El activista de derechos humanos, Floribert Chebeya, murió de un ataque al corazón sufrido tras haber sido sometido a abusos físicos, según una autopsia hecha pública en día 8 de julio, para su familia.
Chebeya, de 41 años, fue encontrado muerto con las manos atadas a la espalda, el pasado 2 de junio.
La autopsia, llevada a cabo por médicos holandeses el 11 de junio, recoge cortes superficiales y heridas sangrantes en sus muñecas, piernas y brazos causadas externamente, según la desvelado la familia.
Estas lesiones fueron “la consecuencia de una aplicación de fuerza externa por cepos, o compresión o descarga”, como un nudo apretado, y golpes, colisiones y otras formas de tensión mecánica”, añade.
Pero la autopsia afirma que todas estas heridas no han sido determinantes para la muerte de Chebeya.
El informe post mortem no da pruebas, dando una clara explicación anatómica para su muerte, pero dice: “las observaciones sin embargo apuntan firmemente a una primera causa de la muerte relacionada con el corazón”.
“La autopsia prueba que la muerte de Floribert fue causada por acciones externas”, explica su hermano fidele Chebeya. “Esto refuerza lo que nosotros ya pensábamos, Fue asesinado, estamos hablando de un asesinato mediante la tortura llevado a cabo por profesionales”, añade.
La embajada holandesa en Kinshasa ha presentado los resultados de su autopsia a la familia de Chebeya el día 8 de julio.
El cuerpo de Chebeya fue encontrado un día después de que desapareciera, junto con su chófer, cuando se dirigían a la comisaría de policía, donde había sido citado para una reunión con el jefe de policía, John Numbi.
El conductor, Fidele Bazana, no ha sido encontrado.
(News 24, 09-07-10)