La Cabilia se niega a suicidarse en el conflicto árabe-islamista : Declaración del Comité Ejecutivo del Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia (MAK)

6/02/2015 | Opinión

A la luz del análisis de la situación política en la Cabilia, el Comité Ejecutivo del MAK tomó varias decisiones, entre ellas la de «pensar en el desarrollo de métodos alternativos capaces de contrarrestar la obra destructiva del Estado argelino en la Cabilia. El sistema educativo nos parece una prioridad absoluta ya que es urgente rescatar a los niños de la Cabilia del «formateo macabro al que son sometidos en las escuelas argelinas”. En este sentido, en los próximos días, se organizará un seminario sobre el futuro sistema educativo de la Cabilia bajo la dirección del Sr. Idir Oulounis (Idir Louani), Secretario Nacional de Educación.

– A continuación la declaración completa del Comité Ejecutivo del Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia.

El Comité Ejecutivo del Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia (MAK) se reunió el 31 de enero de 2015 bajo el liderazgo de su presidente, Mas Bouaziz Ait-Chebib. El Comité Ejecutivo hizo un balance de la situación en la Cabilia en varios puntos.

1- Marchas Yennayer

El Comité Ejecutivo felicita al pueblo cabil por mostrar lo mucho que sigue apegado a su identidad haciendo dos bellas manifestaciones en Tizi Ouzou y Vgayet el 12 de enero. La increíble manifestación de Yennayer es el resultado del trabajo “de hormiga” de nuestros activistas cuya determinación y compromiso ejemplar han incitado al pueblo de la Cabilia a responder positiva y masivamente a la llamada del Movimiento. Nuestros activistas han demostrado una vez más, que la voluntad y la determinación son puntos clave, dando una vez más la razón al refrán popular que dice: «cuando queremos podemos». Hay que felicitar a esta juventud que es el motor de nuestro movimiento y de la Cabilia, impulsada por esta hermosa juventud, puede estar orgullosa de su compromiso, madurez y valentía política.

La gente de la Cabilia ha aprendido las lecciones del pasado. A pesar del boicot mediático generalizado, a pesar de las campañas de desprestigio por parte de los diversos órganos de propaganda del Estado argelino, ya sea a través de su prensa en idioma árabe ya sea a través de los elementos de su policía política que pululan por las redes sociales, a las personas de la Cabilia no se las puede engañar.

La Cabilia, especialmente a través de su juventud respondió: «presente» a la llamada del MAK porque la gente de la Cabilia ya no está dispuesta a «tragarse» el discurso folklórico. Ese tiempo ha terminado, «tikkelt kan i tett3eday ghef uccen», dice el proverbio cabil. Hoy en día, la confianza se ha puesto a prueba y la gente cabil ya cree a los que hablan de la Cabilia en Tizi-Ouzou, Vgayet o Tuvirett. Hoy, el pueblo cabil exige que las medidas que se tomen sean compatibles con el discurso. Sabiendo distinguir perfectamente lo bueno de lo malo, la Cabila vio sobre el terreno que un Estado Cabil, que represente los intereses de la Cabilia, es el único que puede garantizar su seguridad.

2- Situación política

La alarmante amplificación y aceleración de la política de arabización en la Cabilia, preocupa al MAK que percibe la urgencia de encontrar formas de contrarrestar estos hechos diabólicos. En lugar de proyectos de desarrollo, de clínicas, centros culturales, bibliotecas, etc., el Estado argelino invierte en la Cabilia en una multitud de institutos islámicos y grandes mezquitas innecesarias. El objetivo es, obviamente, no sólo controlar las fuentes de conocimiento y la apertura al mundo, sino también sofocar las pequeñas mezquitas cabiles, que solo juegan un papel espiritual. Las mezquitas que el Estado argelino ha construido en cada pueblo tienen la intención de cambiar la espiritualidad por el activismo político-religioso a través de imanes salafistas enviados a las aldeas para despersonalizar al pueblo cabil.

