La poderosa Iglesia Católica en la República Democrática del Congo (RDC) ha cancelado las marchas conmemorativas de febrero siguiendo las recomendaciones del Vaticano debido a las tensiones electorales de este año.
La iglesia había organizado reuniones y marchas conmemorativas «pacíficas» para el 16 de febrero como recordatorio de la «Marcha de los cristianos» de 1992, que fue violentamente reprimida por el régimen del antiguo dictador Mobutu Sese Seko.
«Esta iniciativa ha provocado reacciones dispares y desproporcionadas por parte de nuestros compatriotas», declaró monseñor Nicolás Djomo, de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO), en una carta a los sacerdotes de todo el país.
La carta decía que la «Santa Sede recomendaba la suspensión de las iniciativas que pudieran ser manipuladas con fines políticos».
El presidente Joseph Kabila ha llamado a un «diálogo nacional» para ayudar a garantizar «elecciones pacíficas», pero la oposición dice que se trata de una estrategia para eludir la Constitución y presentarse a un tercer mandato de cinco años.
Gran Guerra de África
El sábado, una nueva agrupación anti-Kabila llamada Front Citoyen 2016 que agrupa partidos políticos y asociaciones había dicho que se uniría a las marchas conmemorativas de febrero.
Y el martes, el partido del gobierno convocó a una marcha por la paz el mismo día de las manifestaciones conmemorativas.
Mons Djomo dijo que la decisión de la iglesia pretendía evitar «posibles enfrentamientos» durante la marcha. «Siendo conscientes de que nuestra iniciativa corre el riesgo de posibles enfrentamientos … Parece prudente aplazar esta marcha.»
Al presidente Kabila se le pidió acceder al poder en 2001 a la edad de 29 para reemplazar a su padre asesinado, Laurent Desire-Kabila, durante la Segunda Guerra del Congo, también conocida como la Gran Guerra de África. El conflicto involucró a más de media docena de países hasta el año 2003, en parte porque querían una participación en la fabulosa riqueza mineral de la República Democrática del Congo, y dejó más de tres millones de muertos.
El presidente Kabila asumió su primer mandato electo en 2006, bajo una nueva constitución supervisada por la ONU, que preveía dos mandatos de cinco años en la gran nación de unos 81 millones de personas.
Se estima que el 80% de la población es cristiana, con diferentes denominaciones y la mitad de ellos son católicos romanos.
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Fundación Sur