La añoranza de Cudjoe Lewis

13/10/2014 | Crónicas y reportajes

Su historia es conocida. Su nombre es Cudjoe Lewis. Hasta donde se sabe, fue el último superviviente del Clotilde, el barco de esclavos que lo trasladara desde el África Occidental hasta la bahía de Mobile, Alabama, en los Estados unidos. También se cree que fue uno de los últimos esclavos del país en recibir la libertad.

Su historia es similar a otras, fue secuestrado siendo un muchacho, sobrevivió a la travesía del Atlántico y fue vendido al llegar a los Estados Unidos. Pero vivió hasta encontrarse libre y continuó viviendo hasta bien entrado el siglo XX. Siendo ya anciano, en 1928, fue incluso filmado gracias al arduo trabajo de la prolífica escritora Zora Neale Hurston.

En 1860, el Clotilde lo trasladaba junto a otras personas capturadas en Dahomey (hoy República de Benín) hacia la bahía de Mobile. Se ha escrito mucho acerca de él y también existen algunas imágenes del Sr. Lewis guardadas hasta nuestros días. Cudjoe vivió hasta 1935 y en numerosas ocasiones expresó sus añoranzas y su intenso deseo de regresar a su amada tierra natal. Sin embargo, dicho deseo nunca fue cumplido y jamás volvió a ver aquellas tierras africanas

A medida que yo leía acerca de su vida, aumentaban mis deseos de saber más acerca de Cudjoe Lewis como persona. Tal vez, el hecho de que este hombre evocara su África natal pero nunca lograra volver a verla tuvo un impacto en mi alma. Dicho en términos simples, después de la guerra civil, nadie, ni del norte ni del sur, fue lo suficientemente sensible ni amable como para regresar a los cautivos del Clotilde a las tierras a las que pertenecían. Con el correr de los años, él llegó a admitir que muy probablemente ya no reconocería a su hogar y, más aún, que ya no encontraría a nadie que lo recordara.

Mientras leía la historia de su vida, noté que los nombres de sus hijos me resultaban familiares y que él había logrado transmitirles a ellos algo de África. Eran combinaciones entre nombres occidentales y africanos. Algunos de éstos últimos pertenecían al idioma yoruba, del África Occidental.

Entonces, compartí con mi esposo mis inquietudes y aprendí aún más. Mi esposo es yoruba y habla 4 idiomas, tres de los cuales pertenecen al África Occidental. Habla con fluidez en twi, hausa y yoruba. De modo que al leerle los nombres de los hijos de Cudjoe Lewis, él rápidamente me confirmó que algunos de dichos nombres pertenecían al yoruba y que tenían significados.

Y a medida que me explicaba cada uno de los significados en mi idioma, comprendí aún mejor el penar de Cudjoe Lewis y cuánto extrañaba su hogar.

Los nombres de sus hijos eran:

– Aleck Iyadjemi Lewis (Traducción de Iyadjemi: «sufrí»)

– James Ahnonotie Lewis

– David Adeniah Lewis (Traducción de Adeniah, o en realidad Adenirah: «la corona tiene su linaje»)

– Polee Dahoo Lewis

– Cudjoe Kazolla Lewis (Traducción de Kazolla, o en realidad Kajola: “sobrevivamos juntos”)

– Celia Ebeossi Lewis (Traducción de Ebeossi, o en realidad Ebiosi: “no hay comienzo”).

El hecho de que su tristeza continuara aún a pesar de tener su propia familia nacida en los Estados Unidos y que fuera honrada en los nombres de sus propios hijos me resulta conmovedor. Su congoja debe haber sido muy grande.

Según la Enciclopedia de Alabama, Cudjoe perdió a varios de sus hijos y a su esposa, quienes tuvieron muertes tempranas.

Cudjoe_Abache.jpg “Él y su esposa (Abile) tuvieron cinco hijos y una hija. Para indicar el fuerte lazo que mantenían con su cultura, cuatro de sus hijos recibieron nombres norteamericanos y yoruba y dos de ellos, completamente yoruba. Lamentablemente, todos sus hijos murieron a edades tempranas: Celia Ebeossi sufrió una enfermedad mortal a los 15 años, Young Cudjo fue asesinado por un ayudante del sheriff, David/Adeniah fue atropellado por un tren, Pollee Dahoo desapareció y probablemente fue víctima de un crimen, y James/Ahnonotoe y Aleck/Iyadjemi fallecieron luego de enfermedades breves. Abile murió en 1908, exactamente un mes antes que Aleck. Cudjo, una vez más, sufrió la pérdida de su familia”.

