elecciones presidenciales con el 54.10 % de los votos, frente al 45.9 %, del actual presidente, Laurent Gbagbo.
Los resultados provisionales fueron rechazados una hora después por Yao N’Dri, presidente del Consejo Constitucional, el organismo encargado de arbitrar los asuntos electorales, basándose en que la Comisión electoral ya no es competente para anunciar los resultados “dado que ha excedido el periodo constitucional para hacerlo de 3 días”.
La constitución de Costa de Marfil estipula que la comisión electoral debe publicar los resultados como muy tarde tres días después del final de las votaciones, plazo que expiró el día 1 de diciembre, a las 12 de la noche. Pero la comisión electoral no pudo anunciar los resultados dentro del plazo constitucional precisamente por culpa de los seguidores de Gbagbo.
El partido en el gobierno, el LMP, había presentado denuncias de “fraude masivo” en el norte del país”, contra el partido de la oposición, RHDP, pero el ex movimiento rebelde ha negado que se haya producido alguna irregularidad, acusando a Gbagbo de querer quedarse en el poder después de haber perdido las elecciones.
Casi todos los observadores independientes de la Unión Europea, el Centro Carter, la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados del África Occidental, ECOWAS, han declarado que las votaciones fueron libres y justas, a pesar de “algunas irregularidades menores y aisladas, que no podrían desacreditar el proceso en su totalidad”.
Reacciones
El consejo de seguridad de la ONU ha amenazado con tomar las medidas oportunas contra cualquier intento de abortar los esfuerzos de la Comisión electoral.
“Los miembros del Consejo de Seguridad reafirmaron su disponibilidad para tomar medidas apropiadas contra los que impidan el proceso electoral, y en particular el trabajo de la Comisión Electoral Independiente”, señaló Susan Rice, embajadora de Estados Unidos en la ONU, y actual presidenta del Consejo de Seguridad, durante el mes de diciembre.
Inmediatamente después del anuncio, Ouattara dio las gracias a sus mayores aliados, el ex presidente Hnri Konan Bédie, por hacer “su victoria una realidad”. Bédié, que fue el tercero más votado en la primera ronda, con un 25 % de los votos, había pedido a sus seguidores que votasen por Ouattara.
Ouattara también ha declarado que quiere unir a los marfileños formando un gobierno que incluya a miembros del partido de Gbagbo.
Posibles consecuencias
El Consejo Constitucional cuyo presidente, Yao N’Dri, es un cercano colaborador de Gbagbo y cuyos miembros fueron nombrados por Gbagbo y el vicepresidente de su partido, probablemente anule los resultados en las regiones donde han sido impugnados los resultados, todas del norte, y dará la victoria de Gbagbo.
Las fuerzas rebeldes, FAFN, y la población del norte del país, se rebelarán salvajemente. Los rebeldes probablemente anunciarán que no reconocen a Gbagbo como legítimo presidente, y seguirán dominando en norte del país. Y si Gbagbo intenta usar la confrontación militar para desarmarlos, se teme que estalle otra vez la guerra civil.
Si el Consejo Constitucional declara a Gbagbo como ganador, los seguidores de Ouattara y Bédié podrían lanzarse a las calles en Abiyán y manifestarse en el interior del país. La policía y los soldados probablemente utilizarán duras medidas para deshacer las manifestaciones, y esto podría desatar un verdadero enfrentamiento armado entre las facciones del ejército que apoyan a la oposición y los leales al presidente en ejercicio. Y no hay que olvidar el gran número de civiles que están armándose con rifles y machetes.
Soluciones
La comunidad internacional debe utilizar mayor presión sobre ambos candidatos para que pongan los intereses de la nación y el pueblo sobre sus propias ambiciones personales.
Los líderes de la Unión Africana y de ECOWAS deben empezar a enviar delegaciones para negociar con ambos, Gbagbo y Ouattara, y en Consejo constitucional, antes de que las cosas se vayan de las manos.
Una combinación de presión por parte de los líderes africanos y de la comunidad internacional, podría lograr que uno de los dos candidatos haga una importante concesión, que es, visiblemente, la única salida posible a esta crisis.
(Africa News, 03-12-10)