La descolonización de la mente : A pesar de su desarrollo, los sistemas espirituales tradicionales de África siguen siendo malinterpretados

28/10/2013 | Opinión

«Lo más cruel que el colonialismo hizo a los africanos fue destruir la memoria de lo que eran antes del contacto con extranjeros»

Dr. John Henrik Clarke

(Escritor americano sobre el panafricanismo, historiador, profesor y pionero en la creación de estudios africanos y de instituciones profesionales académicas)

Existen pocas religiones tan malinterpretadas internacionalmente como las religiones tradicionales africanas. Ya sea con el término equivocado vudu (en vez de vudú), yuyu o brujería, las creencias indígenas africanas suelen asociarse con oscuridad, sacrificios humanos y de animales, violencia y un atraso generalizado. Muy pocas personas conocen que el vudú es una creencia basada en la harmonía con la naturaleza; una creencia que prohíbe expresamente matar a otro ser vivo. Se desconoce también, que la mayoría de las religiones africanas creen en un solo Dios que está por encima de todas las demás divinidades o dioses.

Desde la época colonial hasta hoy, se ha extendido y creído información errónea sobre las espiritualidades indígenas africanas. Desde Nigeria hasta Kenia, es alarmante hasta qué punto hemos llegado a aceptar las ideas intolerantes de Occidente sobre la espiritualidad indígena africana, creyendo que estamos salvados al no practicar la idolatría. Ignoramos la influencia que este sistema ha tenido y, sigue teniendo, en la manera en la que los africanos adoran y llevan su día a día. En vez de intentar comprender la complejidad de este sistema, lo hemos devaluado a un simple conjunto de sacrificios.

La historia y la conexión con Europa

El colonialismo religioso es la rama menos discutida del propio colonialismo, a pesar de sus duraderos efectos psicológicos. Como la religión es un tema muy delicado y muy cercano a los corazones de muchos africanos, no siempre es fácil entablar una discusión abierta sobre la manera controvertida con la que el cristianismo eurocentrista y el islam llegaron al continente africano. Aun así, el colonialismo africano es la principal razón por la cual hemos llegado a creer que nuestras propias creencias indígenas son una personificación del mal. La forma en la que los misioneros cristianos trabajaban en su apuesta por llevar su religión y la civilización occidental al continente oscuro era, entre otras cosas, presentar las creencias locales como meras supersticiones. Muchos misioneros creían firmemente que estaban salvando a los africanos de la opresión satánica y de la ignorancia; una idea que muchos africanos post-coloniales han interiorizado.

Alrededor de 1900, «las religiones tradicionales africanas aún contaban con la lealtad de la mayor parte la de la población de África subsahariana». Las creencias africanas, que eran competencia para aquellos misioneros que querían establecer su religión en el continente, estuvieron afectadas esencialmente por campañas de desprestigio.

Las creencias indígenas africanas pasaron a ser «primitivas», incivilizadas; un mal que tenía que resolverse y un sistema inferior con el que se tenía que acabar. No fue suficiente insistir continuamente en que cualquier forma de adoración en África provenía del demonio, sino que esta idea también se imponía sobre las culturas africanas, como una manera de reforzar la noción de que los africanos y las civilizaciones africanas eran menos, en comparación con la de los europeos.

Todavía llama la atención el límite al que llegaron muchos misioneros en su afán por «civilizar» a las personas que veían como inferiores. Se sabe muy poco sobre las historias de los niños indígenas que fueron secuestrados por todo el mundo, obligados a ir a seminarios y a los que se les enseñó no solo el cristianismo, sino también la superioridad de la cultura y la lengua occidental, con la esperanza de que después, siguieran adelante como representantes de la autoridad europea y «civilizaran» a sus propias gentes. Cuando era un niño pequeño, Malidoma Somé fue secuestrado en el Burkina Faso colonial por misioneros jesuitas que le hicieron someterse al adoctrinamiento de las formas europeas de pensamiento y adoración. Somé, actualmente adivino en su tradición dagara, escribió en su libro Of Water and the Spirit, sobre el lavado de cerebro que recibió en el seminario, así como sobre el difícil camino para volver a encontrarse con las tradiciones de su gente. En su libro, Somé describe que «el colonialismo tortura el alma. Crea una atmósfera de miedo, incertidumbre y una desconfianza generalizada. Lo peor es que utiliza a la gente local para imponerse». Estas palabras siguen teniendo relevancia en la actualidad.

¿Qué son los rituales exactamente?

Actualmente, para los africanos que desconfían de estas antiguas tradiciones, las creencias indígenas son el mal. Encontramos prueba de ello en los crímenes rituales que siguen ocurriendo hoy en día, ya sean 100 tumbas escavadas en la República de Benín o los asesinatos de albinos en Tanzania para hacerse con las partes de su cuerpo. Se dice que estos rituales, también denominados brujería, existen por la naturaleza supersticiosa africana que se deriva de las tradiciones africanas. Se cree que en estos rituales, se secuestra y se mata a las personas para utilizar sus partes y hacer amuletos o talismanes, que supuestamente traen riquezas a aquellos que consigan resistirlos. Los llamados crímenes rituales han pasado a ser leyendas urbanas en países como Nigeria, donde el 10% de los nigerianos que siguen las creencias tradicionales tienen que esconder su fe o correr el riesgo de ser etiquetados como facilitadores de sacrificios humanos. Es necesario diferenciar entre los sistemas espirituales legítimos y la brujería, a pesar de que está ampliamente aceptado que los sacrificios humanos fueron parte integrante de los sistemas de creencias pre-coloniales.

