Las Naciones Unidas han acusado el día 11 de noviembre a las fuerzas del gobierno de la República Democrática del Congo de protagonizar una oleada de violencia contra los civiles, incluyendo violaciones y saqueos en diversos poblados en el este del país.
“Soldados de las Fuerzas Armadas de Congo R. D, FARDR, se han dedicado desde el lunes día 10 a saquear y robar y a cometer actos de brutalidad contra la población civil en la zona de Kanyabayonga”, declaran portavoces de la MONUC, la misión de la ONU en el país. La región está a 175 kilómetros al norte de la capital regional, Goma.
La violencia contra los civiles se ha expandido a otras ciudades al norte, como Kaina y Kirumba, y ha sido continua, por lo menos hasta el mediodía del día 11, según el portavoz de MONUC, desde Kinshasa.
Las tres ciudades están situadas estratégicamente en la provincia del Kivu Norte, donde los rebeldes leales al general renegado Laurent Nkunda controlan la mayor parte del territorio, tras la ofensiva de las últimas semanas.
Varios poblados situados en la carretera que une las tres ciudades han sido totalmente saqueados y las mujeres violadas, según la emisora de radio de la MONUC, radio Okapi.
La oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Acciones Humanitarias, OCHA, en Goma, ha declarado que algunos trabajadores humanitarios de Goma han quedado atrapados por la violencia y la MONUC ha enviado varias patrullas para intentar sacarles de la ciudad, sanos y salvos.
“El personal de tres organizaciones humanitarias están atrapados en la zona debido a la inseguridad generalizada”, declaraba el director de OCHA en Goma.
La violencia comenzó cuando las fuerzas de la FARDR se retiraron de las ciudades de la línea del frente de Nyanzale y Kikuku, 40 kilómetros al sur de Kanyabayonga, según el portavoz de la MONUC. “Este repliegue provocó una oleada de descontento y pánico entre los soldados y sus familias, entonces los soldados empezaron a disparar al aire y a robar coches y saquear tiendas”.
La MONUC ha enviado helicópteros y patrullas armadas a la zona para intentar pacificar el área, según fuentes de la ONU. El comandante de la fuerza, el general senegalés Babacar Babacar Gaye, ya estaba de camino hacia la zona.
Antes, el grupo Human Right Wacht aseguraba que al menos 50 civiles, muchos más de los que previamente se habían declarado, habían sido asesinados durante la batalla de la semana pasada en Kiwanja, en el Kivu Norte, y advirtió que la cifra podría ser muy superior.
El grupo con sede en Nueva York, HRW, ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que actúe con respecto al llamamiento que el pasado 30 de octubre hizo el secretario general, Ban Ki Moon, para que se aumentase “urgentemente el número de cascos azules para proteger a los civiles en el este del país”.
“Las llamadas del secretario general y los gritos de angustia del pueblo congoleño no deberían seguir cayendo en oídos sordos… los civiles necesitan protección ya, de los asesinatos y las violaciones”, sentencia la organización.
(Mail & Guardian, 11-11-08)
