Tras dos años de conflicto entre el gobierno etíope y las fuerzas de Tigray, que ha provocado la pérdida de miles de civiles y el desplazamiento de muchas personas, los representantes de ambas partes se han reunido por primera vez en Pretoria, Sudáfrica, para mantener conversaciones formales de paz, un gesto que ha dado esperanzas a los ciudadanos etíopes.
Las conversaciones de paz, cuyo objetivo es mediar en los retos a los que se enfrenta el segundo país más poblado de África y encontrar una solución sostenible al conflicto, comenzaron el martes 25 de octubre. La mediación de las conversaciones corre a cargo de un equipo de la Unión Africana, dirigido por el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, con el apoyo del exlíder keniano Uhuru Kenyatta y la ex vicepresidenta sudafricana Phumzile Mlambo-Ngcuka.
El 26 de octubre, el obispo Markos Ghebremedhin, vicario apostólico del vicariato de Jima Bonga, habló con AMECEA en línea sobre la situación de Etiopía y apreció la iniciativa de celebrar conversaciones de paz, señalando que es un paso importante para el país.
«Durante los dos últimos años hemos vivido situaciones desagradables y desgarradoras. La gente ha perdido sus vidas, sus propiedades y muchos han sido desplazados. Tenemos la esperanza de que estas conversaciones de paz avancen después de recibir la noticia de que los líderes políticos de Etiopía fueron a Pretoria, en Sudáfrica, para iniciar las primeras conversaciones de paz. Rezamos y esperamos que el resultado sea para el mejoramiento de todo el país. Esto es lo que todo el mundo busca, que se restablezca la paz en el país para que podamos construir nuestra nación».
En su Mensaje del domingo 30 de octubre, durante el Ángelus, el Papa Francisco instó a las partes interesadas en Etiopía a «poner fin al sufrimiento de la población indefensa y a encontrar soluciones equitativas para una paz duradera en todo el país […] Sigo con inquietud la persistente situación de conflicto en Etiopía. Una vez más, repito con sincera preocupación que la violencia no resuelve la discordia, sino que sólo aumenta las trágicas consecuencias […] Que los esfuerzos de las partes por el diálogo y la búsqueda del bien común conduzcan a un verdadero camino de reconciliación. Que nuestras oraciones, nuestra solidaridad y la necesaria ayuda humanitaria no falten a nuestros hermanos y hermanas etíopes, que tan duramente son probados.
Jecinter Antoinette Okoth
Fuente: AMECEA
[CIDAF-UCM]