I’ve Forgotten Now Who I Used To Be (Ahora he olvidado quién solía ser). Brennan y Umuhoza nos acercan al sonido mágico de los marginados.
¿Quiénes son Brennan y Umuhoza?
Marilena Delli Umuhoza es una fotógrafa, cineasta y autora ítalo-ruandesa. Durante la última década se ha asociado con el productor estadounidense, ganador del Grammy, Ian Brennan. En colaboración habían documentado previamente la música producida por prisioneros en Malaui, por sobrevivientes del genocidio en Ruanda, por veteranos de guerra en Vietnam y por albinos en Tanzania. Es la música de comunidades perseguidas o traumatizadas, que componen y cantan en circunstancias extremadamente difíciles. Brennan sostiene que la música se puede encontrar en todas partes y cuanto menos familiar, mejor.
¿Y quienes son esas brujas de Gana?
Las mujeres vulnerables son acusadas de artes oscuras, porque tienen una enfermedad mental, una discapacidad física o simplemente porque sus familias quieren deshacerse de ellas. Se les culpa de causar infertilidad, de malas cosechas, del mal tiempo, de muertes accidentales y de muchos otros males. Los linchamientos y las quemas todavía ocurren de vez en cuando. Eso es lo que significa una caza de brujas. Estos pequeños asentamientos, que aún existen a pesar de los esfuerzos del gobierno para cerrarlos, ofrecen a las mujeres acusadas un refugio seguro, aunque dentro del mismo marco de creencias, que las expulsó de sus hogares. La protegida asume la culpa. «Si estamos aquí, entonces debemos ser brujas«, afirma una de esas pobres mujeres.
¿Han producido también Brennan y Umuhoza canciones de brujas?
“Ive Forgotten Now Who I used to be” es fruto de unas seis horas de grabaciones en tres campamentos diferentes. Otras canciones son “Confié en mi familia y me traicionaron” y “Amor, por favor”. Quizás se podría llamar a esta música blues, en espíritu, si no en la forma. Si bien las mujeres son libres de irse, no tienen ningún lugar seguro adonde ir, por lo que están casi completamente aisladas de las influencias externas. Su música, compuesta espontáneamente está, por tanto, distante de cualquier lugar y no obedece a ninguna fórmula. Las canciones pueden durar 36 segundos y hasta cuatro minutos. La emoción hace que el lenguaje sea irrelevante, Las canciones de estas mujeres invita, no solo a empatizar con su difícil situación, sino a maravillarte con su ingenio.