Las congeladas relaciones entre los Estados Unidos y Nigeria, como resultado del interés de China en la industria petrolera de Nigeria podría ser la razón por la que Estados Unidos incluyó a este país en la lista negra del terror, según revela una investigación del periódico Nigerian Tribune.
El interés de China por el petróleo nigeriano se hizo más manifiesto a mediados del año pasado, cuando una de las tres mayores compañías energéticas de China, la estatal National Offshore Oil Corporation, CNOOC, comenzó a negociar con altos cargos nigerianos para comprar grandes participaciones de bloques petroleros en Nigeria.
Esto puede haber sido considerado por EEUU como una amenaza, ya que Nigeria es el su quinto mayor abastecedor de petróleo.
La inclusión de Nigeria en la lista del terror puede ser un esfuerzo por presionar al país africano para renegociar su postura con el socio occidental.
“Durante algún tiempo las relaciones entre el gobierno de Nigeria y las compañías internacionales petroleras han sido difíciles, en primer lugar, por la financiación de empresas conjuntas, por los atrasos, y la revisión de los términos de los contratos de reparto de la producción”, asegura Antony Goldman, experto nigeriano y jefe de la consultora londinense PM Consulting.
Parte del problema de EEUU con el gobierno de Nigeria es que este no estaba preparado para renovar las licencias que habían expirado de algunos agentes occidentales que operaban en Nigeria. “Algunas de estas licencias deben ser renovadas y el gobierno cree que tienen más valor de lo que las petroleras están dispuestas a pagar por ellos”, señala Goldman.
En lugar de cooperar con sus socios de Occidente, Nigeria parece estar empezando a relacionarse con China.
Con esta tendencia, un experto en terrorismo y violencia política estadounidense, J. Peter Pham, ha escrito en su columna “Intereses estratégicos”, en la World Defense Review, que “la vulnerabilidad de la infraestructura petrolera de Nigeria supone una amenaza apara el interés nacional de los Estados Unidos”.
Pham dice que un estudio de una serie de acontecimientos negativos en el Delta del Níger, antes de la intervención del presidente Yar’Adua fueron una gran amenaza para la economía americana. La crisis en el Delta del Níger recortó la producción de petróleo de la región en un tercio, y este fue uno de los factores que hicieron que los precios de la gasolina en Estados Unidos subieran.
El Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger, MEND, uno de los grupos más importantes de rebeldes, se opone a la intervención de China en el Delta, considerando que sería un desastre para las comunidades que viven en la zona petrolera del Delta del Níger.
Los intentos de obtener declaraciones del ministerio de Exteriores de Estados Unidos sobre las acusaciones de una posible relación entre la negativa del gobierno de Nigeria a renovar las licencias de algunas compañías energéticas americanas y la inclusión de Nigeria en la lista negra de naciones terroristas, han sido en vano.
(Nigerian Tribune, 08-01-10)