Por otra parte, el Estado argelino ha organizado una «mezcla étnica» en la Cabilia con la reubicación de los terroristas arrepentidos y otros expresos islamistas que instala en la Cabilia para «terminar el trabajo» empezado en las escuelas para la «arabización». Así, paradójicamente, sólo la Cabilia puede organizar un almuerzo público en pleno Ramadán para denunciar la inquisición islamista y al mismo tiempo tener en sus universidades a los islamistas que amenazan a los verdaderos estudiantes cabiles por organizar una conferencia en la Universidad de Tizi-Ouzou sobre la laicidad Esta absurda situación ilustra perfectamente cómo la Cabilia es el punto de mira de una intensa campaña del Estado argelino, que despliega todo su maquiavelismo para hacer pasar a la Cabilia por un territorio islamista.

De hecho, la Cabilia no ofrece la imagen paradójica de un territorio donde están estacionadas excesivas tropas militares, mientras que a nivel de seguridad, se acumulan los secuestros y otras actividades terroristas, incluyendo el secuestro y homicidio de los extranjeros, incluso cuando no es posible caminar 500 metros sin pasar a través de tres puntos de control militares.

La inversión de Argelia en Cabilia se reduce al «desarrollo» del terrorismo, la inseguridad y la propagación del salafismo. Aparte de esto no se registra ningún otro tipo de inversión, las infraestructuras básicas, como el gas, el agua, las carreteras, los hospitales, etc., no forman parte de las prioridades de Argelia en la Cabilia.

La revuelta del pueblo cabil es constante y sigue creciendo. No pasa un día sin que grabemos acciones de protesta en diferentes localidades. La presencia de las autoridades argelinas, que se supone están para proteger al pueblo y garantizar su bienestar, sólo se dejan ver para reprimir a los manifestantes que expresan su descontento por la inseguridad, las provocaciones militares y la miseria social y económica. El terrorismo, la burocracia, las cargas tributarias y el colapso del sistema bancario son los mecanismos implementados por Argelia para destruir la economía en la Cabilia, haciendo morir de hambre a su pueblo y reduciendo a cero su resistencia a las políticas de despersonalización conseguirán que desaparezca definitivamente.

La protesta social no cesa de generalizarse y mostrar cómo el pueblo cabil rechaza la política colonial encabezada por Buteflika, igual que lo fue por sus predecesores. El MAK ofrece todo su apoyo a todos los movimientos de protesta social en la Cabilia, porque sin tomar el control de su destino, el pueblo cabil estará condenado a sufrir la política discriminatoria, racista y criminal, digna del peor colonialismo.

Ante el gran proyecto de implementación de brigadas policiales, las autoridades locales destacaron por un silencio que consideramos culpable porque «el que calla otorga». Partiendo de esta observación, está claro que los que tienen mandatos municipales y departamentales sólo están comprometidos con el Estado argelino. En este sentido, el Comité Ejecutivo del MAK llama a los «elegidos» de la Cabilia a mostrar su buena fe y a retirar su apoyo democrático a un Estado colonialista, racista y segregacionista que ejerce en la Cabilia una política criminal.

El MAK, consciente de que cualquier participación en la política argelina, constituye una sanción gravísima en la programación metódica para la liquidación pura y simple de la Cabilia, no se presenta a ningún mandato electoral. De ahí es de donde obtiene su legitimidad popular y es lo que le permite acompañar sobre el terreno a la movilización del pueblo cabil para exigir la desmilitarización de la Cabilia, sobrecargada innecesariamente de soldados argelinos. La seguridad de la Cabilia y la derrota del terrorismo islamista fueron llevados a cabo, brillantemente, por la propia Cabilia, mientras que el despliegue de miles de militares argelinos sólo ha aumentado el terrorismo islamista y la inseguridad, por tanto las conclusiones hablan por sí mismas.

