La lucha por la independencia de Eritrea: de la euforia al desencanto, por Bartolomé Burgos

5/09/2022 | Bitácora africana

sudan_etiopia_eritrea_cc0-6.jpgRecuerdos de un combatiente: “Durante nuestra lucha armada de 30 años, por la independencia de Eritrea, vivimos con la guerra a cada hora de cada día”.

¿Cómo conquistó Eritrea su independencia de Etiopía?

La lucha fue larga y ocasionó enormes sufrimientos. Los soldados eritreos recibían un buen entrenamiento militar, a la vez que recibían una educación política, que incluía el futuro establecimiento de un régimen democrático. La liberación de la ciudad portuaria de Massawa en febrero de 1990 fue decisiva para la victoria contra Etiopía, ya que impuso un dominio absoluto sobre los movimientos militares etíopes y, en última instancia, obligó al ejército etíope a salir de Eritrea.

¿Cómo se celebró la victoria?

Las celebraciones se prolongaron durante días y noches, pero había mucha ansiedad en medio de la euforia ya que muchos padres, con marcos de fotos en la mano, preguntaban a los combatientes que iban llegando sobre el paradero de sus hijos. La pregunta incesante era «¿Regresaron? ¿Murieron?»

¿Cuándo comenzó el desencanto?

Desafortunadamente, no pasó mucho tiempo antes de que las esperanzas de los excombatientes se desvanecieran. Habían dado todo lo que tenían por su patria: su juventud y su vida, para lograr la independencia. Muchos de ellos querían volver con sus familias, reanudar sus estudios, aceptar trabajos civiles, formar una familia y ayudar a mejorar sus comunidades. Pero a su gran sorpresa ni siquiera les permitieron dejar el ejército. Les volvieron a pedir que se abrocharan el cinturón. Se les ordenó continuar trabajando sin remuneración. Solo recibían comida. Esto duró unos dos años y luego empezamos a recibir algo de dinero.

¿Estaban los dirigentes tan comprometidos como los soldados?

Tan pronto como el país fue liberado, se vio a algunos de los principales líderes en los bares, bebiendo en exceso. En 1993, en vísperas del segundo aniversario de la independencia de Eritrea, los excombatientes protestaron y pidieron a sus líderes que escucharan sus quejas. Obligaron a sus dirigentes a convocar una reunión en el estadio principal de Asmara, la capital: La respuesta que escucharon fue la siguiente «Entendemos sus problemas; es un problema común; resolveremos la situación juntos».

Tan pronto como terminó la declamación, los dirigentes detuvieron en secreto a los líderes de la protesta, uno por uno durante unos días. Poco después, fueron condenados a penas de cárcel que iban de uno a 15 años.

Bartolomé Burgos

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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