La batalla de la laicidad: a propósito de la película «Laicidad Inch’Allah»

1/10/2011 | AfroIslam

Nadia el Fani: “La batalla de la laicidad merece que la llevemos adelante”

Par Renaud de Rochebrune

Jeune Afrique 27-09-2011

Con su documental « Laicidad, Inch’Allah!, la directora abre un dificil debate de sociedad y suscita reacciones controvertidas en el Túnez de después de Ben Ali.

No es una nimiedad que un film haga hablar tanto sin que nadie, o casi, no lo haya visto. Laicidad, Inch’Allah, el documental de Nadia el Fani que sale esta semana en Francia, en realidad ha sido proyectado alguna vez en sesiones especiales, en Túnez y en el último festival de Cannes. Pero esto ya ha bastado para provocar polémicas y desencadenar violentas reacciones. Convertida en blanco de los islamistas radicales, la cineasta ha recibido incluso amenazas de muerte. Algunos no pueden soportar que se declare atea y que toque el tema de la laicidad en tierra de islam.

Nadia el Fani, nacida en 1960, vive desde hace unos diez años más a menudo en París que en Túnez., donde la atmósfera se le hizo irrespirable bajo Ben Ali. Es la autora de varios films sobre la evolución de la sociedad maghrebí. Hay que destacar “Ouled Lenine”(2008), un documental sobre la historia del Partido comunista tunecino, y donde su padre fue uno de los dirigentes. También realizó «Bedwin Hacker» (2002), una ficción visionaria que suponía que la revolución podría esparcirse en los países árabes por medio de Internet. Acostumbrada a temas sulfurosos, nunca huye el debate.

J.A.: Su película se llamaba “Ni Allah, ni señor”, y ahora se llama “Laicidad, Inch’Allah!” ¿Ha tenido Ud miedo de ser tratada de provocadora?

NeF : Cuando se conoce mi recorrido, no creo que se pueda afirmar que tenga miedo de ser tratada de provocadora. Un creador debe poder ser provocador. Yo he defendido este derecho atreviéndome a decir en tierra de islam que soy atea. Por el contrario, no quería que un quiproquo existiera a causa del título; que una parte del público no fuera a ver la película porque se sentirían ofendidos. No quiro que la gente se imagine que me burlo de los creyentes o que les desprecio. No es el caso, y ni siquiera es el tema del film.

J.A. : Pero, la palabra « Allah » está ahí…

NeF : Es verdad que he hecho una pequeña pirueta. El nuevo título tiene algo de burlesco que debería pasar más desapercibido, a pesar que los islamistas se pondrán nerviosos con la película. Además, no se atreverán a cantar victoria por el cambio del título, porque el problema de ellos, es el film mismo, y se ha quedado idéntico. Continuarán a decir que insulto el islam, cuando no hay nada en la película que dé pié a ello.
No quiero que se imaginen que me estoy burlando de los creyentes o que les desprecio.

J.A.: El primer título estaba inspirado en una célebre fórmula anarquista. ¿Por qué, tratándose de un film sobre el ateísmo y la laicidad rodado por una realizadora próxima a los comunistas?

NeF : ¡Yo soy anarco-comunista ! Nunca he militado abiertamente en un partido. La herencia comunista está ahí presente, claro; que sea izquierdosa es evidente, pero yo soy sobre todo libertaria. No tenía nada que echara un guiño a los anarcos.. Dicho esto, la fórmula original es del socialista Blanqui, me parece. No hay que sacar conclusiones demasiado rápidas de la opción inicial de este título! Se trataba de significar que, hoy, se puede entrar con pleno derecho en la modernidad por la laicidad.

En Túnez, el problema esencial, sería primero que el film saliera a las pantallas. Lo he propuesto gratuitamente a la televisión nacional. Si la gente la viera ampliamente, el público podría hacerse una opinión y se darían cuenta que lo que dicen los islamistas, y que han depuesto una denuncia contra mí, no es verdad. Además, las dos únicas veces que el film ha sido proyectado, solo ha provocado debates. Si no hay manera de hacerlo de otra manera, será distribuido en DVD. Lo estoy preparando.

J.A.: ¿Por qué razón se ha puesto una denuncia?

NeF : No tiene ninguna relación con la película, porque ni siquiera la han visto. Los abogados islamistas han depuesto la denuncia por ofensa a lo sagrado, a los preceptos religiosos y a las buenas costumbres.

Estábamos convencidos que la denuncia sería clasificada sin dar seguida, pero un procurador ha tomado en cuenta las quejas. Como si la justicia, después de haber estado a las órdenes de Ben Ali, estuviera hoy a las órdenes de los islamistas. Se ha organizado un comité de abogados para defenderme y perseguir en difamación a estos que me atacan.

