La intensa campaña antihutu de Kagame en la República Democrática del Congo: una distracción política criminal

8/09/2016 | Opinión

Desde hace un tiempo, el régimen de Kagame está volviendo a poner en prácticas viejas estrategias para sembrar el caos en la República Democrática del Congo y facilitar así su invasión con la aprobación de sus socios americanos y europeos.

El objetivo final es que las dos provincias Kivu, situadas al este del país y con inmensas reservas minerales, acaben independizándose del gobierno central. De esta manera, se convertirían en territorios vulnerables y de fácil conquista para el régimen de Kagame para beneficio de sus superiores occidentales.

Esta situación sería similar a la ocurrida en Sudan, dónde la división de los territorios no ha hecho más que empeorar la situación. Con éste y otros ejemplos, hemos aprendido que el propósito de los imperialistas son los países africanos de un determinado tamaño territorial en los que se fuerza su ruptura. Esto produce un efecto boomerang en los países cercanos más pequeños por lo que se consigue matar dos pájaros de un tiro. Divide y vencerás es el título del plan que occidente ha diseñado para África.

Contexto

Por un lado, cabe destacar que en 2016 Estados Unidos vivirá unas elecciones presidenciales. Por otro, este mismo año deberían tener lugar las elecciones presidenciales en la RDC, pero esto no va a suceder puesto que los trámites legales e institucionales necesarios para llevarlas a cabo todavía no se han iniciado. En 2017, Ruanda también será testigo de unas elecciones presidenciales. El presidente Kagame ha modificado la constitución para poder seguir en el poder hasta 2034 pero necesita una buena estrategia para poder ganar las elecciones por mayoría, así que ¿qué tal una guerra a escala regional en la que su pequeño país sea percibido como un oasis de paz?

No hace falta decir que los acontecimientos electorales son críticos para la estabilidad de los países, y en especial de la región de los Grandes Lagos. Durante décadas, casualmente los períodos electorales americanos han coincidido con un incremento de crímenes políticos o de intervenciones militares por parte de Ruanda y Uganda en los territorios congoleños.

Dichas intervenciones han sido, directa o indirectamente, llevadas a cabo por grupos rebeldes como el M23, el CNDP o el AFDL que están financiados o afiliados a partidos políticos ruandeses y ugandeses. Cabe remarcar que las consecuencias humanitarias han sido extremadamente catastróficas tanto en números de muertes de civiles como en el número de los heridos graves.

La campaña del odio

¿Cómo han conseguido los líderes del Frente Patriótico Ruandés (partido de Kagame) introducir la campaña del odio a la población hutu en la RDC a la vez que han sido los causantes de las catástrofes humanitarias cíclicas para sembrar el caos y mantenerse en el poder de Ruanda? Manipulando la opinión pública congoleña acerca de los culpables de dichas masacres en el este del país. Kagame ha conseguido criminalizar a los hutus por los atentados que él mismo ha cometido.

kagame-4.jpgDe esta manera, Kagame puede alimentar el odio contra los hutus por toda la RDC y cometer a la vez crímenes masivos y carentes de toda piedad sabiendo que toda la culpa recaerá sobre dicha comunidad. Kagame ya usó estas tácticas para debilitar el gobierno de Habyarimana en Ruanda, cuando asesinó a comunidades tutsi (en concreto, en Abagogwe y en Bugesera) a la vez que asesinaba a dirigentes políticos hutus. De manera que parecía una batalla entre ellos en la que los hutus cargaron con la culpa de todo.

Parece que Kagame se está empleando a fondo junto con sus colegas occidentales para hallar la manera de sembrar el caos en el este de la RDC dónde se encuentran las enormes reservas minerales que Ruanda necesita para su nueva refinería de coltán.

El saqueo de los recursos

Desde el 1 de octubre de 1990 el saqueo, mayoritariamente a las reservas congoleñas y de los países que están en la región de los Grandes Lagos, ha sido prioritario no sólo para Kagame sino para sus aliados occidentales. Y a causa de este propósito, millones de ruandeses, congoleños y burundeses han muerto o han sido esclavizados.

Para la mayoría desinformada de ciudadanos, el Departamento de Inteligencia Militar de Kagame y sus amigos occidentales han encontrado siempre excusas para justificar sus intervenciones en el territorio de la RDC. La última surgida del Foro Económico Mundial reunido en Ruanda en el mes de mayo (en la que asistieron Tony Blair y Howard Buffet entre otros).

Desde la historia inventada de “Banyamulenge” se llegó a la persecución de los hutus por toda la RDC acusados de genocidas; más tarde, el plan fue extender el concepto y etiqueta de diferenciación “tutsi congoleño” llevada a cabo por el M23, y finalmente hoy volvemos a la estrategia del inicio: la culpabilización de los hutus por las masacres continuas en la región de Beni. Lo más grave de todo es que el sistema criminal ideado por Kagame no se detiene ante nada, incluyendo actividades criminales de persecución a todos los refugiados hutus ruandeses de la RDC con el objetivo de echarlos de cualquier país cercano.

Perverso ingenio

Primero fue Zambia. Ahora, la República Democrática del Congo. Y después será la República del Congo. Al parecer, Kagame no puede sentirse políticamente seguro mientras haya un hutu en cualquier parte del mundo. Quizás, por la posible venganza (justificable) que pueda cometer contra él por los crímenes cometidos desde 1990 hasta la actualidad a los supervivientes que aún resisten dentro y fuera de Ruanda.

De la manera más vil, perversa y cínica, el régimen de Kagame ha estado condenando por genocidio al resto de sus vecinos, tanto que hasta se ha convertido en la seña de identidad del partido. Hasta al que fue su socio, Burundi, también le acusa de genocidio contra los ruandeses, y todo porque los burundeses decidieron dejar de formar parte de la alianza en la última operación del M23.

Siendo visible el fracaso de la estrategia contra Burundi, Kagame ha tenido que volver más que nunca a la carga en la RDC con una estrategia menos que convincente pero peligrosa ante una población desinformada que puede creérsela y cumplir con el objetivo del ruandés: incendiar la región entera.

Sembrar el odio contra los hutus de la República Democrática del Congo es una distracción política criminal de Kagame a la que sus colegas dictadores, Kaguta (Museveni) y Kabila, han dado rienda suelta. Los congoleños no ganaran en absoluto nada bueno de este plan porque en lugar de tener a su gobierno centrado en resolver los problemas existenciales que asolan el país como la pobreza endémica, están entretenidos persiguiendo y masacrando a las comunidades hutus. Así, acabaran por perder su país y las vidas de quienes habitan en él.

Rising Continent

[Tradución, Tiziana Parra]

[Fundación Sur]

Autor

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