Las Naciones Unidas están dispuestas a negociar con el General Khalifa Haftar, partidario del Parlamento de Tobruk, así como revisar el acuerdo de paz para Libia firmado en 2015 en Skhirat, Marruecos.
En declaraciones a la prensa al concluir una visita a Trípoli, el enviado especial de la ONU, Martin Kobler, sostuvo que ese organismo no pretende intervenir en el contenido del acuerdo, pero apoyará ese proceso desde el punto de vista operativo.
El entendimiento político -de Skhirat- es libio y el consenso sobre algunas de las enmiendas es responsabilidad de las partes libias en conflicto, agregó.
Para Kobler, el 2017 debe ser el año de decisiones y acciones para Libia. La prioridad será poner los intereses del pueblo libio por encima de las demás cosas y proporcionar todos los servicios a la población.
Tiene que haber un progreso real en la política, la seguridad, enfatizó.
En los próximos días, dijo sin precisar fecha, se reunirá con representantes del Banco Central de Libia para intentar paliar la falta de dinero en efectivo de esa entidad.
Asimismo, confirmó que la semana entrante se reunirán en El Cairo, Egipto, representantes de las diferentes fuerzas en pugna por el poder central en Libia.
Actualmente en Libia existen varios centros de poder repartidos entre el Gobierno de Unidad Nacional (GUN), instalado en Trípoli y auspiciado por Naciones Unidas, la Cámara de Representantes de la ciudad de Tobruk (HoR), que no reconoce al GUN, y los remanentes del Congreso Nacional General (GNC), de corte islamista que pretende suplantar al GUN en la capital.
Prensa Latina
Fundación Sur
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