El gobierno de Eritrea declaró el día 22 de enero, que todo estaba en calma en la capital Asmara, un día después de que soldados amotinados tomasen el ministerio de Información, y las páginas web de la oposición afirmando que las disputas estaban resueltas.
“Todo está en calma hoy, como lo estaba en realidad ayer”, declaró Yemane Gebremeskel, director de la oficina del presidente de Eritrea, Isaias Afeworki, en un mensaje a la agencia de noticias AFP.
La página web de la oposición Awate.com, con sede en Estados Unidos, pero con relaciones muy cercanas dentro de Eritrea, afirma que el comandante de alrededor de 100 soldados rebeldes accedió a rendirse.
“El enfrentamiento se resolvió cuando el gobierno “aceptó sus condiciones”, afirma Awate, aunque no da más detalles, sobre qué pasó después.
Ha sido imposible confirmar las informaciones de forma independiente, y no está claro si los amotinados se han rendido formalmente.
Amanuel Ghirmai, un periodista eritreo que trabaja en París para la radio Erena, dijo que soldados del ejército amotinados, irrumpieron en el ministerio de Información, que se encuentra en lo alto de una cima, desde donde se puede ver toda la capital del estado del Mar Rojo, el día 21 de enero por la mañana.
Al parecer ordenaron a los lectores de noticias de la radio-televisión dirigida por el gobierno, la única fuente de noticias en el autoritario estado, que leyesen un comunicado diciendo que implantarían la constitución del estado.
El comunicado también ordenaba la liberación de todos los prisioneros de conciencia.
Sin embargo, la televisión Eri-TV y la radio estatales dejaron de funcionar el día 21 pero volvieron a emitir el día 22, según diversas fuentes.
Muchas fuentes afirman que uno de los retenidos en el ministerio de Información era la hija del presidente Isaiaas, que ha gobernado el país del Cuerno de África con puño de hierro desde su independencia, en 1993, tras una guerra épica de liberación contra su vecina Etiopía, que duró 30 años.
Awate afirma que los amotinados estaba liderados por un comandante llamado Saleh Osman, un héroe de la sangrienta guerra de la frontera con Etiopía entre 1998 y 2999, cuando se negó a acatar las órdenes de abandonar el estratégico puerto del sur de Assab, defendiéndolo y derrotando a la invasora Etiopía.
Parece que este levantamiento ha sido Saleh Osman que intentó dar otra sacudida a las negociaciones para la democratización del país, que ha estado celebrando con la oficina del presidente y que están estancadas.
(Africa Review, Kenia, 22-01-13)