Joseph Sikwese, secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal de Malaui (ECM), ha pedido al Gobierno de Malaui que actúe con celeridad y diligencia para asistir a los desplazados del campamento de Nthunduwala, en Kasungu, en la Región Central.
La Comisión Católica para el Desarrollo de Malaui (CADECOM) está apoyando con la aportación a 220 familias de alimentos y dinero en efectivo. Además, está desarrollando un “Proyecto de Crisis Alimentaria”, que se está desarrollando en 11 distritos y que cuenta con una financiación de 724 millones de kwachas (396.050 €)a través de la ECM.
Sikwese declaró que desde la ECM “no nos cansaremos de luchar por los derechos de estas personas, porque también son malauíes y tienen derecho a disfrutar de todos sus derechos. Y como voz de los que no tienen voz, la Iglesia Católica seguirá apoyándolos hasta que obtengan tierras para su residencia permanente”.
El campamento de desplazados de Nthunduwala se encuentra abarrotado de ciudadanos que fueron desalojados, a mediados de la década de 1990, de las plantaciones de tabaco donde trabajaban como arrendatarios. Más tarde intentaron subsistir en Zambia, para terminar retornando en 2012 a Nthunduwala, un campamento que debería haber sido temporal.
Sikwese señaló que ya “era hora de que el Gobierno cumpla con su palabra y asigne tierras a las familias para que vivan de forma permanente. No necesitamos tener residentes en su propia tierra. Son malauíes y el Gobierno tiene el deber y la responsabilidad de cuidar de ellos”.
Stanley Lyson Nkhoma, líder del campo de desplazados, agradeció los apoyos recibidos y declaró:
“No tenemos campos para cultivar. Esto nos hace más vulnerables porque literalmente debemos esperar a que lleguen los artículos de socorro para sobrevivir”.
Watipaso Mzungu
Fuente: AMECEA
[CIDAF-UCM]