La diversidad exige respeto al bien común para potenciar convivencia y progreso

27/05/2019 | Editorial

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Nos vamos acostumbrando y gozamos cada día de una mayor diversidad: humana, cultural, política, deportiva, digital, étnica, religiosa, musical, tecnológica, ecológica, lúdica, gastronómica, etc.

Esta diversidad de opiniones, convicciones, experiencias y comunicaciones, es fuente de alegría y de enriquecimiento mutuo.

¿Por qué entonces, encontramos tanto enfrentamiento y hasta descalificación y comportamientos ofensivos, en los medios de comunicación, líderes políticos, mesas redondas, entrevistas, o encuentros informales, al hablar con personas que son diferentes?

¿Por qué algunos intentan justificar palabras y comportamientos ofensivos y denigrantes, con el conocido derecho de la libertad de expresión?

La respuesta es sencilla en principio: porque a veces nos falta el respeto a los demás, y el respeto a la convivencia en sociedad. Parece como si algunas personas no llegaran a aceptar, que la convivencia en sociedad conlleva algunas obligaciones, exigidas por el bien común.

Toda libertad individual debe respetar lo que exige el bien común. Es necesario un equilibrio entre la libertad y la justicia social, entre lo bueno para mí y para los demás.

Cuando olvidamos este bien común, la vida en sociedad se vuelve muy arriesgada y se deshumaniza. Cuando vendemos armas, somos cómplices de la violencia causada.

En algunos medios de comunicación y en demasiados políticos, se valora más el beneficio económico y el poder, que el respeto a la dignidad de otras personas. Se cultiva y se abusa de lo morboso, de lo ofensivo y de lo que hace daño a ciertas personas y convicciones religiosas, para atraer clientes y votos.

Con eslóganes como “esto es democracia, esto es libertad, esto es legal” intentamos justificar todo lo que nos conviene individualmente, aunque sea ofensivo para el bien de los demás. Hay leyes, palabras y acciones, que son legales, pero que a veces, no son éticas y perjudican el bien común.

La libertad humana es uno de los derechos fundamentales, que más es oprimido y pisoteado en muchas culturas y gobiernos, porque no cuenta la dignidad humana o el bien común.

En esta convivencia intercultural de hoy, debemos aprender a gozar y respetar la inmensa diversidad en todas sus formas, buscando siempre convivencia y progreso.

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