La división aumenta mientras Egipto y Sudán demoran la firma del Pacto de la Cuenca del Nilo

3/03/2009 | Crónicas y reportajes

Desacuerdos en cuanto a la seguridad del río Nilo han dividido a los países miembros de la cuenca del Nilo ya que el plazo de suscripción al acuerdo de cooperación ha vencido.

El acuerdo sobre el Marco de Cooperación de la Cuenca del Río Nilo busca establecer una Comisión permanente de la Cuenca del río Nilo a través de la cual los países miembros actuarán conjuntamente para administrar y desarrollar los recursos del río.

No obstante, aún no se ha podido alcanzar ningún pacto en este ámbito ya que Egipto y Sudán son reacios a firmar el acuerdo.

El acuerdo de 39 artículos tendría que haber sido adoptado por todos los países de la cuenca antes de junio del año pasado para, posteriormente, ser ratificado antes de entrar en vigor como tratado internacional.

Hasta la fecha, siete de los nueve países de la cuenca del Nilo han aprobado el nuevo acuerdo, mientras Egipto y Sudán se niegan a hacerlo.

Los nueve países son Ruanda, Kenia, Uganda, Tanzania, República Democrática del Congo, Sudán, Etiopía, Egipto y Burundi.

En las III Fiestas del día del Nilo que tuvieron lugar en Buyumbura (Burundi) durante un fin de semana, coincidieron varios funcionarios del gobierno e interesados que culparon a los dos países por haberse negado a adoptar el acuerdo.

Yves Sahinguvu, vicepresidente de Burundi, condenó en la Comuna de Tutovu en Burundi Saturday la demora en la firma del acuerdo diciendo que su país “es firme partidario de que los países de la Cuenca el Nilo concluyan rápidamente las negociaciones sobre el marco de cooperación que empezaron hace diez años y de que lo firmen lo antes posible”.

“Deberíamos establecer una base legal a nuestra cooperación para actuar todos juntos y adoptar retos que se presentan frente a nosotros para el desarrollo de nuestro pueblo”, dijo el vicepresidente a los participantes.

Con argumentos similares, el Presidente del Discurso del Nilo, Oweyegha Afunaduulu hizo hincapié en que “los planes están en proceso para facilitar el diálogo sobre los proyectos de cooperación entre los interesados y las comunidades; y es por esto que la presión para firmar el acuerdo está aumentando”.

Por otra parte, el director ejecutivo de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, Henriette Ndobe, dijo que después de muchos años de negociaciones del pacto, lo que se pretende en la actualidad es la firma y ratificación del acuerdo.

“La decisión que tienen que tomar los países es muy importante. Para todos es una decisión vital y única de actuar con independencia de la historia, la geopolítica y los límites soberanos y políticos. A través de una cooperación cada vez mayor, la decisión será, a largo plazo, buena en todos los ámbitos nacionales”.

La firma del acuerdo aseguraría la existencia de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo.

El nuevo acuerdo sobre el Marco de Cooperación tendría que haber sido firmado en septiembre de 2007 pero se retrasó debido a la falta de consenso en algunos artículos del acuerdo.

Se supone que el nuevo acuerdo remplazará al anterior, que data del año 1929, pero Egipto y Sudán se oponen a ello por miedo a que restrinja su acceso a las aguas el Nilo.

Artículos polémicos

La solidez del nuevo tratado se basa en los cinco artículos principales que han traído consigo un debate acalorado entre los países miembros.

Entre las disposiciones más polémicas se incluye el artículo cuatro, que trata del uso equitativo y razonable de las aguas del Nilo; el artículo cinco, que trata sobre la prevención del daño a las aguas; el artículo seis, que trata sobre la protección y conservación de la cuenca y su ecosistema; y el artículo ocho, que dispone que antes de utilizar las aguas se obtenga un consentimiento previo informado.

Esta nueva formulación frena lo dispuesto en el Tratado de 1929, donde requerían a los países ribereños pedir permiso antes de utilizar las aguas del Nilo.

La producción agrícola de Egipto y Sudán dependen del Nilo casi en su totalidad, además son los que más utilizan los 6.700 kilómetros de aguas del río. La cuenca del Nilo, el río más largo del mundo, tiene una extensión de tres millones de kilómetros cuadrados aproximadamente.

No obstante, el conflicto de las aguas se halla en su mayoría en el artículo catorce, que ha quedado sin resolverse. Es este problema del artículo catorce, que trata sobre la seguridad hídrica y que está aún sin determinar, el que hace que las negociaciones no hayan avanzado mucho en cuanto a los beneficios reales de los países que se encuentran en la parte baja del río.

El artículo señala: “Teniendo en cuenta las disposiciones de los artículos cuatro y cinco, los estados de la Cuenca del Nilo admiten la importancia vital de la seguridad hídrica para cada uno de ellos.

Los estados también reconocen que la gestión y desarrollo del sistema de las aguas del río Nilo por parte de todos facilitará que se pueda llegar a conseguir seguridad en sus aguas así como beneficios.

Por consiguiente y con ganas de cooperar unos con otros, los países de la Cuenca del Nilo acuerdan trabajar juntos para garantizar que todos los estados logren y mantengan la seguridad y el provecho de las aguas”.

Todos los países acordaron esta disposición excepto Egipto y Sudán que querían que la última parte del artículo se reformulara como “no afectar negativamente a la seguridad hídrica así como a los presentes usos y derechos de cualquier país de la Cuenca del Nilo”.

Ruanda, Burundi, Etiopía, Kenia, Uganda, Tanzania y la República Democrática del Congo han rechazado esta reformulación del artículo y no se sabe si el acuerdo seguirá adelante.

El rechazo de Egipto

Mientras que los demás países han mantenido sus posturas, Egipto y Sudán han estado presionando para reafirmar el antiguo tratado que sólo les favorecía a ellos.

Sin embargo, Egipto niega haber frustrado el acuerdo alegando que sólo estaba poniendo en duda algunas de las disposiciones.

El año pasado, el Canciller de la embajada egipcia en Kigali, M.H. Kandil Kandil, dijo en una entrevista que el problema estaba en algunas disposiciones del acuerdo y que estaban intentado alcanzar un consenso con sus países hermanos.

Negó todas las acusaciones vertidas por los demás países ribereños que acusan a Egipto de mirar sólo por sus intereses.

“No nos negamos a firmar en ningún momento, somos los iniciadores del acuerdo y estamos promocionándolo para que sea firmado con la mayor brevedad posible”, dijo a The New Times en 2008.

Egipto tiene garantizado el acceso a 55.500 millones de metros cúbicos de agua de los 84.000 metros cúbicos totales.

Las negociaciones para el Marco de Cooperación empezaron en 1997 con un equipo de expertos que analizaron los precedentes internacionales como la Convención sobre el Derecho de los Usos de los Cursos de Agua Internacionales para Fines distintos de la Navegación y la experiencia en otras cuencas.

Edwin Musoni

Artículo publicado en The New Times, Ruanda, el 23 de febrero de 2009.

Traducido por Raquel Barrajón, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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