El ministro de Finanzas de Níger acaba de modificar el presupuesto nacional, de forma “probablemente ilegal”, según algunos medios y la oposición.
Esta modificación ha consistido en añadir al presupuesto nacional la suma de 17.000 millones de Francos CFA (unos 26 millones de euros “ofrecidos” a Níger por la sociedad nuclear francesa AREVA, una gran parte de los cuales (más de 15 millones de euros) han sido directamente destinados a la adquisición de un avión para el presidente de Níger, Mamadou Issoufou.
Se trata claramente de una maniobra de corrupción, probablemente tanto en el plano legal como el moral, de AREVA que pretende así perpetuar su control sobre las reservas de uranio de Níger, para continuar alimentando las centrales nucleares francesas.
A través de AREVA, (antes llamada Cogéma), Francia saquea el uranio de Níger desde hace décadas, se le concede este mineral a un precio ridículamente bajo, causando graves daños al medioambiente y perjudicando a la población local.
No es raro que Níger reciba dinero de Francia, pero ello no puede sustituir un aumento en el precio del uranio o los legítimos impuestos que Níger aplicaría a AREVA, por ejemplo, para reparar en la medida de lo posible el daño causado por la multinacional.
Pero en ningún caso es aceptable ver que AREVA dona de su propio jefe una suma a Níger, como si se tratase de un “donante generoso” al rescate de un desheredado. Y más cuando la mayor parte de ese dinero ya está asignado para la adquisición de un equipo de lujo y de prestigio para el presidente de Níger. La oposición democrática de Níger, agrupada en la Alianza para la Reconciliación Nacional, ARN, denuncia esta maniobra.
Ocurre que, como una casualidad, el señor Issoufou es un antiguo director de una sociedad de explotación de uranio, la Somaïr, ¡que es una filial de AREVA! Su predecesor, Mamadou Tandja, fue derrocado en 2010. Habiendo modificado la constitución de Níger con el fin de quedarse en el poder, tampoco era un gran demócrata. Pero también había comenzado a resistirse a las órdenes del antiguo colonizador francés, jugando con los intereses de los chinos por el uranio, con el fin de hacer que aumentase el precio pagado por AREVA.
Por ello, no es sorpresa que el señor Tandja fuera derrocado y reemplazado por un empleado de AREVA. Este verdadero golpe de estado de Francia en Níger fue supervisado por el presidente francés, Sarkozy, pero es el de hoy, el señor Hollande y su gobierno quien está en el poder y quien ha dejado que AREVA corrompa al presidente de Níger.
Recordemos además que uno de los primeros actos del presidente Hollande fue recibir al señor Issoufou en el Eliseo, el 11 de junio de este año, para garantizar la explotación de AREVA, que se ha hecho antes de la fecha prevista de 2014, con la mina gigante de uranio de Imouraren.
El Observatorio Nuclear interpeló ese día a Pascal Canfin, ministro “de Desarrollo”, nuevo nombre de la “cooperación” que ha cobijado durante décadas las prácticas de la Françafrique. Esto es la antigua potencia colonial, que quiere perpetuar su control sobre una parte de África, tanto por razones geopolíticas, como para seguir acaparando sus inmensos recursos naturales.
Como sus predecesores, el señor Hollande aseguró que el tiempo de la Françafrique había terminado, pero es evidente que sus promesas tienen el mismo valor –nulo- que las de Sarkozy, las de Chirac y las de Mitterrand.
Recordemos de paso que, exactamente como su predecesor en octubre de 2010, el señor Hollande ha recibido el pasado 21 de noviembre al dictador Kazakh Nazarbaev [presidente de Kazajistán], que dispone, entre otros recursos, de gigantescos depósitos de uranio: el poder político francés quiere diversificar las fuentes de aprovisionamiento y las relaciones con los jefes de estado más agresores de la “democracia”.
(Actu Niger, 12-12-12)
