La ONU nos recuerda hoy que la crisis de los refugiados sigue agravándose por todo el mundo, particularmente en los siete campamentos de Boro, Nigeria, y en los grandes campamentos del sur Sudan y del norte de Uganda.
El número de refugiados en el mundo, a finales de 2016, era ya de 65.5 millones de personas. Esto significa un aumento de 300.000 refugiados más que en el año anterior, como resultado de persecución conflictos, violencia y abusos de derechos humanos.
Sudán del Sur permanece como el país donde más ha aumentado la población que ha tenido que salir como refugiados, con un 64% más que el año anterior. De 854.100 pasó a 1.4 millones en un año. La mitad de ellos son niños-as.
Unos 3.3 millones de ciudadanos de Sudán del Sur había abandonado sus casas para finales de 2016, con 1.9 millones de desplazados internos y un 1.4 millones de refugiados en países vecinos. Esto supone el mayor desplazamiento de personas en todo el mundo.
Sudán del Sur, Siria y Afganistán han producido el 55% de todos los refugiados mundiales. Para mediados de 2017, unos 5.5 millones de refugiados de Sudán del Sur experimentarán una severa inseguridad alimenticia.
Los países en vías de desarrollo son los que albergan el 84% de toda la población mundial de refugiados. En África, Uganda es el país que mayor número de refugiados ha recibido, con casi un millón, seguido de Etiopia con 800.000 y de la RDC y Kenia con unos 500.000 refugiados, cada país.
Este drama humanitario, delata la nefasta gestión de recursos por los gobiernos, tanto africanos como mundiales, y la urgencia de un compromiso solidario para alimentar a las personas que sufren de hambre severa.
El drama de los refugiados evidencia la grave falta de compromiso real de los gobiernos y de los que viven en la súper abundancia y el despilfarro, para cuidar a las personas descartadas que solo buscan poder vivir en paz y con dignidad.
Ismail Akwei
Fuente: Africanews.com
[Fundación Sur]
