A Salva Kiir le gusta predicar la democracia para confundir a la gente, busca la manera de legitimar su atroz régimen, usa el engaño para promover su despotismo y espera, calculadamente, el momento adecuado para aniquilar a sus rivales políticos. Su supuesta búsqueda reciente de paz mediante la reunificación del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM) se parecería más a una astuta estrategia.
El reciente encuentro de reunificación del SPLM en Juba fue un buen gesto, pero la conferencia no fue pensada para la reunificación de los partidos, como a Kiir le gustaría que la gente creyera. El movimiento fue un elaborado engaño destinado a validar a Kiir como el único líder del SPLM y para legitimar su tiranía. Lo que Kiir está tratando de hacer es generar confianza entre él y sus rivales utilizando una falsa reunificación del partido para luego poder realizar purgas entre ellos de manera permanente.
La cruel actitud de Kiir es una copia del presidente ugandés Yoweri Museveni, quien es conocido por matar a sus adversarios políticos y culpar de sus muertes a pistoleros desconocidos, accidentes automovilísticos, ataques cardíacos o enfermedades extrañas.
La trama de reunificación funcionó a favor de Kiir después de engañar con éxito a su primer vicepresidente, Taban Deng Gai, para que firmara el falso pacto de reunificación. Kiir ganó también cuando Taban ordenó que sus combatientes se integraran en las fuerzas gubernamentales. Si el acuerdo entre Kiir y Taban es un trato genuino, entonces podemos concluir lógicamente que no existe tal cosa como el Gobierno de Transición de Unidad Nacional (TGoNU) entre Taban y Kiir porque los dos hombres representan ahora al infame régimen de Juba.
El pueblo de Sudán del Sur sabe muy bien que el proceso de reunificación conseguido por el presidente ugandés Yoweri Museveni y el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi no es una paz creíble. Museveni y el-Sisi están usando la carta de reunificación para engañar a otros líderes del SPLM y hacerles creer que el partido está unido bajo Kiir y que el conflicto ha terminado. Su estrategia es cuestionable ya que los dos hombres tienen conocidos intereses en Sudán del Sur y en la región de África Oriental. Lo que los líderes egipcio y ugandés están haciendo es mantener a Kiir en el poder para que Kampala pueda seguir beneficiándose de la guerra de Sudán del Sur, mientras que El Cairo maniobra sobre la mejor forma de evitar que la presa del Nilo en Etiopía se complete. La unidad del SPLM no puede ser impuesta a los líderes del partido por conocidos partidarios del régimen de Kiir. Museveni y el-Sisi tienen en sus manos sangre de Sudán del Sur. Cualquier persona que piense racionalmente no aceptaría una estrategia tan egoísta. Museveni y el-Sisi deberían mantener sus inmorales inversiones, solamente en el atroz régimen de Juba. Los sudaneses del sur saben que los dos hombres han estado luchando junto con el régimen de Kiir contra la oposición armada, Movimiento de Liberación del Pueblo del Sudán/Ejército en la Oposición (SPLM / A-IO). El presidente egipcio debe saber que su oposición al proyecto de presa del Nilo en Etiopía no tendrá éxito apoyando un régimen asesino en Juba. Addis Ababa tiene derecho a construir su presa ya que El Cairo no es dueño del Nilo.
El liderazgo de Salva Kiir solo trajo más destrucción a Sudán del Sur. Bajo Kiir, la República de Sudán del Sur se ha convertido en algo parecido a una corporación de la mafia. El liderazgo de Kiir solo tiene que ver con engañar, purgar, saquear, matar, torturar, violar y destruir. Salva Kiir se ajusta a la persona de un tirano cruel. Su negativa a permitir que la paz prevalezca en el país está profundamente arraigada en su mítica creencia de que puede ganar militarmente contra el SPLM / A-IO. El hecho es que la guerra sigue destruyendo y millones de sudaneses del sur siguen viviendo en campamentos administrados por las Naciones Unidas en Sudán del Sur y en países vecinos. No hay justificación para la reunificación del SPLM de Kiir. Sin embargo, está claro que su llamado a la paz a través de la reunión del SPLM no es más que una táctica de pesca para atraer a sus oponentes a Juba, eliminarlos y permanecer sin ser desafiado. La paz bajo Kiir no es factible porque sabe que Uganda, Egipto y Kenia respaldan su régimen. Si la comunidad internacional quiere que la paz prevalezca en Sudán del Sur, entonces debe imponer duras sanciones a Kampala, El Cairo y Nairobi.
