la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de la ONU, expresó su inquietud el viernes 22 de marzo por el descubrimiento de una fosa común que contiene los cuerpos de al menos 65 migrantes en los desiertos del oeste de Libia. Esto se produce después de que la autoridad de investigaciones criminales de Libia informara el descubrimiento de la fosa común en la región de Shuayrif, 350 kilómetros al sur de la capital, Trípoli. La OIM dijo que apreciaba que las autoridades libias hubieran iniciado una investigación sobre las muertes y al mismo tiempo solicito que se garantice la pronta recuperación, identificación y traslado dignos de los restos de los migrantes fallecidos, así como la notificación y ayuda a los familiares.
La OIM informó que se desconocen las nacionalidades de los migrantes y las circunstancias de sus muertes, pero que probablemente murieron mientras eran contrabandeados a través del desierto. La información compartida por la agencia señalaba que los 65 cuerpos de inmigrantes no identificados habían sido desenterrados de la tumba, se habían tomado muestras para pruebas de ADN y los cuerpos fueron enterrados nuevamente en un cementerio específico para una investigación posterior.
Libia es una ruta importante para los inmigrantes que llegan desde otras partes de África con la intención de cruzar el mar Mediterráneo hacia Europa. Más de una década de inestabilidad y violencia, desde el derrocamiento y asesinato del dictador Muammar Gaddafi en 2011 en un levantamiento respaldado por la OTAN, ayudó a convertir a Libia en un ecosistema perfecto para los traficantes y traficantes de personas, quienes durante mucho tiempo han sido acusados de abusos contra los migrantes. Una vez en la costa, los migrantes son amontonados en embarcaciones mal equipadas, incluidas lanchas neumáticas, y emprenden peligrosos viajes por mar. Según el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, en 2023 se reportó la muerte de al menos 962 migrantes y la desaparición de 1.563 frente a Libia. Aquellos que son interceptados y devueltos a Libia son retenidos en centros de detención administrados por el gobierno que, según informes, son lugares de abusos sistemáticos, incluidos trabajos forzados, palizas, violaciones y tortura.
Fuente: AP News – The Guardian – Imagen: Roberdan
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
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