La presidenta de la Comisión de Crímenes Económicos y Financieros, EFCC, de Nigeria, Farida Waziri, ha culpado a la comunidad internacional de frustrar la guerra de Nigeria contra la corrupción, en una rueda de prensa con motivo del cumplimiento de un año al frente de la Comisión.
Warizi ha señalado en Abuja, capital de Nigeria, que el que la comunidad internacional de beneficie de las recaudaciones del crimen en Nigeria, hace pensar que sus intereses son contrarios a la cooperación con la persecución de los acuerdos poco fiables realizados en el país africano.
La presidenta de la EFCC afirmó ante los periodistas que la comunidad internacional “conoce aquello de lo que se está beneficiando, de los beneficios que da la corrupción, por lo que no toman medidas contra ello” y lamentó que la corrupción niegue a la gente los bienes básicos, asegurando que “la mayoría de los nigerianos que están siendo investigados por saquear los fondos públicos tienen su dinero en cuentas bancarias en el extranjero, y montan empresas en el extranjero, mientras que los nigerianos de a pie, no tienen cubiertas ni siquiera sus necesidades básicas”.
“Ellos tienen registradas las actividades de los nigerianos ahí afuera y también de las transferencias ilegales de dinero a sus países, pero les conviene, y por eso se callan”.
La Comisión está empezando a investigar las propiedades, para evitar las transferencias de dinero a las que se pueda seguir la pista. Waziri señaló que el proyecto de ley de confiscación de activos no condenados, promovido por la EFCC, reducirá la prevalencia de las prácticas corruptas, porque les quitará incentivos. El proyecto de ley está diseñado para permitir la confiscación de propiedades que se haya demostrado que han sido adquiridas con dinero proveniente de la corrupción, incluso cuando la EFCC no haya podido lograr una condena judicial. Waziri lamentó que el problema más grande al que se enfrentan los organismos anticorrupción es el periodo de tiempo tan largo que necesitan los tribunales para decidir sobre los casos.
Por otra parte, la presidenta de la EFCC insistió en que ella no había sido nombrada para proteger a los ex gobernadores a los que estaba investigando su predecesor, Muhu Ribadu, y aseguró que la EFCC todavía está recopilando pruebas contra algunos de los gobernadores, como el de Lagos y el de Rivers.
“Si mi predecesor dejó 31 casos abiertos y el rumor es que yo voy a acabar con la guerra contra la corrupción, lo que tengo que hacer es seguir con estos casos, para llevarlos ante los tribunales, entonces la gente me admitirá, pero tengo que trabajar día y noche para sacarlos adelante. Estos casos siguen su curso”.
(Daily Independent, Nigeria, 10-06-09)