Volviendo a la cuestión de la «gestión del terrorismo» por el estado de Argelia el 14 de enero, sólo una semana después de los atentados, perpetrados por islamistas, en Francia, el ejército argelino curiosamente encontró el cadaver de Hervé Gourdel después de tres meses de búsqueda sin éxito. Esta extraña «coincidencia» demuestra una vez más la participación de los servicios argelinos en los negocios del terrorismo. Con la exhumación, en ese momento concreto, del cuerpo y el caso Gourdel, el Estado argelino que también glorifica a los terroristas del GIA y del AIS, reciclados en arrepentidos y a los que las más altas autoridades argelinas consultan para construir una nueva constitución, busca engañar a la opinión internacional todavía conmocionada por los ataques de París, mostrándoles que el estado argelino lleva una lucha sin cuartel contra el terrorismo. Al mismo tiempo, se intenta mostrar a la Cabilia como un bastión del terrorismo islamista, con la esperanza de frenar cualquier sentimiento internacional de simpatía hacia la causa cabil y desacreditar su lucha contra el terrorismo islamista. Ahora resulta que es justamente esta ideología la que asegura al estado argelino su mantenimiento en el poder y su gobernabilidad.

Las movilizaciones y las marchas que tuvieron lugar en Argelia después de los ataques contra Charlie Hebdo son muy edificantes en este sentido. Mientras que las manifestaciones públicas están supuestamente prohibidas en Argel, desde la primavera Negra de la Cabilia y la marcha histórica del pueblo Cabil el 14 de junio de 2001, los maestros del terrorismo islámico no han tenido problema en afluir a las calles de Argel y otras ciudades, como Constantine, para apoyar a los terroristas que perpetraron la masacre de Charlie Hebdo, incluso la misma policía participó. Esto indica claramente que el terrorismo islamista es plenamente representativo del estado argelino.

El hecho de que la Cabilia haya estado de nuevo alejada del sentimiento «nacional argelino», nos demuestra, una vez más, la brecha cultural, de identidad y de ideología que separa a la Cabilia del «resto de Argelia», víctima de un lavado de cerebro a través de la escuela árabe-islámica. Cabe señalar que si la Cabilia logró evitar caer en este fanatismo destructivo para las personas que son sus víctimas, es porque la Cabilia ha permanecido profundamente unida a su identidad, su cultura y sus valores ancestrales y se niega obstinadamente al «suicidio árabe-islámico.»

Participando en la marcha republicana en París en nombre del Gobierno Provisional de la Cabilia, rindiendo homenaje a las víctimas y reafirmando el apoyo a la libertad de expresión durante las marchas de Yennayer, la Cabilia no ha hecho más que reafirmar su compromiso con sus propios valores seculares encarnados por el respeto a los demás, el respeto a la libertad de religión y de conciencia, la tolerancia y la solidaridad con todos los oprimidos.

La Cabilia siempre se ha negado a fundirse en el molde árabe-islámico y se niega, a día de hoy, a disolverse en un magma ideológico que encarna la negación de lo que siempre ha sido. La Cabilia designada desde siempre con el nombre de «Tamurt Leqvayel n» es el país cabil, un país por derecho propio y no una región dentro de otro país y mucho menos una provincia dentro de un vasto imperio árabe-islámico.

«Tamurt n Leqvayel» encarna de hecho la existencia de la nación cabil que perdió su soberanía bajo la ocupación francesa después de la derrota de 1857 contra las tropas francesas del general Randon, antes de perder de nuevo en 1963 frente al ejército del «coronel» Boumediene, después de 7 años de guerra contra el colonialismo francés, al que seguiría el colonialismo árabe-islámico. Para cualquier persona de la Cabilia la guerra de 1963, fue una guerra contra el negacionismo árabe-islámico, contra el robo y la confiscación de una independencia arrebatados a costa de grandes sacrificios.

La Cabilia ha sido traicionada en su sangre y continúa siendo objeto de proyectos espeluznantes para su destrucción total.

El país cabil, Tamurt n leqvayel, lo que en la terminología actual corresponde a la nación cabil, siempre ha existido. El MAK no inventó nada, pero sin embargo, tiene el mérito de haber «desempolvado» el concepto, formalizado y conceptualizado el discurso nacional cabil y sobre todo haber roto el enorme tabú del mito de la unidad nacional argelina. El MAK ha reavivado la afirmación pública del pueblo de la Cabilia, de acuerdo con su historia, su lengua, su cultura y su identidad.

