La falta de trabajo y oportunidades conduce a los jóvenes, sobre todo en África, con una media de edad de 19 años, a la desesperación, y por tanto, a: la criminalidad, arriesgar sus vidas cruzando desiertos y mares, o a meterse en los grupos islamistas que van pululando en África, en Oriente Medio y en otras regiones del mundo.
Los desesperados intentos de tantos jóvenes sub-saharianos por llegar a Ceuta, Melilla o Lampedusa, demuestra el grado de frustración que están viviendo, así como su afán de superación.
Lo grave es que este sistema financiero neoliberal, injusto en su raíz, como lo afirma el Papa Francisco, busca siempre favorecer a la minoría que controla el capital y los recursos, abandonando a la inmensa mayoría de la sociedad condenada a vivir de las migajas que caen de la mesa de los “ricos epulones del momento”.
Este es el sistema del “descarte”, y de la marginación sistemática de la mayoría.
Este sistema financiero actual está bien controlado por del Banco Mundial, el FMI, el BCE, otros Bancos nacionales y las grandes Multinacionales globales.
La mayor parte de los Gobiernos, las Naciones Unidas y las ONG, están atrapados en las redes de los poderes financieros mundiales, que dictan las “reglas del juego”.
Son muchas las personas que, ante este sistema injusto y feroz, se sienten sin esperanza y frustradas, e incluso conducidas a la violencia, adicciones, etc.
¿Existe alguna salida realista de esta masiva esclavitud?
Ciertamente que si existe. ¿Quién alimenta esos bancos y multinacionales?. ¿Quien elige esos gobiernos?. ¿Quién compra y gasta de esas multinacionales?
Todo el poder está en nuestras manos. He visto caer a petroleras en Irlanda, porque la sociedad las puso en la “lista negra” de graves abusos de Derechos Humanos. He visto a compañías de chocolate famosas derrumbarse también en Irlanda, porque la sociedad compraba similares productos locales. He visto compañías de tejidos cerrar, porque los clientes se habían marchado a otras más honradas.
Es hora de elegir líderes profesionales y honrados, a poder ser fuera de los partidos y estructuras políticas actuales, para que gestionen los recursos comunes con integridad, en colaboración con la sociedad y no con sus partidos.
También es hora de apoyar las pequeñas y medianas empresas locales para potenciar alternativas reales y más humanas, en los diferentes campos de la industria.
Al mismo tiempo podemos apoyar a los bancos éticos, de tipo cooperativa, que ya existen, el comercio justo que sigue creciendo y los productos locales por encima de los importados.
Hemos dado demasiado poder a los políticos y sus partidos que actúan como verdaderos demagogos y nos quieren adoctrinar todos los días, si les dejamos. Intentan «politizar» toda la vida humana y social de los ciudadanos.
No nos engañemos, la mayoria los lideres políticos actuales, del cualquier partido, son y actúan como “los mismos lobos, aunque con distintos collares”.
Podemos escuchar quejas entre los ciudadanos todos los dias, pero seguimos dejando el poder en manos de los políticos y banqueros.
Es hora de un compromiso conjunto por lo que creemos: elegir líderes más íntegros y estructuras más justas y humanas, por los medios arriba expuestos, y otros nuevos, para aislar al mismo tiempo a los opresores y corruptos.
Es cuestión de respetar nuestra dignidad humana y la de tantos millones de “descartados”.
