La misión de paz híbrida, de la ONU y la UA, UNAMID, ha advertido del fortalecimiento militar en la inestable región de Darfur, expresando su temor a que esto pudiera significar la inminencia de nuevos ataques.
“El personal de la UNAMID sobre el terreno ha observado recientemente un considerable e inusual aumento de actividades militares por parte del Gobierno de Sudán y las fuerzas de la facción de Abdul Wahid, del Ejército de Liberación de Sudán, notablemente en las zonas de Sortony y Kabkabiya, en el norte de Darfur”, asegura el comunicado.
La misión de paz, como organismo neutral, no suele señalar con el dedo a una de las partes, sino que incluye a las dos partes en sus comunicados, incluso si la violación del alto el fuego es cometida por una de las partes enfrentadas en la región.
El ejército sudanés empezó el pasado mes de agosto a dirigir sus objetivos contra las posiciones controladas por el Ejército del Movimiento de Liberación de Sudán, liderado por Abdel Wahid Al Nur, en las montañas de Jebel Marra, particularmente en Ain Siro y Korma, en el estado del norte de Darfur.
Los ataques a los grupos rebeldes son considerados como intentos por parte del gobierno de presionar a Al Nur para que participe en el proceso de paz de Doha, que él rechaza, pidiendo que se desarmen las milicias y que la población desplazada a sus pueblos.
El líder del grupo rebelde asentado en París asegura que los ataques militares no los forzarán a unirse a la mesa de negociaciones y que están preparados para repeler a los agresores.
En un comunicado publicado el día 19 de octubre, la misión de paz pidió a las dos partes que se abstengan de recurrir a la violencia, haciendo hincapié en que el diálogo y las negociaciones siguen siendo el único camino para una resolución pacífica de un conflicto que dura seis años.
“UNAMID desea enfatizar que los enfrentamientos armados tienen como resultado invariable muertes y bajas entre los combatientes además de las nefastas consecuencias para la población civil”, señala la misión.
Los expertos de la ONU calculan que han muerto 300.000 personas y 2.7 millones han sido desplazadas de sus hogares. Sudán acusa a los medios occidentales de exagerar el conflicto y asegura que la cifra de muertos es de 10.000.
(Sudan Tribune, 20-10-09)