La Cabilia libre avanza, lenta pero segura, sean cuales sean los enemigos que tratan de esclavizarla antes de aniquilarla. Los críticos del MAK no tienen ningún argumento serio en su contra ya que el MAK no busca ningún poder. Lidera un combate, ciertamente difícil, pero el creciente número de miembros del pueblo y la confianza en el movimiento cabil es la mejor recompensa. El discurso del MAK es el de la verdad y la claridad. Sólo la pura verdad, tal y como la vive la Cabilia, puede salvarnos de las mentiras suicidas de la falsa nación argelina.

El pueblo cabil está cansado de que le cuenten tonterías sobre una unidad que no se construye más que sobre la negación de la Cabilia: no puede ser árabe y Cabilia al mismo tiempo, no se puede ser africano y al mismo tiempo oriental. Como dijo el presidente del Gobierno Provisional cabil, Ferhat Mehenni: «no se puede salvar a la Cabilia sin matar a Argelia. Y nosotros hemos hecho ya nuestra elección. Está claro nítido y preciso: elegimos la Cabilia”.

En cuanto al Estado de Argelia, ellos también hicieron su elección, mucho tiempo después que la Cabilia que, en su sencillez y sinceridad, creía que podía construir un país plural, abierto y tolerante. El resultado demostró que los árabe-islamistas no son compatibles con la pluralidad ni con la tolerancia ni con la apertura al mundo. Los árabe-islamistas no son compatibles con nadie más que no sean ellos mismos, excluyendo y liquidando, físicamente, cualquier voz discordante. Los ejemplos en este tema son de una actualidad tal que negarlos no revelaría otra cosa que «mala fe» por no decir una «complicidad» evidente.

Y justamente a propósito del segregacionismo árabe-islámico encarnado por el Estado argelino, el MAK desea denunciar el impedimento, por parte de las autoridades argelinas, del desplazamiento de la Redactora Especial de la ONU que debía visitar la Universidad de Vgayet (Bédjaia) y reunirse con los profesores y estudiantes de la lengua amazigh.

3- Resoluciones:

A la luz del análisis de la situación política en la Cabilia, el Comité Ejecutivo del MAK ha decidido:

– 1. Permanecer fiel a las resoluciones del II Congreso del MAK: El Comité ejecutivo llama al pueblo cabil a rechazar masivamente la farsa constitucional que está preparando el régimen racista de Argel. La Cabilia aspira a su propia constitución a través de un estado cabil democrático, laico y social. Que el Estado argelino desarrolle su constitución con el terrorista Madani Mezrag y sus secuaces. Por lo tanto, el MAK llama a las organizaciones políticas de la Cabialia a dejar de tolerar lo intolerable. Ellos tendrán que rendir cuentas ante el pueblo cabil y ante la historia.

– 2. Llamar a la nación cabil a celebrar el 20 de abril en conmemoración de la doble primavera “amazigh” de 1980 y la trágica primavera negra de 2001 a través de marchas populares a Tuvirett, Vgayet y Tizi Wezzu. Este año, la movilización del pueblo Cabil debe ser monumental para iniciar un nuevo giro en su lucha por la liberación y la derrota del macabro proyecto de liquidación de la Cabilia.

– 3. Explorar y desarrollar métodos alternativos capaces de contrarrestar la obra destructiva del estado argelino en la Cabilia. El sistema educativo es una prioridad absoluta, en la medida en que es urgente sacar a los niños Cabiles del » macabro formateo» de la escuela argelina. En este sentido, en los próximos días, se organizará un seminario sobre el futuro sistema educativo de la cabilia bajo la dirección del Sr. Idir Oulounis (Idir Louani), Secretario Nacional de Educación.

Por último, el Comité Ejecutivo del MAK ha dedicado su reunión a la memoria de tres hombres Cabilia: Slimane Azem con motivo de la conmemoración del 32 aniversario de su muerte, Salem Ould Slimane y Bahbouh Lahsen, muertos el pasado mes de enero.

Bouaziz Ait Chebib, Presidente

[Fuente: tamurt.info]

[Traducción: Fundación Sur]

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