El líder libio, Muammar Gadafi, protagonizó el día 26 de julio una escena en el resort Speke, durante la cumbre de jefes de estado africanos, en Munyongo, cerca de Kampala, la capital de Uganda, cuando abofeteó a uno de sus ayudantes por haberlo llevado a la reunión a un lugar equivocado.
Se suponía que debería haber estado en el Hall Meera, donde otros presidentes esperaban el comienzo de la reunión, pero sus asistentes de protocolo le llevaron al Victoria Hall.
El coronel Gadafi llegó trotando a través de los amplios terrenos del lujoso resort en un carrito electrónico, algo que se ha convertido en el medio normal de transporte para algunos de los líderes. Después subió la escalera que lleva a la sala victoria, pero a mitad de camino, un guardia presidencial dijo a sus ayudantes que le estaban conduciendo al lugar equivocado.
Gadafi se dio la vuelta y empezaron a hablar en árabe antes de abofetear a su ayudante dos veces, una en cada mejilla.
Sus guardaespaldas lo rodearon para protegerle de los periodistas que se apresuraron a intentar tomar esta foto. Después, volvió en el carro, con sus fornidos guardaespaldas y los guardias presidenciales rodeándole.
Una hora después, volvió y entró en la reunión donde los presidentes estaban discutiendo sobre el asunto del día de la cumbre: salud y desarrollo maternal e infantil.
Los guardaespaldas del líder libio entonces volvieron a entablar una ronda de empujones, apartando a todo el mundo, como habían hecho el día anterior, el domingo día 25 de julio, mientras él entraba en la sala. Apenas habían pasado 30 minutos, se levantó y salió de la reunión dando zancadas, cogió una silla de plástico y se sentó en el jardín, donde dijo a sus ayudantes que llamasen al presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete.
Después les dijo a sus ayudantes que le preparasen un té en una estufa de caracol, comúnmente conocida como sigiri.
“¿Qué está haciendo este hombre?”, dijo un delegado de Suráfrica, mientras muchos delegados se agolpaban para ver qué pasaba.
Su presencia atrajo la atención de los delegados y periodistas que comenzaron a tomarle fotografías, antes de que se levantase enfadado y se escondiera con su silla entre las flores.
La seguridad presidencial de Uganda y los guardaespaldas de Gadafi formaron un cinturón de seguridad alrededor de los jardines, mientras todo esto tenía lugar.
Para la hora de cierre de esta edición, el coronel Gadafi se preparaba para hacer una barbacoa con otros presidentes.
La reunión de la Unión Africana en Uganda llega dos semanas después de que los terroristas somalíes relacionados con Al Qaeda, Al Shabaab, reclamasen el doble atentado en la capital ugandesa, que se cobró la vida de 76 personas, y a la vez que la rama de Al Qaeda del norte de África ejecutase al rehén francés que mantenían secuestrado, en Mali.
Más de 30 jefes de estado de los 53 miembros de la Unión africana se reunieron entre fuertes medidas de seguridad sin precedentes, en la capital de Uganda, con el aumento del impacto del caos somalí en la región en la agenda.
Mientras tanto, el presidente de Zambia, Ruphian Banda desechó enviar tropas a Somalia. Preguntado sobre si Zambia enviaría tropas a Somalia, el presidente Banda dijo a los periodistas que su país “no está en condiciones de desplegar tropas en estos momentos”. El presidente de Zambia condenó el atentado de Kampala, pero señaló que “No tenemos los medios necesarios. Estamos luchando por mejorar las condiciones de nuestro ejército en casa. Enviarlos allí sería muy difícil para nosotros”.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, dijo que muchos de los que están detrás de los atentados de Kampala han sido arrestados y “se está obteniendo muy buena información en los interrogatorios”. Las dos bombas pretendían intimidar a Uganda para que retirase sus tropas de la misión de la UA en Somalia, AMISOM, lo último que queda en pié, entre Al Shabaab y el poder total.
Gadafi, el entretenimiento
Todos los medios y agencias africanos se hacen más eco de las andaduras del “extravagante” líder libio que de los debates y conclusiones de la cumbre. La Agencia de Noticias surafricana SAPA destaca que, “una vez más el inconformista líder libio quiso imponer su autoridad y petrodólares en la agenda de la UA”.
Para el periodista Aaron Maasho, ya es predecible la exhibición itinerante de Gadafi, rodeado de una retahíla de reyes tradicionales, así como jóvenes seguidores, que empapelan la ciudad a la que va con posters del líder y se alinean en la carretera para darle la bienvenida con pancartas. “abriéndose paso entre banderas de color verde, más por la revolución libia que por la UA, Gadafi llegó a la cimbre de jefes de estado flanqueado por coloridos líderes tribales, algunos de los que le coronaron “rey de reyes de África”, en 2008.
Además de sus habituales extravagancias, la crónica de la SAPA destaca que Gadafi dejo claro lo que pensaba del tema oficial de la cumbre de este año, centrado en la salud materno infantil, empeñado en incluir los temas que él considera más importante, como la formación de los Estados Unidos de África, que él está dispuesto a financiar. “¿maternidad y niños?, No somos UNICEF, esas cosas son trabajo de UNICEF”, declaró en Chad, respondiendo a periodistas.
(Daily Nation, Kenia/SAPA, Suráfrica, 27-07-10)