Kiir es un líder en el que no se puede confiar cuando se trata de la paz en Sudán del Sur. El hombre tiene la costumbre de reclamar sin pruebas que el líder rebelde Riek Machar y otros líderes políticos de Sudán del Sur que se oponen a su liderazgo no están por la paz y que él es el único que quiere que la paz regrese al país. Es Kiir el que no quiere la paz. Por ejemplo, antes de firmar el acuerdo de paz de 2015 dio a conocer públicamente una lista de «reservas serias» alegando que el acuerdo no era justo para su régimen. Esas reservas formaban parte de su plan para impedir la implementación de la paz. Kiir estaba, también, sentando las bases para su próximo movimiento, que se convirtió en el intento de asesinato de Machar en julio de 2016. Su fracaso para desmilitarizar a Juba según lo estipulado en el acuerdo de 2015 fue, también, parte de su táctica de «serias reservas». Así es exactamente como funciona la mente de Kiir.
Kiir es, sin duda, un líder de sangre fría que cortaría la garganta a alguien y sonreiría como si no hubiera hecho nada. Su reciente anuncio de que ha perdonado a Machar y de que quiere que vaya a Juba sin un solo soldado muestra que la personalidad manipuladora de Kiir está más allá del sentido común. Kiir no es apto para perdonar a la gente. Es el pueblo de Sudán del Sur el que tiene la opción de perdonar a Kiir porque ha cometido masacres por motivos tribales contra los sudaneses del sur. Lo que Salva Kiir está tratando de hacer es atraer a Machar a Juba con pretexto de la paz y luego acabar políticamente con él. Claramente, Kiir no está por la paz. Recientemente instruyó a su equipo de negociación de paz para que trabaje por un acuerdo que, solo admitiera a los rebeldes y otros líderes de la oposición. Kiir está interesado, solamente, en prolongar el conflicto para poder seguir saqueando la riqueza petrolera del país.
Kiir no tiene visión para el país y su régimen está moralmente corrompido hasta el núcleo. Su sentido de la realidad se centra únicamente en verse a sí mismo gobernando la nación mientras viva. La gente de Sudán del Sur está harta de su despectivo ego- su desaparición política sería una bendición para el país. Aquellos que creen que la reunificación del SPLM es la única forma de lograr la paz en el país están equivocados. Reunificar el SPLM implica que Kiir se mantendría como presidente del partido; este proceso solo puede ser aceptado por personas afectadas en su conciencia. Permitir que un tirano asesino lidere el mismo partido que una vez utilizó para asesinar a personas inocentes no es aceptable. Aquellos que quieren que SPLM se reunifique bajo Kiir deberían primero explicar a la gente de Sudán del Sur por qué quieren que un asesino lidere nuevamente el país. La astuta mentalidad de Kiir es un hecho conocido en todo Sudán del Sur. El hombre es demasiado despiadado para ganar los corazones y las mentes de los sudaneses del sur. No se le debe permitir engañar de nuevo a la gente. Su estilo destructivo de presidencia no admite espacio para puntos de vista opuestos. La mente de Kiir parece estar capacitada, únicamente, para consumir el elogio y la glorificación de su brutalidad. Los rebeldes de Sudán del Sur y otros líderes de la oposición no deben permitir que Kiir use una falsa reunificación del SPLM para extender su cruel liderazgo. El SPLM no pertenece a Kiir, por lo que aquellos que quieren la reunificación del partido mientras Kiir permanece como su líder son las mismas personas que conspiraron durante la masacre de Juba en diciembre de 2013. Este absurdo de la reunificación debe ser rechazado hasta que el tirano salga de la presidencia o abandone todos sus equivocados planes contra el proceso de paz. Salva Kiir no está interesado en una paz real. Sus principales objetivos son eliminar a los posibles líderes de Sudán del Sur y rodearse de políticos aduladores y seguidores moviendo la cola como perritos, convirtiéndolo en una vergüenza para el pueblo de Sudán del Sur.
Duop Chak Wuol
* Duop Chak Wuol es cofundador y editor jefe de la Agencia de Noticias de Sudán del Sur, con sede en Colorado. Wuol dejó Sudán como refugiado, a través de Etiopía antes de llegar a los Estados Unidos. Es graduado por la Universidad de Colorado. duop282@gmail.com
Fuente: Sudan Tribune
[Traducción, Jesús Esteibarlanda]
[Fundación Sur]
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