La desigualdad escandalosa en la distribución de recursos delata la mayor esclavitud de este siglo, en África y en el mundo.

31/07/2015 | Editorial

Solo en Madrid se cuenta más de 330.000 personas bajo el umbral de la pobreza severa. Y España, según el último informe de Eurostat, es, después de Letonia, el país con mayor desigualdad en el reparto de la renta en la UE.

África es el continente más bello por la inmensa diversidad de sus pueblos, por sus imponentes paisajes, montañas, ríos, fauna, flora y animales exóticos. La realidad Africana es sin embargo dramática, por los más de trescientos millones de personas viviendo con menos de un dólar al día, treinta millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición y el 43% de la población no tiene agua potable.

En Kampala, los políticos, financieros y muchas ONG se reúnen regularmente en los hoteles de cinco estrellas, mientras que el 76% de las personas y familias, aglomerados en los barrios que rodean la capital, sobreviven con menos de 1$ por día. Lo sorprendente es que estas familias empobrecidas, gastan más en la renta de la choza, ropa, educación, que en la propia alimentación.

Se conoce que una séptima parte de la población mundial vive en la pobreza, es decir casi 1.000 millones de personas, y los niños a menudo son los primeros en sentir los efectos de la pobreza, ya que son forzados a vivir con una mala nutrición o a dejar la escuela para trabajar y ayudar a sus familias.

Una característica del modelo social capitalista actual, es la desigualdad en el reparto de los recursos económicos y en la distribución del poder.

Mientras que el capital, y todos los políticos y financieros que viven del mismo sistema, salen de la crisis, las condiciones de vida de la mayoría empeoran en todo el globo.

Como el mismo Marx, muchos tecnócratas creen, que la pobreza y el hambre se solucionarán con los nuevos avances científicos y tecnológicos. Marx y los tecnócratas se equivocan radicalmente. Lo que actualmente mata, aparte de las guerras y la lucha por el control de recursos, tanto en África, como en los otros continentes, no es, ni la escasez de alimentos, ni el aumento de la población, sino la distribución injusta de los bienes disponibles.

El papa Francisco indica la raíz de este escándalo:

“El hecho es que el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder y el capital con acierto, porque el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores y conciencia. Le falta una ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente le sirvan de referencia y lo guíen en una lúcida solidaridad.” Nº. 105 de “Laudato Si”.
La falta de análisis profundo y de interés por tomar los medios necesarios para sanar la raíz del mal, por parte de políticos, economistas, y líderes sociales, hace prever que solo la sociedad joven, en la medida que esté mejor educada y motivada, será capaz de transformar la situación.

Muchos nos quieren hacer creer que no existe alternativa al sistema político-económico neoliberal actual, pero la historia, la educación y las interesantes iniciativas en muchos países nórdicos, como: “La economía del bien común”, “El comercio justo”, “Bancos éticos”, etc. que siguen tomando fuerza en muchos países, presentan alternativas muy relevantes y más justas y humanas que las del sistema capitalista actual.

La esperanza, el poder y el futuro radican, como siempre, en el pueblo, en toda la sociedad. Y es hora de que la sociedad, aquí y en África, retome el poder que le pertenece, y elija a líderes sociales que estén libres de toda ideología político-económica, y que sean íntegros, profesionales y preocupados por el bien común.

NOTA: Como cada verano, África Fundación Sur cerrará sus puertas durante el mes de Agosto. Os damos las gracias por vuestra colaboración e interés en conocer mejor los pueblos de África. Continuaremos las actividades el martes 1 de septiembre 2015.
Os deseamos un buen mes de agosto.

La Dirección de África Fundación Sur.

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