Religiosas católicas africanas han declarado que la Iglesia tiene la responsabilidad de proteger la dignidad de cada persona, especialmente los niños y los adultos vulnerables, abogando por la importancia de ser responsables de su defensa en las comunidades, parroquias y diócesis.
En una entrevista con Annah Theresa Nyadombo, durante una conferencia reciente que reunió a los obispos de la región de la Asociación de Conferencias Episcopales Miembros de África Oriental (AMECEA) y otros clérigos que se ocupan de la protección de menores en las diócesis, la religiosa señaló que la Iglesia debería estar preocupada más que nunca por la defensa de estas cuestiones.
Nyadombo, que fue nombrada miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores por el Papa Francisco en 2022, declaró a AMECEA Online:
“La Iglesia tiene una historia. En los últimos años, la Iglesia fue condenada por decir que eran abusadores y algunos delitos de abuso infantil que se cometieron en los últimos 30 o 40 años, están saliendo a la luz ahora. Esto significa que debemos estar muy preparados para evitar que esto suceda en el futuro”.
Dado que la Iglesia se centra en la protección, como respuesta a los fracasos del pasado, y también está comprometida con la justicia y la curación de las víctimas, restaurando la confianza y la integridad, la religiosa señaló que se espera que la Iglesia pase de la historia a la comprensión de los mecanismos que se pueden poner en práctica para evitar futuros crímenes.
Nyadombo, pertenciente a las Siervas de Nuestra Señora del Monte Carmelo (HLMC), cuyo papel en la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores es moderar la región africana, subrayó la necesidad de desarrollar capacidades no sólo para los adultos sino también para los niños para que “crezcan con valores morales, respeto y sabiendo que todos necesitan un ambiente pacífico y no permitir que continúe la violencia”.
La religiosa añadió que la misión de la Iglesia tiene sus raíces en las enseñanzas de Cristo y, por lo tanto, cada individuo necesita ser protegido y nutrido garantizando la provisión de espacios seguros donde todos puedan sentirse valorados, escuchados y seguros, de ahí que la necesidad de implementar medidas integrales de salvaguardia tenga como objetivo el proteger a los vulnerables, apoyar sus compromisos morales y garantizar un entorno seguro y de apoyo para todos.
Nyadombo, que trabaja en la Conferencia de Obispos Católicos de Zimbabwe (ZCBC) a cargo de la educación y la salvaguardia como coordinadora nacional agradeció al Papa Francisco la estrategia para corregir algunos de los errores anteriores, incluidos los «abusos físicos, sexuales y espirituales”, y alinear la misión de la Iglesia para reflejar el amor y el cuidado de Cristo.
“Antes era tabú hablar de abusos sexuales o delitos similares. Uno no desearía ser conocido si tal cosa sucediera, sintiendo que están exponiendo su privacidad. Entonces, a través de la educación y otros mecanismos, las personas están listas para expresarse, recibir terapia y curarse”.
Jecinter Antoinette Okoth
Fuente: AMECEA
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