La esclavitud moderna es un crimen que afecta a todos los países del mundo. Desde 2016 hasta 2019 se han encontrado víctimas de la esclavitud moderna en muchas industrias como en la fabricación de prendas de vestir, minería o agricultura en muchos contextos que van desde lo privado hasta incluso asentamientos para desplazados internos y refugiados.
Se han identificado casos en la industria pesquera tailandesa, la minería de Corea del Norte, las casas diplomáticas australianas, estaciones de lavado de coches en Reino Unido o el cultivo de cacao en Costa de Marfil. La esclavitud moderna nos afecta a todos, desde los alimentos que consumimos hasta los bienes que compramos por lo que es responsabilidad de todos abordarla y eliminarla.
África es el continente que alberga un mayor número de países y cuya población supone cerca del 16 % de la población mundial. Esta región es muy diversa en términos de historia, desarrollo, personas, culturas y religión.
En el año 2016, aproximadamente 9,2 millones de hombres, mujeres y niños vivían en esclavitud moderna en África, lo que supone un 23 % del total mundial. El continente africano cuenta con la tasa más alta de prevalencia, con un total de 7,6 personas viviendo en esclavitud por cada 1.000. De esta manera, países como Eritrea, Burundi, República Centroafricana, Mauritania y Sudán del Sur se encuentran dentro de los diez países con una mayor prevalencia de la esclavitud moderna en África.
El índice de matrimonio forzado es de 4,8 víctimas de cada 1.000 personas y suma un total del 63% en toda la región.
Un índice menos elevado es el del trabajo forzoso estimado en un total de 2,8 víctimas por cada 1.000 personas que afecta a un 37% de la población africana.
Cerca de la mitad del total de víctimas de trabajos forzosos (54%) están explotadas para pagar sus deudas y las proporciones entre hombres y mujeres son las mismas. Se estima que cerca de 400.000 personas han sido víctimas de la explotación sexual en África, obteniendo así un 8% del total de víctimas de explotación sexual forzada y explotación sexual comercial de niños en todo el mundo.
En países como Eritrea, Burundi o la República Centroafricana se han registrado el mayor número de víctimas de la esclavitud moderna. Sin embargo, Nigeria y la República Democrática del Congo suman el 26,3 % del total de todas las víctimas en África. Es necesario tener en cuenta que existen muchas limitaciones y que, debido a factores como los conflictos internos de los países, no se han podido recabar todos los datos necesarios en zonas como Libia, Sudán del Sur o algunas partes de Nigeria.
Vulnerabilidad
Las estimaciones de prevalencia se basan en los hallazgos de las mediciones de vulnerabilidad, donde la región tiene la puntuación de vulnerabilidad promedio más alta alcanzando un 62 %.
La región de África ha tenido un desempeño relativamente pobre en temas de gobernabilidad y necesidades básicas. Estas clasificaciones reflejan los desafíos que siguen afectando a ciertos países como son la asignación de recursos, una gobernanza eficaz y la aceptación de las minorías. De esta manera, los países con un mayor nivel de vulnerabilidad son: la República Centroafricana (100 %), Sudán del Sur (94,7 %) y la República Democrática del Congo (91,7 %). Por otro lado, aquellos con un menor nivel de vulnerabilidad registrado son Túnez (39,2 %) y Mauricio (21,2 %).
Respuesta de los gobiernos
Los gobiernos desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y la aplicación de leyes, políticas y programas necesarios para prevenir y responder ante la esclavitud moderna.
Este índice se obtiene tras la evaluación de la información de cada uno de los países en materia de implicación del gobierno y sus medidas contra la esclavitud entre otros factores. Esta clasificación se representa mediante letras de mayor a menor respuesta: “AAA”, “AA”, “A”, “BBB”, “BB”, “B”, “CCC”, “CC”, “C” y “D”.
Si bien es cierto que la región cuenta con una clasificación media de “CC”, hay que mencionar que ha habido mejoras significativas en países específicos así como una tendencia a fortalecer la legislación moderna sobre la esclavitud.
Países como Túnez o Costa de Marfil han pasado de una clasificación de “CCC” a una “B”. Un total de seis países han fortalecido sus leyes en materia de esclavitud desde 2016. Los últimos en incorporarse han sido Costa de Marfil y Marruecos. También se cuenta con varios organismos regionales que han sido proactivos en la respuesta a la esclavitud moderna.
Por otro lado, países como la República Centroafricana o Mauritania han bajado de una “C” a una “D” y de una “CC” a una “C” respectivamente. Entre los países con una respuesta del gobierno de menos de 10 puntos (D) encontramos a Guinea Ecuatorial, Eritrea, República Centroafricana y Libia.
Hay que tener en cuenta que algunos factores como la limitación de recursos o los conflictos también dificultan la respuesta a la esclavitud en la región africana.
Fuente: The Global Slavery Index
[Edición y traducción, María Murillo Luque]
[Fundación Sur]
Artículos relacionados:
– Rescatan a 216 víctimas de trata de personas en Benín y Nigeria
– La esclavitud moderna de las recolectoras de fresas
– La difícil lucha contra la trata de niños en Gabón
– Lucha contra la trata de seres humanos en Marruecos
– La «fuga de cerebros» está socavando el África subsahariana
– La pesadilla de la trata de personas en Sudáfrica
– Esclavitudes modernas : El Tráfico de mujeres en Nigeria
– Esclavitudes en África alternativas de transformación