El consejo de Seguridad de la ONU se enfrenta a uno de sus mayores dolores de cabeza en la República Democrática del Congo, donde debe ampliar el mandato, o quizá repensarlo, de la tan criticada misión de paz de la ONU, la MONUC.
Varios diplomáticos del consejo calificaron de “muy difícil” el debate sobre la ampliación del mandato de la MONUC, que debería efectuarse el 21 de diciembre. Uno de los asuntos principales es si la misión del organismo internacional debe continuar con su apoyo a la polémica ofensiva “Kimia 2”, contra los rebeldes hutu ruandeses, en el este de la RDC.
La fuerza de la ONU ha estado en el país durante 10 años, pero ahora se enfrenta a peticiones para que se retire de la RDC, por parte del presidente, Joseph Kabila, complicando la cuestión de si el mandato debe ampliarse o no, como ha sido normal, durante un año más, o sólo seis meses.
Kinshasa insiste en que la ampliación sea de seis meses, hasta el próximo mes de junio, en que se celebrará el 50 aniversario de la independencia del antiguo Congo Belga, y se podrá comenzar una retirada gradual de la MONUC de un año de duración.
Dilema real
El presidente de la ONU Ban Ki Moon, en un informe publicado el día 8 de diciembre, también pidió que se ampliase sólo seis meses el mandato de la MONUC y que el próximo mes de abril, él daría recomendaciones para una futura reconfiguración de la fuerza, para pavimentar una eventual retirada.
“Nos enfrentamos a un dilema real: ¿avanzaremos hacia esta transición?”, asegura el embajador de Francia, Gerard Araud.
“Si el país anfitrión lo requiere, es difícil decir no. Pero ¿cómo podemos asegurarnos de que esta transición tiene éxito y no obliga a la comunidad internacional a retroceder unos años atrás?”
Araud asegura que debería darse prioridad a la formación del ejército congoleño, la policía y el personal de justicia, así como desarrollo económico.
Añadió que la Unión Europea debería impulsar su programa en marcha en estos sectores.
Las autoridades de la RDC encuentran dificultades en controlar su vasto país, acosado por varios grupos armados activos en su zona este, un ejército indisciplinado y una desastrosa infraestructura tras años de guerra y mal gobierno.
Fuerte tentación
Se calcula que han muerto alrededor de dos millones de personas en los diez años de guerra, según algunas organizaciones no gubernamentales.
Un diplomático, hablando en condiciones de anonimato, señaló que existe cierta fatiga entre los 15 miembros del Consejo de Seguridad, con respecto a la crisis que ha movilizado a unos 20.000 cascos azules con un coste de cerca de 1.300 millones de dólares al año.
“Existe una tentación muy fuerte de aceptar la petición de Kabila”, asegura. “nos encantaría retirarnos si confiásemos en que las fuerzas de la RDC no van a violar y saquear los Kivus”, dijo otro diplomático del Consejo.
A corto plazo, el consejo tendrá que decidir si seguir con el actual mandato de la MONUC o cambiarlo para tomar en consideración las amargas críticas por la operación Kimia 2, lanzadas por expertos de la misma ONU.
En un informe del Consejo de Seguridad, expertos independientes han dicho que los intentos de este año del ejército congoleño, ruandés y de la fuerza de la ONU de desarmar a los rebeldes hutu en el este de la RDC han fracasado e incluso han empeorado la crisis humanitaria en las provincias de los Kivus.
Atrocidades intolerables
El informe afirma que las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, FDLR, recluta y arma a combatientes utilizando beneficios del comercio ilegal internacional de minerales, y pide a la comunidad internacional que aumente sus esfuerzos para recortar los fondos de los rebeldes.
La milicia surgió en los campos de refugiados en el este de la RDC donde se alojaban principalmente hutus que huyeron del genocidio de Ruanda de 1994.
Mientras tanto, un informador especial de la ONU también acusó al ejército de la RDC de perpetrar atrocidades contra los civiles en las zonas de guerra.
“Por una parte, el secretariado de la ONU dice que el apoyo de la MONUC a la operación Kimia 2 es esencial, que el FDLR ha huido y que como consecuencia de ello la situación sobre el terreno ha mejorado, por otro lado, las ONG dicen que el ejército de la RDC que apoyamos está cometiendo atrocidades intolerables”, lamenta un diplomático del consejo.
(News24, 09-12-09)
