Un problema estructural

La educación en Sudáfrica es un problema estructural y latente desde hace muchos años. Un sistema educativo desigual que no está pensado para toda la población debido a las tasas que hay que pagar y los diversos gastos que conlleva la vida universitaria: acomodo, comida, material escolar, entre otros. Además, un sistema educativo que no cuenta con el presupuesto necesario para hacer frente a las matrículas y becas de los múltiples jóvenes que quieren estudiar un grado universitario, y unos mecanismos de financiamiento precarios que provocan grandes deudas a los estudiantes. Incluso en algunas situaciones debido a la mala gestión de las financiaciones, muchos estudiantes pierden las becas y son expulsados, no pudiendo terminar sus carreras universitarias. Por ello, desde la democratización del país, el sector más desfavorecido de la población ha luchado por una educación pública.

Así, en el transcurso de este tiempo reivindicativo, los estudiantes han utilizado las “canciones protestas”, una característica de la población sudafricana durante el trágico periodo del apartheid. Sin embargo, los jóvenes universitarios han sabido amoldar las letras populares de estas canciones históricas para mantener la motivación de las protestas. Así, el análisis de alguna de ellas permite entender qué demandan los estudiantes y, de algún modo, alguno de sus sentimientos y el malestar heredado de los tiempos coloniales.

Canción “Iyoooooooh Solomon”

Esta canción se centra en conmemorar la vida del héroe nacional Solomon Kalushi Mahlangu. Este joven fue un activista que luchó por la libertad del país, sin embargo, fue ejecutado a los 22 años por el gobierno del apartheid. Su cita más famosa es: “dile a mi gente que les amo y que deben continuar la lucha, mi sangre nutrirá al árbol que dará los frutos de la libertad”. Cabe destacar que la historia del joven se llevó a la gran pantalla en 2016 bajo el título «Kalushi«.

Canción “Shiwelele”

Esta canción está relacionada con el establecimiento del Comando Estudiantil del partido político los “Luchadores por la Libertad Económica”. Así, la canción evoca que los estudiantes van a conseguir estudiar aunque sea por la fuerza, que deben mantenerse unidos y que la administración juega con ellos, con los manifestantes.

Canción “Amalungelo”

Esta cancion reivindica la lucha por los derechos de las personas. En esta ocasión ha sido utilizada para luchar por el derecho a la educación en un país democrático en el que hay que pagar por todos los derechos, entre ellos: la comida, el acomodo, el agua, etc.

De este modo, las manifestaciones por una educación para todos no es algo novedoso. Ya en el periodo de tiempo comprendido entre 2015 y 2017, múltiples estudiantes llevaron a cabo diversas manifestaciones bajo el lema “Las Tasas Deben Caer” con el objetivo de establecer una educación más accesible para todos los sudafricanos. No obstante, Adam Habib, quien fuera el director de la Universidad de Wits en Johannesburgo (2013-2020), permitió la represión brutal de estas protestas que dejaron a centenares de jóvenes malheridos, una situación que recuerda a los sucesos que hoy vive Sudáfrica.

Irónicamente, Habib es el actual director de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de la Universidad de Londres. De hecho, la propia escuela anglosajona le presentaba de la siguiente manera:

“Su registro de liderazgo en Sudáfrica, su pedigrí académico, su compromiso infranqueable con la diversidad y la igualdad, su sabiduría, su compromiso con la comunidad estudiantil y su visión en temas tan importantes como la descolonización, le hacen como un perfecto candidato para los valores que representa la SOAS”.

Una descripción de Habib que los estudiantes más desfavorecidos de Sudáfrica cuestionan. Así, el consentimiento de éste a que las fuerzas de seguridad del Estado entrasen en el campus de la Universidad de Wits para terminar con las protestas estudiantiles avalan las dudas. Del mismo modo, el encarcelamiento, la hospitalización y la intervención quirúrgica de cientos de jóvenes sudafricanos hacen cuestionar la decisión de la SOAS y hacen vislumbrar la magnitud del problema educativo en el país.

Finalmente, pese a la concesión de algunas demandas estudiantiles durante este 2021, el estallido de nuevas protestas hacen presagiar que si no se soluciona el problema de raíz, las manifestaciones juveniles se seguirán sucediendo hasta que la educación sudafricana sea para todos.

Tshirelesto Mati

Fuente: Media for Justice

[Traducción y edición, Mikel Corada Cabanellas]

[Fundación Sur]

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