La crisis podría ser una oportunidad para África, según el ministro de Finanzas de Senegal

10/07/2009 | Crónicas y reportajes

La crisis financiera global que surgió en Estados Unidos, ha obligado a África a darse cuenta de que está integrada en un sistema que no logra dominar, según el ministro de Finanzas de Senegal, Pape Madiaw Ndiaye, director general del Grupo Avanzado de Finanzas e Inversiones, AFIG, con sede en Dakar, capital de Senegal.

Esta crisis ha sido una cadena de cargas explosivas, de las cuales la única consecuencia no ha sido más que las chispas, particularmente en las hipotecas de baja calidad, estos enormes préstamos para comprar inmuebles que se dieron a clientes poco solventes, recuerda Ndiaye, en una entrevista concedida en la sede de la African Press Agency, APA, de Dakar.

Según él, la misma crisis es una oportunidad para África, para que revise la manera en la que se integra en la globalización, sintiendo que puede postular un nuevo impulso y despertar al comienzo de una restructuración adecuada.

Los africanos deben ser estrictos para superar los efectos de la crisis, añade, deplorando que el continente desaprovechó las oportunidades de relativa prosperidad de los años 80, en lugar de adoptar las actitudes dictadas por la situación económica de entonces.

El director del AFIG observa una fuerte concentración de servicio de infraestructuras en las capitales africanas, mientras que el resto de regiones están prácticamente abandonadas, y ha recomendado un cierto equilibrio en esta distribución, para organizar más plataformas concertadas en un intento de ganar posiciones duraderas.

África tiene la capacidad de resolver esto, con su economía naciente abierta a la adaptación, en su opinión, haciendo hincapié en que el continente está acostumbrado a la crisis durante más de 30 años, debido a su carrera política en zigzag.

El caso de Nigeria es un indicativo de la situación que apunta Ndiaye, en un país que en 2001 no tenía teléfonos móviles, y que ahora tiene un total de 60 millones de unidades, por el crecimiento estable del número de consumidores.

Los africanos de la post independencia son representativos de la economía de transición en ciernes, debido a la cualidad y cantidad de los recursos humanos”, afirma.

El continente africano es uno de esos pocos lugares en los que es tangible el retorno a las inversiones, presentando una mutualización de competencias para atraer más inversiones en los sectores clave de crecimiento y desarrollo.

Premiado con la distinción “Young Global Leader” (Líder joven Global) en el Foro Económico de Davos, de 2004, Ndiaye, de 40 años, se graduó en las universidades de Harvard y de Wharton, antes de trabajar en Wall Street, para dos bancos estadounidenses.

En 2005, fue cofundador de AFIG, grupo especializado en inversiones de capital en África con la ambición final de convertirse en un líder reconocido. Esto lo lograría con el lanzamiento de fondos de inversión e inversiones de capital minoritario en las empresas que mostraban “un rendimiento financiero sólido”, según el AFIG.

Además de proporcionar el capital, AFIG apoya a empresas limitando sus inversiones de capital de tal forma que da rienda suelta al potencial de la gestión de personal que ya está sujeto a una gestión trasparente estricta.

Recomendando el progresivo retorno de africanos competentes y con talento al continente, para poner su experiencia al servicio de una visión común, Ndiaye asegura que esto es una señal alentadora para una futura emergencia económica.

(African Press Agency, 10-07-09)

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