El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Stephen O¨Brien, reclamó hoy aquí una mayor atención para la crisis de violencia y desplazados creada por la milicia fundamentalista Boko Haram en la cuenca del Lago Chad.
En una reunión del Consejo de Seguridad para abordar la situación de la región, que acoge a países como Camerún, Chad, Nigeria y Níger, el diplomático condenó el accionar de los terroristas, responsables de asesinatos, secuestros, mutilaciones, abusos sexuales, destrucción de poblados y reclutamiento de menores en esas naciones africanas.
Debemos atender juntos y de manera urgente la crisis humanitaria en la cuenca del Lago Chad, donde se produce el aumento más rápido en la cifra de personas desplazadas en el continente, advirtió.
Según O´ Brien, su visita de mayo pasado al noreste de Nigeria y el sureste de Níger le permitió conocer de cerca el sufrimiento humano causado por Boko Haram.
Sus crímenes disparan los desplazamientos forzados, las violaciones de los derechos humanos y las necesidades de la población, en una parte del mundo desde hace mucho tiempo vulnerable, a partir del crecimiento poblacional, la pobreza extrema y el cambio climático, dijo en el órgano de 15 miembros, presidido este mes por Japón.
Datos de la ONU reflejan que en Nigeria, Chad, Níger y Camerún, unas nueve millones de personas necesitan ayuda humanitaria, mientras que casi tres millones dejaron sus hogares para escapar de la violencia de los extremistas.
El Secretario General adjunto lamentó en particular las penurias que enfrentan los niños, 1.700.000 de ellos entre los desplazados.
Las víctimas de la violencia en la cuenca del Lago Chad miran hacia Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad en espera de ayuda, no podemos fallarles, subrayó.
Pese a los esfuerzos regionales en la lucha contra Boko Haram, la milicia islamista fundada en 2002 se mantiene como una grave amenaza para la seguridad y la estabilidad de la región.
Prensa Latina
(Fundación Sur)
