Los ugandeses han sido privados de los derechos humanos básicos. La libertad de reunión y participación política, la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de orientación sexual, el estado de derecho y el fraude electoral, entre otros. ¡Conciencie a la gente! #Wearemovingadictator.

Uganda quiere un cambio

Museveni se ha declarado ganador de las elecciones de 2021 a pesar de las pruebas de fraude electoral. Ya es hora de que los donantes de desarrollo de Uganda en general, y el gobierno de Estados Unidos en particular, dejen de financiar la represión. Uganda es uno de los principales receptores de ayuda del mundo, recibiendo ayuda de países como Estados Unidos, Reino Unido, la UE, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Australia, el FMI, el Banco Mundial, etc. Hace tiempo que el mundo debería de haber dejado de subvencionar la opresión en Uganda y de alimentar la inestabilidad que ésta produce. El régimen de Museveni se mantiene gracias a los aproximadamente 2.000 millones de dólares de ayuda que recibe anualmente de las principales instituciones mundiales. Si la ayuda económica no cesa, Museveni seguirá persiguiendo a personas y opositores políticos como Bobi Wine, mientras los ciudadanos estadounidenses siguen pagando la factura.

A lo largo de los años, Museveni no solo ha conseguido posicionarse como aliado militar, sino que ha hecho de Uganda nación favorita para el desarrollo de muchos gobiernos occidentales, que miran hacia otro lado con respecto al horrendo historial de derechos humanos del presidente ugandés. El régimen de Museveni se mantiene seguro en el poder, en gran parte, por el apoyo que recibe y a su aceptación del capitalismo/neocolonialismo occidental. Museveni también ha abrazado las reformas económicas neoliberales que han sido duras para los pobres, pero que han hipnotizado a instituciones como el Banco Mundial.

Como resultado, el presupuesto militar de Uganda ha crecido constantemente a lo largo de los años. Pasó de 24 millones de dólares en 1992 a casi 400 millones de dólares en 2020, a pesar de que la pobreza se agudizó, los servicios sociales se atrofiaron y los derechos humanos básicos y los parámetros de buen gobierno no se cumplieron debido a su larga y cuidadosamente elaborada imagen de aliado militar estadounidense.

A pesar de estos horrendos crímenes contra los ciudadanos ugandeses, los fondos internacionales han seguido fluyendo hacia el gobierno de Museveni. En mayo de 2020, el Banco Mundial anunció un paquete de ayuda de 300 millones de dólares para el alivio de la crisis de la covid-19. Varias pruebas sugieren que este dinero se desvió para financiar la militarización de todo el país para reprimir a Wine y a quienes exigen unas elecciones justas y un cambio. Esta práctica en Uganda ha sido ampliamente documentada.

@Redpearlmvmt (Cuenta de la diáspora ugandesa)

– Fuentes empleadas por redpearlmvmt:

• Smith, Jeffrey (2020) Opinion: The Ugandan opposition leader survives an attack. The U.S. needs to take a stand. The Washigton Post. Disponible en: https://www.washingtonpost.com/opinions/2020/12/02/uganda-bobi-wine-attacked-us-human-rights/

• Wine, Bobi (2020) The West Helped Cripple Uganda’s Democracy. Foreign Affairs. Disponible en: https://www.foreignaffairs.com/articles/africa/2021-01-13/west-helped-cripple-ugandas-democracy

Fuente: Redpearlmvmt-Imagen: @afrikancare en Redpearlmvmt

[Traducción y Edición, Irene Ruzafa Martín]

[Fundación Sur]

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