La ONU y sus socios han lanzado un plan estratégico humanitario de dos años de duración para cubrir las necesidades de 250.000 personas en Yibuti y ayudarles a volver a levantarse. La población objetivo está compuesta por 162.500 ciudadanos nacionales, 27.500 refugiados y 60.000 emigrantes, principalmente de Somalia y Etiopía.
Según Robert Watkins, Coordinador Residente de Naciones Unidas en Yibuti, las sequías persistentes y recurrentes han causado una falta de agua generalizada tanto para las personas como para el ganado. La población afectada sufre de malnutrición, diarrea aguda y otras enfermedades y el ganado se está muriendo.
Los objetivos de este plan de intervención, que busca 74 millones de dólares para 2014, serán para limitar el impacto de la sequía, aumentar la resiliencia y ayudar a la gente salir del ciclo de crisis recurrentes, mejorar la salud humana y animal y fortalecer la protección y el acceso a alimentos y servicios básicos para refugiados y emigrantes. La escasez en las zonas rurales ha incrementado la lucha por los recursos entre la población local, los refugiados y los migrantes. La falta de medios de subsistencia en las zonas rurales también ha provocado movimientos migratotios hacia las zonas periféricas de la capital, donde, a causa de este aumento de la población, se ha añadido una presión adicional sobre el suministro de los servicios básicos como el agua.
Según Watkins, en algunas áreas ya han alcanzado un nivel de crisis y emergencia que hace que se tenga que responder, de forma urgente, a las necesidades actuales y, al mismo tiempo, establecer sistemas que posibiliten el desarrollo de la capacidad de recuperación necesaria para romper el círculo vicioso de las crisis.
El plan de respuesta de la ONU se financia actualmente en un 13%, con una contribución rápida y generosa de Fondo Central de Intervención para emergencias humanitarias de las Naciones Unidas (CERF), lo que ha permitido a las agencias de la ONU poder iniciar la implementación de estos programas de emergencia vitales.
[Fuente: adi.dj-Fundación Sur]