Cerca de 70.000 somalíes en el campo de refugiados de Dadaab han manifestado su voluntad de volver a casa pronto, según afirmaron funcionarios de las Naciones Unidas el lunes 3 de octubre. Eso equivale a alrededor de una cuarta parte de las 284.000 personas que se encontraban viviendo en los campamentos de Dadaab, durante el transcurso de un «ejercicio de verificación» que la agencia de la ONU llevó a cabo en julio y agosto.
Estos 70.000 somalíes habrían respondido afirmativamente cuando se les preguntó si querían volver a casa pronto, explicó Duke Mwancha, un portavoz de la agencia de refugiados de la ONU. «Esto no significa, de ninguna manera, que el 75% restante no estén interesados en regresar», advirtió el Sr. Mwancha que señaló, además, en un mensaje de correo electrónico que en la respuesta de los restantes 214.000 refugiados «no quedaron probadas sus intenciones de retorno (cuándo y cómo)».
El resultado de la encuesta de población de Dadaab tampoco «significa que el 25% vaya a salir de inmediato», añadió el Sr. Mwancha.
«A pesar de su declaración, en el ejercicio de verificación de la población, tendrán que acercarse a las oficinas de Ayuda en los campos para obtener la información relacionada con los detalles del retorno”.
Dependiendo de cómo y cuándo se calcule la población de Dadaab, el gobierno de Kenia podría estar en camino de lograr su objetivo de reducir el número de refugiados del campo a la mitad antes del final de año.
Antes del comienzo de esta verificación, hace tres meses, la ONU censó la población de Dadaab en 341.574. Pero el recuento mostró que 58,016 personas menos vivían en los campamentos. Aquí no se incluye la cifra de 40,454 personas que no son refugiados genuinos y se cree que son ciudadanos de Kenia.
«No habrá más investigaciones sobre estas personas, y una vez que se confirme su ciudadanía, se eliminarán del registro de refugiados», declaró Mwancha.
La ONU y el gobierno de Kenia están trabajando en conjunto para determinar cómo integrar a estos falsos refugiados en las comunidades fuera de Dadaab.
«Es posible que la diferencia de 58.016 sea el resultado de los retornos espontáneos a Somalia».
Cuando se le preguntó cómo un número tan grande de personas podía dejar Dadaab, sin ser registrados por el personal de seguridad del campo, el Sr. Mwancha aclaró que el gobierno de Kenia es el responsable de las medidas de seguridad en los campamentos.
Los funcionarios keniatas no respondieron a la solicitud de comentarios en relación con el aparente éxodo espontáneo de masas de Dadaab.
La ONU dice que ha ayudado a unos 30.000 somalíes a volver a casa desde el inicio del proceso de repatriación voluntaria, hace casi dos años. Pero el número de retornos asistidos se ha reducido drásticamente en el último mes.
Los retornos facilitados por la ONU por carretera han llegado a su fin ya que los funcionarios de la zona Jubbaland de Somalia, anunciaron, a finales de agosto, que no iban a recibir a más retornados de Dadaab, hasta que se aclaren las cuestiones acerca de la prestación de servicios.
Sólo 12 regiones de Somalia, la mayoría de ellas dentro de Jubbaland, han sido consideradas por la ONU como destinos seguros para los refugiados de Dadaab.
Unos 16.000 repatriados de Dadaab, además de 40.000 desplazados internos en Jubbaland, «no tienen todas las necesidades básicas necesarias que cualquier ser humano podría requerir», dijo la administración de Jubbaland en un comunicado emitido el domingo.
«El cuidado básico de la salud, higiene, vivienda, agua potable adecuada, todos son escasos cuando no directamente inaccesibles».
Con el transporte por carretera bloqueado, la ONU ha transportado por avión a un pequeño número de refugiados de Dadaab a Mogadiscio en el último mes. Pero esos vuelos también se han suspendido debido a lo que el Sr. Mwancha llamó «seguridad de emergencia”. Aunque no especificó la naturaleza de esa emergencia.
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