J.A.: ¿Y las amenazas de muerte proferidas contra vd.?

NeF : Todavía continúan. Me han amenazado por teléfono, en París. No logro cerrar la página de Facebook, realizada en Túnez, en la que me insultan y me amenazan de muerte. Me escupe, me queman, me muestran en posiciones degradantes sobre montajes de fotos… Cosas abominables.

J.A.: La primera versión de la película estaba en montaje en el momento de la revolución. ¿Por qué ha añadido nuevas imágenes tomadas en vivo?

NeF : Ni siquiera me he lo he preguntado. El tema de mi film era inicialmente: para obtener la democracia en Túnez, hay que reclamar la laicidad. Mostrando, a través de este documental rodado durante el Ramadán, cómo Ben Ali utilizaba la religión para controlar mejor al pueblo. Se trataba, por la asociación de imágenes y por el tono irónico, de denunciar el poder y la hipocresía de una sociedad cada vez más conformista, manipulada por este poder. Mi intención por lo tanto era ya caduca y mi película obsoleta y ya no tenía razón de ser tal como estaba después de la caída de la dictadura. Entonces me dije: voy a incorporar la actualidad en la película y añadir un recuerdo de lo que pasó bajo Burguiba, para que apareciera la amplitud de la involución.

J.A.: Filmar con la urgencia, ¿es un triunfo o una coacción ?

NeF : Cuando desembarqué en Túnez después de la caída de Ben Ali hice tomas de lo que veía, sin saber lo que haría con las tomas. Estaba con el pueblo, que no quería de ningún modo que eso se acabara, cuando los burgueses de La Marsa o de otras partes querían que nos pusiéramos ya al tajo. Yo estaba de acuerdo con todos aquellos que pensaban que hacía falta continuar para echar abajo la dictadura. De golpe, mis amigos, que pensaban que yo hablaba demasiado de política, ellos mismos ya no hablaban más que de política. Todo el mundo se había vuelto revolucionario, y esto no podía menos que afirmarme en la perseverancia. No es un artificio, es la consecuencia de mi posición en el seno del movimiento.

J.A. : Esto me hace pensar a la manera que utiliza Michael Moore para sus puestas en escena…

NeF : Evidente, y con mi técnico de montaje, hemos pensado a menudo en Michael Moore. Con semejante tema, me parecía algo coherente. No hubiera sido justo que me escondiera detrás de mi cámara cuando pedía a los demás que tuvieran el coraje de tomar posición. De todas maneras, esta película, como todas las que he rodado, es un acto de militancia, incluso si es individual e independiente.

J.A.: La opción del sujeto, cuando todavía Ben Ali estaba aún en el poder, ¿Suponía una cierta pre-ciencia de lo que iba a pasar?

NeF : Digamos simplemente que estaba un poco por delante queriendo rodar películas políticas en Túnez, lo que no hacía nadie.

J.A. : Si el film se rodara hoy, ¿la película hubiera sido igual?

NeF : Incluso iría más lejos. Lo que está pasando en Túnez es grave. Ningún partido político, incluso estando segura que toda la izquierda es pro-laica, no llegan a posicionarse. Hace falta que un debate tenga lugar. Incluso si la situación actual, con este gobierno de transición y los mismos industriales que antes, no me devuelven el optimismo.

En el fondo, pienso que la clase media tunecina reconoce que la apuesta de la modernidad – y por lo tanto laica – es una cuestión esencial para la sobrevivencia económica del país. Una destinación turística que vota por los islamistas vota su propia muerte. Se intenta hacer creer a los tunecinos que la modernidad podría privarles de su identidad. De hecho, cual sea el régimen político elegido, la identidad, y particularmente la identidad musulmana, no está en peligro.

J.A.: ¿Un simple film, puede cambiar las mentalidades?

NeF : Ciertamente no una película en sí misma, pero el debate que puede suscitar, sí. Mi film ha contribuido a que la cuestión de la laicidad se cristalice en un debate de sociedad. Además, si están queriendo parar la película, es precisamente porque ha tenido impacto. Y la batalla a propósito de la laicidad, cuales fueren nuestras chances de ganarla, merece la pena que la llevemos adelante.

J.A.: El próximo film, ¿una vuelta a la ficción ?

NeF : Personalmente prefiero filmar ficciones. Se meten más cosas cuando se requiere la imaginación.: Una se siente mucho más libre, se experimenta mayor placer rodando documentales. Es menos pesado, se puede volver a escribir el film durante el montaje, trabajar la puesta en escena hasta el último momento.

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