La muerte de Isabel II y la revisión del legado colonial en África

14/09/2022 | Crónicas y reportajes

queen_africa.jpgDesde que el pasado 8 de septiembre conociéramos la muerte de Isabel II de Inglaterra, a los 96 años, no han sido pocas las reacciones y declaraciones públicas a las que hemos asistido fuera y dentro del país. El fallecimiento de la máxima representante de la monarquía británica, así como la jefa de Estado de Reino Unido y la Mancomunidad de Naciones, y la consecuente atención mediática y homenaje a la figura de la Reina Isabel II ha reabierto el debate internacional sobre las implicaciones del legado imperial que durante siete décadas la monarca ha construido y asentado.

El reinado de Isabel (1952-2022) abarca el periodo de descolonización de muchas de las antiguas colonias británicas, pero también el refuerzo de los lazos de colaboración económica y comercial de los países integrantes de la Mancomunidad. Tan solo recientemente la corona británica se ha mostrado más dispuesta a revisar públicamente el pasado histórico del Imperio colonial británico, que incluye claras prácticas de esclavitud, racismo y explotación en numerosos pueblos del sur y la periferia global. Este mismo año, en el discurso de apertura de la reunión de jefes de Estado de la Mancomunidad, el príncipe Carlos pronunciaba unas palabras que reconocían la necesidad de reconocer las raíces esclavistas y el impacto duradero que tienen hasta la actualidad en dicha asociación de países. Declaraciones que, para muchos, resultan vacías e insuficientes a la hora de encuadrar los numerosos crímenes que la potencia colonial no solo ha permitido, sino también, en ocasiones, ha abanderado.

Entre la oleada de tributos y homenajes por parte de la población, personalidades destacadas y líderes mundiales, dentro de los que se pueden contar muchas de las antiguas colonias británicas, también se han alzado múltiples voces disidentes del sur global, que han recordado algunos de los peores episodios del gobierno colonial, denunciado, además de las habituales prácticas esclavistas y opresivas, las atrocidades contra los pueblos indígenas, el robo de objetos artísticos y materias primas, como oro y diamantes, de África e India.

El presidente de la Comisión de la Unión Africana emitió sus más sinceras condolencias por este fallecimiento a la familia real, Reino Unido y los países de la Mancomunidad. En otros países, como Sudáfrica o Ghana, las banderas ondean a media asta en homenaje a la monarca. Sin embargo, en otros países como Kenia este momento ha reabierto heridas coloniales aún no sanadas. Los keniatas reclaman de nuevo y con más fuerza la devolución por parte de la antigua metrópolis de los restos mortales de Koitalel Arap Samoe, un líder espiritual que encabezó la oposición al régimen colonial y a la construcción de la línea ferroviaria “Lunatic Express” y cuya cabeza, de acuerdo a las tribu Nandi, fue llevada a Inglaterra como un trofeo colonial. Caso similar al del rey xhosa Hinstsa kaKhawula en Sudáfrica, quien fue asesinado en 1835. Estas voces críticas alegan la posibilidad que tuvo la monarca de usar su poder e influencia para garantizar que se devolvieran los restos humanos de quienes lucharon contra el dominio colonial británico

En la misma línea, muchos académicos y activistas como el panafricanista Hardi Yakubu señalan que el legado de la monarca no puede ser separado de la explotación y el imperialismo perpetuado en el continente y que la monarquía británica encarnada por Isabel no debe ser celebrada. Según Yakubu:

«La reina Isabel tuvo una gloriosa oportunidad y numerosas ocasiones de corregir estos errores al reconocer las atrocidades del ignominioso imperio no solo en África sino también en Asia, América Latina y el Caribe… para disculparse y pagar reparaciones por esto, pero optó por no hacerlo. Esa fue su elección«.

El reconocimiento sincero y las reparaciones consecuentes a siglos de explotación es todavía para muchos una tarea pendiente de la monarquía británica y un reto que enfrenta Carlos III. Muchos de estos académicos, activistas e hijos de la diáspora están ahora a la espera de ver qué posición tomará a este respecto el nuevo monarca.

Fuentes: Queen Elizabeth seemed sweet, the monarchy isn’t Africa: Former African Colonies Remember Queen’s Legacy With Mixed Emotions Africa: Queen Elizabeth II’s Death Sparks Mixed Feelings Across AfricaQueen’s Death Renews Calls For Return of Kenyan Leader’s HeadImagen: Fox Photos/Hulton Archive/Getty Images

[Traducción y edición, Elena Cañete Montilla]

[CIDAF-UCM]

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