Que estos rituales se hacen con un afán de ganar dinero, debería insinuar su verdadera naturaleza capitalista. En un mundo en el que todo el mundo quiere hacer fortuna y ser rico, las espiritualidades indígenas africanas no se libran de la corrupción por parte de aquellos que harían lo que fuera por el dinero. Los debates sobre las «innovaciones» actuales en las culturas y religiones africanas son prácticamente inexistentes, por lo que muchos de nosotros nunca consideramos que el crecimiento de las iglesias de pentecostés esté detrás de los miedos relacionados con la brujería, o que las fuerzas de mercado sean las principales responsables de las ideas actuales sobre la brujería. Hace unos meses, en una reunión de trabajo, salió el tema de los crímenes rituales y de la idolatría y una compañera se opuso claramente a la idea de que, tradicionalmente, fueron los nigerianos los que habían llevado a cabo estos sacrificios en la época pre-colonial. Mencionó que se acordaba de cuando los sacrificios humanos empezaron en Nigeria. En aquella época, ella era una niña que crecía en los años 70. Su opinión está respaldada por el jefe Adelekan, un adivino yoruba, que en una ocasión en el Museo de Manchester insistió en que los sacrificios humanos no tenían nada que ver con las creencias indígenas. Sin embargo, en la mente de las personas, esta práctica actual de sacrificios rituales se relaciona con las creencias indígenas.

Las espiritualidades indígenas africanas en el siglo XXI

Debido al menosprecio y al miedo que rodean las creencias indígenas, les cuento a muy pocos nigerianos que le he consultado al babalawo, adivino yoruba del dios Ifá. Tenía curiosidad por que me leyera mi vida y por saber qué orishá «guiaba mi mente», después de que a un amigo mío le hubieran hecho una lectura similar. Esta confesión es suficiente para asustar a muchos nigerianos que creen absurdamente en que el dios Ifá les pediría un sacrificio humano. Lo que no les cuento es que he consultado a este babalawo por internet. Mi amigo me mandó su email para ponerme en contacto con él y, después de pagarle a través de su página web, me mandó la lectura de mi vida en un documento PDF. No pude evitar comparar su servicio profesional y moderno con el estereotipo de los hechiceros que trabajan en habitaciones oscuras, muy populares en Nollywood y que incluso ofrecen representaciones occidentales de un sistema espiritual africano. Para los que están interesados y tienen la mente abierta, hay un número creciente de sacerdotes que se ordenan en sus respectivas espiritualidades y que están cambiando la reputación de las espiritualidades africanas en el continente y en la diáspora.

Pongamos como ejemplo al sacerdote y curandero ghanés Kwaku Bonsam, que es el centro de este artículo del New York Times. Kwaku Bonsam utiliza normalmente los medios sociales en sus adivinaciones y aparece también en programas de debate de televisión. Se llama a sí mismo «Bonsmam» que en twi significa «demonio», para reírse de la continua demonización de las creencias indígenas. A diferencia de los conocidos hechiceros «primitivos», Kwaku Bonsam ha adoptado a niños, ha abierto una escuela primaria gratuita y lleva una granja de ganado. Para seguir el ritmo de la generación de pastores pentecostales en Ghana, que usan los medios para acusar a la religión tradicional ghanesa de adorar al demonio en la continuada tradición colonial, Kwaku Bonsam utiliza unas estrategias similares para contraatacar. En una ocasión fascinante, Kwaku Bonsam entró enfurecido en una iglesia, con un cámara cerca y grabó a un sacerdote pentecostés pidiendo ayuda a sus dioses y escondiendo un ídolo en los alrededores de la iglesia. El video (abajo) se subió a Youtube, para demostrar la influencia de las creencias indígenas en las prácticas de adoración actuales de los africanos.

El pentecostalismo tiene mucho en común con la forma en la que se practican las espiritualidades indígenas, con un gran énfasis en los exorcismos y en el habla de lenguas. En muchas creencias indígenas africanas, la posesión de espíritus y los trances son parte de la adoración. Cerca de la República de Benín, un país donde la mayoría de la población sigue el vudú, su creencia indígena, Aligbonon Akpochihala tiene su propio programa de radio y aparece en televisión para aclarar los malentendidos sobre el vudú. En su afán por modernizar su fe, Akpochihala creó un curso intensivo que permitía a los devotos del vudú convertirse en sacerdotes en cuatro meses, en vez de en el periodo normal de tres años. La mera existencia de personas como Kwaku Bonsam y de páginas web que ofrecen un equivalente africano a los signos del zodiaco de Occidente, resalta la manera en la que los sacerdotes indígenas están adaptando sus tradiciones centenarias al mundo actual y de cómo están resistiendo a los grandes discursos del cristianismo y del islam. Muestra como las culturas y costumbres africanas pertenecen a este mundo. Los guardianes de las antiguas tradiciones apuestan por la defensa de su credibilidad, a pesar de los muchos retos a los que se enfrentan.

Cosmic Yoruba

This is Africa

(Traducido por Mercedes Negueruela Maldonado)

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster