Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han acordado imponer un embargo de armas a Eritrea este mes, así como prohibiciones de viaje y congelación de activos para los líderes del gobierno y militares que ayudan a los insurgentes somalíes, según fuentes diplomáticas.
Los Estados Unidos y otros miembros del consejo acusan a Eritrea de abastecer a los rebeldes islamistas con dinero y armas para su lucha por derrocar al frágil gobierno de transición de Somalia, respaldado por la ONU, en la prácticamente nación sin ley, del cuerno de África.
Los diplomáticos occidentales de los 15 países del Consejo de Seguridad de la ONU han dicho que la mayoría de los miembros del panel han acordado apoyar el borrador de resolución presentado por Uganda, para castigar a Eritrea, y que esperan que se apruebe para la semana que viene.
Además de imponer sanciones a Eritrea, la resolución ordena a Asmara que deje de apoyar a “los grupos armados y a sus miembros, incluido Al Shabaab”, que están combatiendo para expulsar al presidente de Somalia, Sheikh Sharif Ahmed.
Hablando en condiciones de anonimato, los diplomáticos han asegurado que no esperan que la votación sea unánime, ya que Libia ha dejado claro que votará en contra de dicha resolución. Pero los miembros del Consejo están dispuestos a hacer futuras revisiones de la resolución para asegurarse el voto a favor de Trípoli.
Rusia y China, que generalmente son reticentes a respaldar sanciones, asintieron cuando comprobaron con claridad que la arrolladora mayoría de los miembros de la Unión Africana, apoyan la toma de estas medidas contra el país vecino de Somalia.
Oposición de Libia
Los miembros occidentales del Consejo de Seguridad, inicialmente, esperaban negociaciones sobre la resolución, para el año que viene. Pero los diplomáticos aseguran que ha surgido el acuerdo cuando Rusia y China han adoptado una “inusual postura de cooperación” sobre esta resolución en concreto.
La oposición de Libia, que actualmente preside la Unión Africana, ha sido un poco desconcertante, ya que la UA, oficialmente, apoya la idea de las sanciones de la ONU contra Asmara.
Algunos rebeldes somalíes se refugiaron en Eritrea cuando fueron expulsados de Mogadiscio, la capital de Somalia, tras la entrada de las tropas de Etiopía, en apoyo del frágil gobierno, en 2006.
Eritrea niega que esté apoyando a los islamistas de Al Shabaab y asegura que no hay justificación para que le impongan sanciones.
(Daily Nation, Kenia, 17-12-09)