¿Cuán es la situación de la mujer en el negocio del incienso?
Durante años las mujeres de Somalilandia han sido explotadas en el negocio del incienso, una industria dominada por los hombres. Una empresa supuestamente explotadora llamada Asli Maydi solía emplear a las mujeres. Dicha empresa suministraba incienso a doTERRA, una importante empresa estadounidense de aceites esenciales que genera más de 2.000 millones de dólares en ventas anuales. Antes, las mujeres que clasificadoras (trabajadoras que dividen la resina de incienso por color, grado y calidad) estaban sujetas a los caprichos de líderes como el propietario de Asli Maydi y eran excluidas de la toma de decisiones. Pero una investigación de dos años realizada por el Proyecto Fuller descubrió que las mujeres que trabajaban para Asli Maydi, recibían salarios insuficientes y debían trabajar en condiciones duras. Varias mujeres acusaron al propietario de acoso y agresión sexual. El artículo del Proyecto Fuller llevó a doTERRA, que ha construido su marca sobre la base de una promesa de abastecimiento ético, a suspender las operaciones con Asli Maydi; Varias semanas después las mujeres registraron su propio colectivo.
¿En qué consiste esta empresa de las mujeres?
Es un nuevo colectivo de clasificación de incienso llamado Beeyo Maal, que capacita a unas 280 mujeres para administrar su propio negocio en la industria del incienso dominada por hombres. “Ahora estamos encargadas de nuestra empresa y tenemos la libertad de administrar nuestro negocio”, dice Jaamac, quien es presidenta y uno de los miembros fundadores. Los pisos están cubiertos de polvo de resina de incienso y el techo es de aluminio corrugado, pero, a diferencia de su antiguo almacén, éste tiene agua corriente y un baño.
¿Han recibido ayuda estas mujeres para lanzar su empresa?
La organización benéfica Cuerno de África, con sede en Gran Bretaña, ha estado involucrada desde que comenzó el colectivo y ayudó a las mujeres a adquirir el almacén, obtener su primera resina de incienso y registrarse para obtener una licencia comercial. Los salarios se pagan semanalmente a través de un servicio de dinero móvil. Reciben entre 1 y 1,50 dólares por clasificar alrededor de 2 libras de resina, lo que supone un total de 5 dólares al día. Cuando trabajaban en la empresa Asli Maydi ganaba poco más de 1 dólar al día
¿Cuáles son sus planes de futuro?
Las mujeres no poseen árboles de resina, por un sistema de herencia que les hace casi imposible poseer la tierra. Por eso, ahora compran a los recolectores de Somalilandia y venden incienso seleccionado para quemarlo y masticarlo en los mercados locales. Con el tiempo, esperan vender su producto en un mercado más amplio on-line, e incluso a nivel internacional. Las mujeres también esperan pasar del simple incienso a la comercialización de cremas, lociones y jabones de incienso.
Bartolomé Burgos
CIDAF-UCM