“En Francia, donde se coartaron todas las concentraciones organizadas para denunciar esta barbarie, uno se pregunta por la razón de que los cabileños de Toulouse y de París fueran boicoteados de manera cuidadosa. En Argelia, fuera del territorio de la Cabilia tuvieron lugar tres manifestaciones, una de las cuáles fue dispersada violentamente por las autoridades argelinas, sin miramientos de ningún tipo para con las víctimas, ni denuncias, ni condena alguna del crimen”.
Ferhat Mehenn (1) , cantante cabileño y abanderado de las protestas estudiantiles de los años setenta, desde su entrada en la política, puso su talento de artista al servicio de las causas que siempre defendió: la libertad, la democracia y la causa bereber. Tras el asesinato del rehén francés Hervé Gourdel, que va en detrimento, un poco más, de la imagen de la Cabilia, Mehenni considera que esta región es víctima de una campaña de denigración por parte del poder argelino.
Miembro fundador de la Agrupación para la Cultura y la Democracia, uno de los primeros partidos políticos creados tras la apertura política en Argelia, Ferhat Imazighen Imoula, su nombre artístico, no tardó alejarse de esta formación política. Este militante cabileño es el primer cantante argelino en haber puesto la música al servicio del activismo político. Sus canciones desde el primer momento fueron censuradas incluso antes de que le prohibieran la entrada al país y le hicieran soportar represalias espantosas. En concreto, su hijo mayor fue asesinado por desconocidos que nunca fueron detenidos.
Polvorín cabileño.
Forzado al exilio, se lanzó al asalto del tabú de todos los tabúes, esto es, el de la autonomía de las regiones. Creó el Movimiento para la Autonomía de la Cabilia que se ha convertido en el Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia (MAK, en sus siglas en francés) como reacción al silencio despectivo del poder de Argel.
La cuestión es sensible. Tras algún tiempo la Cabilia ha sido sacudida por numerosos acontecimientos que ponen en cuestión la seguridad del país. En primer lugar, hay que señalar el asesinato del futbolista camerunés Albert Ebossé que jugaba en el equipo Juventud Deportiva de Cabilia (JSK, en sus siglas en francés). La versión oficial arrojó como resultado que el hombre fue muerto tras recibir una pedrada en la nuca al final de un partido que les había enfrentado en Tizi-Ouzou, al equipo local, la Unión Deportiva de la Medina de Argel.
Hoy, el rapto y la decapitación del francés Hervé Gourdel por un grupo armado que ha proclamado su alianza con el Estado Islámico vuelve a teñir de sangre esta región. En ambas ocasiones estos asesinados de residentes extranjeros han puesto a la Cabilia en el centro de la crónica internacional.
En una entrevista dada a Mondafrique, Ferhat Mehenni nos confía su lectura de los acontecimientos que han hecho de la Cabilia una región agitada por la violencia y un foco del terrorismo a los ojos de la opinión pública internacional.
Entrevista a Ferhat Mehenni:
Mondafrique: En materia de seguridad la Cabilia conoce una situación más inestable que otras regiones del país. Se cuentan, no menos de 81 raptos, embocadas tendidas a unidades militares, ataques de grupos armados contra las poblaciones y recientemente dos asesinatos de residentes extranjeros. ¿Qué lectura hace usted de esta sucesión de acontecimientos?
Ferhat Mehenni: La Cabilia está estigmatizada sin razón. Es víctima de una conspiración en la que el poder argelino se beneficia de un amparo internacional increíble. La simultaneidad de ambos acontecimientos graves que usted cita lo prueba con facilidad.
Sin haber una relación aparente entre ellos, persigue de hecho un mismo objetivo. Demonizar a la Cabilia a ojos de la opinión pública internacional para privarla de los apoyos que necesita para su independencia. No tiene responsabilidad alguna en los crímenes que los medios de comunicación tratan de hacer pasar como propios de esta región.
En primer lugar, el futbolista Albert Ebossé no fue muerto por el lanzamiento de piedras arrojadas por espectadores como se dijo. Si hubiera sido el caso, él hubiera caído en el terreno de juego. Ahora bien, él ya había ganado el túnel de vestuarios sin que le rozara el más mínimo proyectil. Así las cosas, una vez en los vestuarios, fue asesinado por medio de un cuchillo, el 23 de agosto de 2014.
El Estado argelino ha corrido un tupido velo sobre la investigación al respecto, avanzado elementos falsos e inverosímiles. Para proteger al asesino que vendría a ser un agente al servicio del gobierno, por este motivo se maquilló el crimen haciendo creer que Albert Ebossé fue víctima de una piedra que logró alcanzar su cabeza. ¿Cómo una carótida pudo ser seccionada por el lanzamiento de una piedra? Con esta falsa versión de los hechos, se busca hacer pasar a los cabileños, a través de la hinchada de uno de los mejores equipos de fútbol africano como es la Juventud Deportiva de la Cabilia, por un pueblo de racistas y de salvajes.
Un mes más tarde, día más, día menos, un turista francés fue raptado en la Cabilia, y después fue decapitado. Los presuntos autores de este espantoso crimen lo reivindicaron desde la nebulosa terrorista argelina, compuesta esencialmente por agentes a sueldo del poder. El tratamiento informativo dado por los medios de comunicación internacionales parece centrar el foco una vez más sobre la Cabilia como un territorio islamo-terrorista, más que sobre la víctima.
