La situación en Chad ha alcanzado un punto crítico, con el número de refugiados sudaneses triplicándose en poco más de dos años desde el inicio del conflicto en Sudán. Ya son más de 1,2 millones de personas las que han buscado refugio en Chad, una cifra que supera con creces las llegadas de las últimas dos décadas y está ejerciendo una presión insostenible sobre la capacidad de respuesta del país.
Según informó el portavoz de ACNUR, Dossou Patrice Ahouansou, desde Ginebra, esta es la «crisis de desplazamiento más dañina del mundo«, y temen que si el conflicto en Sudán continúa miles de personas más seguirán huyendo, desestabilizando aún más la región. Desde abril de 2023, más de 844.000 sudaneses han cruzado la frontera y tras los violentos ataques en el norte de Darfur, en abril de 2025, este flujo ha supuesto un promedio diario de 1.400 refugiados.
La realidad en la frontera es desoladora. Alrededor de 239.000 refugiados permanecen atrapados, expuestos a la intemperie, la inseguridad y la violencia. Los equipos de ACNUR han recogido «relatos desgarradores de violencia y pérdida«. El 72 % de los recién llegados reporta haber sufrido graves violaciones de Derechos Humanos, incluyendo violencia física, sexual, detenciones arbitrarias y reclutamiento forzado. Además, el 60 % ha sido separado de su familia.
Esta emergencia supone también una crisis infantil». El 66 % de los niños en edad escolar está fuera del sistema educativo. Historias como la de Hawa, una niña de siete años que perdió a toda su familia en un bombardeo y sufrió la amputación de una pierna, ilustran el devastador impacto físico y psicológico de esta guerra. Ahouansou enfatizó la necesidad urgente de ampliar la atención médica y el apoyo en salud mental.
A pesar de los esfuerzos humanitarios, la respuesta de emergencia sigue sin financiación. «Las vidas y futuros de millones de civiles inocentes, incluidos niños como Hawa, están en juego», advirtió Ahouansou. Hizo un llamado desesperado: «Sin un aumento significativo en la financiación, no se puede proporcionar asistencia vital a la escala y velocidad requeridas«. La comunidad internacional debe actuar para poner fin a las graves violaciones de derechos humanos en Sudán.
Javier Moisés Rentería
[CIDAF-UCM]
