La Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina J. Mohammed, prometió el pleno apoyo por parte de las Naciones Unidas a la Unión Africana a medida que los países comiencen a poner en marcha la histórica Zona Continental de Libre Comercio de África (AfCFTA), que se espera que desencadene el potencial económico del continente.
Durante la 12ª sesión extraordinaria de la Unión Africana sobre el AfCFTA, Mohammed afirmó que las Naciones Unidas están dispuestas a trabajar en asociación con los países africanos a medida que avancen en la implementación del AfCFTA. “Ya estamos trabajando con 16 gobiernos africanos para desarrollar estrategias nacionales que maximicen las oportunidades creadas por este acuerdo, y aumentaremos este número a partir del año que viene”, informó en la cumbre. “Nos comprometemos a trabajar con las instituciones africanas para movilizar los recursos necesarios para la plena aplicación de la Zona Continental Africana de Libre Comercio. En primer lugar, el Fondo Fiduciario para la Integración Regional Africana ayudará a los países a movilizar recursos para financiar la integración regional”.
Mohammed declaró que las Naciones Unidas trabajarán con la Unión Africana para coordinar y aprovechar las fuentes de financiación complementarias del Fondo África50 del Banco Africano de Desarrollo, el Programa para el Desarrollo de la Infraestructura en África (PIDA) de la Unión Africana y la Iniciativa del Cinturón y las Ruta de la Seda de China. La Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (CEPA), señaló, está apoyando el proceso de integración de las iniciativas de género y empleo juvenil en las estrategias nacionales. Para ella, “esto ayudará a garantizar que la política comercial tenga en cuenta las cuestiones de género y responda a las realidades demográficas, contribuyendo así más plenamente al desarrollo sostenible».
El comercio puede contribuir a ampliar o cerrar las brechas de inclusión y de género, dependiendo de cómo se gestione el proceso. Por lo tanto, también están trabajando con los gobiernos para contrarrestar los efectos de la liberalización del comercio en la distribución y las diferencias de género.
Mohammed remarcó la importancia de actuar ahora, no sólo para garantizar que las mujeres se beneficien del acuerdo de libre comercio, sino también los jóvenes africanos, habida cuenta de los desafíos demográficos a los que se enfrenta el continente. Si bien la entrada en vigor del acuerdo es un paso trascendental, se trata todavía de un primer paso. La realización de todo su potencial requerirá cambios y mejoras en varias áreas importantes, como el desarrollo de la infraestructura, la capacidad de exportación y las barreras no arancelarias.
La Fase II de las negociaciones del AfCFTA de la Unión Africana abordará la competencia, la inversión y los derechos de propiedad intelectual, que son algunos de los aspectos alrededor de los cuales existen obstáculos reglamentarios que podrían crear disfunciones en los mercados integrados. Para Mohammed, los africanos deberían sentirse especialmente orgullosos de alcanzar este acuerdo en un momento de creciente proteccionismo y de crecientes tensiones comerciales que amenazan la estabilidad económica y el progreso en todo el mundo.
Desde el libre comercio hasta el cambio climático y la migración, los países africanos y las organizaciones regionales están desarrollando políticas progresistas que demuestran responsabilidad mundial y forjan un nuevo camino para el multilateralismo y la sostenibilidad. Todo el sistema de las Naciones Unidas seguirá apoyando a los países africanos a medida que se acelera el desarrollo del continente. Amina J. Mohammed señaló que “Juntos haremos realidad nuestra visión común del Programa 2063 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sin dejar a nadie atrás”.
La mayor zona de libre comercio del mundo, que abarca 54 países y 1.200 millones de personas, permitirá que la promesa de un crecimiento económico impulsado por el comercio se haga realidad para los empresarios, inversores y proveedores de servicios de África. Se crearán puestos de trabajo y contribuirá a la transferencia de tecnología y al desarrollo de nuevas capacidades, mejorará la capacidad productiva y la diversificación e incrementará la inversión africana y extranjera.
Fuente: UN Economic Commission for Africa
[Traducción y edición, Álvaro García López]
[Fundación Sur]
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