La cooperación entre España y Senegal, por Antonio Molina

26/10/2009 | Bitácora africana

Punto de partida de numerosos cayucos

Hasta hace poco tempo la mayor parte de los cayucos partían de las costas del Senegal, el país más occidental de África. Después de Marruecos y Mauritania, el más cercano de las Islas Canarias. Desde la entrada en vigor de los acuerdos bilaterales entre España y Senegal, para el control de los flujos migratorios, las mafias organizadores de la emigración ilegal subsahariana han descendido hasta Gambia y la Guinea Bissau.

Desarrollar Senegal para ofrecer trabajo a los jóvenes

El Ministro de la Juventud y del Empleo, Mamadu Lamine Keita, se felicitaba en el acto inaugural de las Escuelas-Talleres, del magnífico ejemplo de cooperación de los dos países. Recordando que el objetivo de ese programa es reforzar la lucha contra la pobreza y llegar a alcanzar algunos de los objetivos del Milenio para el desarrollo reductor de la pobreza.

En la región de San Luís muchos jóvenes se dedicaban a la pesca. Numerosos son los que abandonaron las redes para tentar suerte y comenzar el sueño de una aventura migratoria en España. Bastantes han perdido la vida en la travesía y han dejado a sus madres “huérfanas”, desamparadas en situaciones muy difíciles, pues estas madres de los jóvenes pescadores de bajura, recogían la pesca traída por sus hijos en la playa y vendían el pescado capturado y así ganaban lo suficiente para vivir sin agobio.

Por otro lado, el pescado sobrante era secado al sol, asado al fuego o salado en salmuera y los restos venían a mejorar la dieta familiar.

Al estar los hijos ausentes, contaban con los giros, que una vez llegados y encontrado trabajo, iban a recibir regularmente desde España, como hacían otros muchachos ya emigrados. Pero aquellas que perdieron a sus hijos en el mar, se han quedado en la miseria. Ni tienen pescado para vender, ni reciben giros del hijo ahogado en el océano.

En estos casos, encuentran en las huertas familiares, un sustituto del pescado de que carecen y pueden ganarse la vida vendiendo las hortalizas.

El programa de las Escuelas-Talleres en San Luís de Senegal (EASS) está todo orientado para proporcionar trabajo a los jóvenes y es financiado por la cooperación española por un monto de 2.000 millones de Frs. Cfa.( alrededor de 3.050.000 euros), que comprenden el financiamiento de proyectos agrícolas (las huertas familiares), la rehabilitación de los cascos urbanos, turismo (infraestructuras de acogida, circuitos, etc…), desarrollo duradero del territorio como son las carreteras, los puentes, escuelas y dispensarios, realizaciones necesarias para sacar a estos pueblos de la pobreza y fijar en el país, mediante la creación de puestos de trabajo, a la juventud emergente, con ganas de trabajar.

El ministro de la Juventud y del Empleo, acompañado por el embajador de España en Senegal y el representante de la Fundación ‘Santa María la Real’ y de las autoridades locales, ha elogiado esta cooperación bilateral “dinámica y multiforme” entre ambos países.

El programa de empleo juvenil va a procurar trabajo a más de 300 jóvenes, constituyendo una de las prioridades de su ministerio.

Se ha escogido la ciudad de San Luís, antigua capital del país y ciudad clasificada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, por causa del alto porcentaje de pescadores existente entre los jóvenes y su posición privilegiada como destino turístico, que puede crear puestos de trabajo.

El ministro Feita ha recordado que el programa que levan adelante ambos gobiernos ha permitido reorientar la emigración legal con contrato de trabajo desde 2007 de más de un millar de jóvenes trabajadores especialistas de diversos sectores, sin contar los que reencuentran trabajando en las granjas agrícolas en el cuadro del plan REVA, financiado por España.

Este programa permitirá igualmente promover la defensa de los Derechos Humanos y de la democracia, igualdad entre hombres y mujeres para alcanzar las metas del Milenio, marcadas por la ONU para 2015.

Senegal, país prioritario de la ayuda

El embajador de España, D. Jorge Toledo, ha mostrado su satisfacción por la forma en que se esta realizando esta experiencia de codesarrollo entre los dos gobiernos y también sobre las transferencia de los emigrantes senegaleses, que son numerosos en España y que aportan unas divisas muy útiles a Senegal para equilibrar su balanza exterior.

El embajador ha declarado solemnemente que “Senegal es el país prioritario de la cooperación española en África.” A pesar de la crisis mundial, el gobierno español pretende llegar para 2012 al famoso 0,7% del PIB destinado a la ayuda oficial al desarrollo.

No es oro todo lo que reluce

Es de todos conocido como tanto en las ceremonias de inauguración, como en las primeras piedras, todo son alabanzas y golpes de incensario recíprocos. Pero hay otras voces, que analizan la situación desde la base. Por un lado han surgido asociaciones de madres, que han perdido a sus hijos en el mar y que para sobrevivir organizan las huertas familiares o talleres de corte y confección y otras artesanías. Varias ONG’s cristianas están comprometidas en apoyo de estas iniciativas femeninas.

Por otro lado nos informan, que una firma francesa, que tiene astilleros en San Luís es la constructora de los cayucos con madera traída del Gabón. Si se quiere de verdad acabar con la emigración ilegal ¿porqué no se prohibe la fabricación de cayucos? Cabe preguntarse hasta donde llega el poder corruptor de las mafias de la emigración ilegal, para que todo este “tinglao” siga funcionando oficialmente.

No señalamos a nadie, pero hay personas residentes en Dakar, que indican altos cargos de la Administración del Estado y de la Policía, que hacen la vista gorda o miran para otro lado, cuando parten los cayucos para sus aventuras marítimas tan aleatorias. Los subsaharianos pagan, pero ¿Quiénes se reparten el botín? Los buitres y otros rapaces abundan en África.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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