El Tribunal Supremo de Apelaciones de la ciudad surafricana de Bloemfontein, en el estado de Orange Free, se convirtió en un enjambre de oficiales de seguridad, el viernes 28 por la mañana, antes de la apelación contra la sentencia del Tribunal superior que favorecía al líder del Congreso Nacional Africano, Jacob Zuma.
La Autoridad Fiscal Nacional, NPA, pretende, con esta apelación, logar que se revoque la sentencia del Tribunal Superior de Pietermaritzburg, del 12 de septiembre, emitida por el juez Chris Nichloson, quien dictaminó que la decisión de la NPA de acusar de corrupción a Zuma era ilegal porque no se le había permitido tener representación ante la fiscalía, antes de ser acusado.
El caso será analizado por cinco jueces, y también acudirán el ex presidente Thabo Mbeki, el presidente del ANC, Zuma y la NPA. Los policías y oficiales de seguridad superaban en número a los periodistas pero, a las 8 de la mañana, no había señales de la muchedumbre de partidarios del ANC, que prometieron manifestarse a las puertas del juzgado.
La calle de frente al Tribunal había sido cortada y la policía estaba desplegada por todos los alrededores del edificio judicial, como anticipación a lo que otras veces han hecho los seguidores de Zuma, permaneciendo a las puertas de los juzgados y celebrando vigilias nocturnas en el lugar.
Zuma se enfrenta a cargos de chantaje sistematizado, cuatro cargos de corrupción, un cargo de blanqueo de dinero y 12 cargos de fraude. Los abogados del ex presidente, Mbeki, también tendrán 45 minutos para argumentar por qué debe permitirse a Mbeki que intervenga en la batalla entre la NPA y Zuma, o al menos ser admitido en la refriega legal, como amigo de la corte.
Mbeki quiere que se le permita cuestionar las interferencias de mediación política de las que le acusó el juez Nicholson, lo cual, según Mbeki, hicieron que el ANC le exigiera la dimisión como presidente del país.
(African Press Agency, 28-11-08)