Ahora bien, la Cabilia es sobre todo conocida por ser una tierra de laicidad y de democracia. Sus hijos prefieren bajar a las calles antes que echarse al monte con la guerrilla. Allí, no hay lugar para el integrismo religioso, y menos para su variante terrorista.
Me sublevo con todas mis fuerzas contras estos atajos mediáticos que ensucian la imagen de la Cabilia. Para lavar estas afrentas, solicito solemnemente a la Confederación Africana de Fútbol que lleve a cabo una investigación internacional sobre la muerte de Albert Ebossé. Del mismo modo que el Consejo de Seguridad de la ONU debe instar a la Corte Penal Internacional (CPI) para instruir la causa de Gourdel.
Sin embargo, en tanto que actor y observador político, tomando un poco de perspectiva, me pregunto ¡cuál será la próxima monstruosidad que va a angustiar a la Cabilia en los meses venideros! Los que piensen que han logrado golpearla, a través de los asuntos Ebossé y Gourdel, no van probablemente por buen camino.
Necesitan a toda costa cortar la hierba bajo los pies del Gobierno provisional de la Cabilia (más conocido como Anavad – gobierno en lengua cabileña-) en el exilio, erigiendo alrededor de la Cabilia muros de calumnias mediáticas que aniquilan toda acción diplomática en favor del derecho del pueblo cabileño a su autodeterminación.
Mondafrique: Salvo un comunicado algo mediatizado, ¿Cuál fue la reacción del MAK tras la decapitación de Hervé Gourdel?
Ferhat Mehenni: En Francia, donde se coartaron todas las concentraciones organizadas para denunciar esta barbarie, uno se pregunta por la razón de que los cabileños de Toulouse y de París fueran boicoteados de manera cuidadosa. En Argelia, fuera del territorio de la Cabilia tuvieron lugar tres manifestaciones, una de las cuáles fue dispersada violentamente por las autoridades argelinas, sin miramientos de ningún tipo para con las víctimas, ni denuncias, ni condena alguna del crimen.
Mondafrique: Como reacción al asesinato del futbolista camerunés Alber Ebossé, el club más emblemático de la Cabilia, la JSK, ha sufrido severas sanciones. ¿Cómo los responsables que acordaron semejante sanción supieron distinguir los hinchas cabileños de los del equipo adversario?
Ferhat Mehenni: Comprendo que la Confederación Africana de Fútbol sancione a un club por la muerte de un jugador. Pero me parece que esta decisión fue tomada sobre la base de un informe elaborado por las autoridades argelinas, sin relación con la realidad de los hechos. Desde mi punto de vista, es Argelia la que debería ser suspendida en el ejercicio de sus actividades y no la JSK.
Por lo que se refiere a la Federación Argelina de Fútbol, carece de autonomía para suspender a la JSK. La decisión fue tomada por el clan Toufik -Bouteflika.(2) Aquélla es una sanción contra el hecho de haber portado tan brillantemente los colores de la Cabilia desde el fin de los años sesenta. El éxito de la JSK mantuvo la conciencia nacional cabileña.
Bumedian había incluso prohibido el nombre de la Cabilia en su acrónimo. De ahora en adelante, el poder argelino va intentar borrar hasta su nombre de nuestra memoria.
Por algunos años habrá que aprender a pasar sin sus victorias. Los cabileños tendrán siempre el MAK y el Anavad para portar dignamente esta conciencia, ampliarla y acabar por concretar su profunda aspiración a la libertad.
Mondafrique: Louiza Hannoune, la secretaria general y portavoz del partido trostskista argelino, el Partido de los Trabajadores, acusa a vuestro movimiento, el MAK, de ser el instigador del rapto y asesinato del francés Hervé Gourdel. ¿Cómo reacciona usted ante esta acusación?
Ferhat Mehenni: Todo el mundo sabe que esta trotskista es un peón del clan Buteflika, y una amiga de los islamistas cuya causa defendió durante el Acuerdo de San Egidio(3) en 1995. Ella odia todo lo que tiene que ver con la Cabilia. De sus palabras se desprenden numerosos arcaísmos. Sin embargo, nos podemos preguntar si ¡¿Acaso su acusación no es un signo precursor de una represión sangrante contra los responsables del Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia?! El futuro nos lo dirá.
Mondafrique: Bajo esta premisa, ¿tiene previsto presentar una denuncia contra ella?
Ferhat Mehenni: No podemos poner una denuncia contra ella por dos razones muy simples. La primera es que somos un movimiento ilegal. Carecemos de existencia jurídica oficial. La secunda deriva del amparo político con el que cuenta en Argelia, un país en el que la justicia está en manos del poder y cuyos pronunciamientos no reconocemos en absoluto. Pero los ciudadanos cabileños indignados por sus palabras, le respondieron mediante una declaración publicada por los diarios francófonos argelinos.
1 – Desde junio de 2010 es el Presidente del Gobierno Provisional de La Cabilia, una organización exiliada en Francia.
2 – General Toufik, es como se conoce al General Mohamed Mediene, director de los servicios de inteligencia argelinos.
3 – La denominada Comunidad de San Egidio es una suerte de estructura paralela al Vaticano en el desarrollo de procesos de resolución de conflictos. Se fundó en Italia en 1968. Destaca por su papel mediador entre gobiernos y grupos armados, en distintos territorios, como Guatemala, Líbano, Argelia, región del Cuerno de Äfrica, etc.
Fuente Mondafrique.com Fundación Sur
Traducción y Notas Antonio Vázquez