Fuente: Enciclopedia de Alabama

Hacia la década de 1920, todos los demás sobrevivientes del Clotilde habían fallecido, dejando a Cudjoe Lewis como el único superviviente de aquel histórico viaje. Pero Cudjoe tenía nietos y biznietos que vivían en la comunidad de Mobile y alrededores. Y se cree que sus descendientes aún habitan el sur de Alabama.

El Sr. Lewis murió en julio de 1935 y es de esperar que los descendientes de este distinguido hombre continúen honrándolo, tanto a él como a su legado. También que su tristeza haya menguado al reencontrarse con sus ancestros.

Angela Y. Walton-Raji

My Ancestor’s Name


El hombre conocido como Cudjo Lewis (1841-1935) fue el último superviviente del Clotilde, el último barco de esclavos ilegal del cual existe registro en los Estados Unidos. El Clotilde arribó a Mobile el domingo 8 de julio de 1860, oculto bajo el manto de la noche, 52 años después de que en el país se aboliera la ley internacional de comercio de esclavos. En Mobile, Cudjo y otros compañeros del Clotilde también víctimas de la esclavitud, cofundaron el asentamiento African Town (hoy, Africatown). Hacia el final de su vida obtuvo algo de fama, ya que su historia fue relatada en varios artículos y recopilada en un libro.
Cudjoe Lewis.

Cudjo Lewis nació en el actual país africano Benín y recibió el nombre de Oluale Kossola por parte de su padre, Oluale, y su segunda esposa, Fondlolu. Fue el segundo de cuatro hijos y tuvo 12 medio hermanos. Era miembro del pueblo yoruba, específicamente del subgrupo Isha, localizado tradicionalmente en la región Banté, al este de Benín. Kossola nació en una familia modesta, pero su abuelo trabajaba directamente para el rey del pueblo. Kossola y sus hermanos tuvieron una infancia feliz y activa. A la edad de 14 años, comenzó su entrenamiento como soldado y aprendió a trabajar los caminos, cazar, acampar, disparar flechas, tirar lanzas y defender a su pueblo, que se encontraba protegido por cuatro altos muros. El adolescente fue también incorporado al grupo oro, una sociedad masculina secreta de los yoruba, cuyo rol era patrullar y mantener a la sociedad bajo control. A los 19 años, Kossola se enamoró de una joven que vio en el mercado y, ante la insistencia de su padre, comenzó el proceso de iniciación que permitía a los jóvenes casarse. En abril de 1860, en medio del entrenamiento de Kossola, Ghezo, el rey de Dahomey y su ejército atacaron el pueblo, asesinaron al rey y a varios habitantes y tomaron al resto como prisioneros.

Kossola y sus compañeros marcharon hacia Abomey, la capital de Dahomey y luego llegaron a Ouidah, en la costa, donde fueron retenidos durante tres semanas en una prisión para esclavos conocida como barracoon (una cárcel donde se los mantenía cautivos antes de ser trasladados a través del Atlántico). Luego, él y otros 109 jóvenes africanos provenientes de varias partes de Benín y Nigeria fueron embarcados en el Clotilde, cuyo capitán era el constructor de navíos de Mobile William Foster, y fueron trasladados a través del océano Atlántico, por la ruta del comercio de esclavos conocida como Pasaje del Medio. Durante los 45 días que debieron permanecer arriba del barco, Kossola sufrió hambre, sed y la humillación de haber sido forzado a embarcar desnudo.

Cudjo Lewis en African Town

En Mobile, fue esclavizado por James Meaher, un capitán de navíos rico y hermano de Timothy Meaher, el hombre que había organizado la expedición. James Meaher no podía pronunciar el nombre Kossola, por lo tanto el joven solicitó a su nuevo propietario que lo llame Cudjo, un nombre que las etnias Fon y Ewe, del África Occidental, otorgan a los niños varones nacidos en días lunes. Durante los cinco años que duró su esclavitud, el joven trabajó en un barco a vapor y vivió junto a sus compañeros en la residencia Meaher, que tenía una construcción bastante elevada sobre el suelo.

En 1865, durante la emancipación general, Cudjo recuperó su libertad y adoptó el apellido Lewis. Contrajo matrimonio con Abile, una joven mujer que también se encontraba en el Clotilde. Al igual que sus compañeros, la pareja tenía como objetivo regresar a su tierra natal, pero como no lograron recaudar la cantidad de dinero necesaria para el viaje, decidieron permanecer en Alabama y fundar un pueblo propio. Dado que Timothy Meaher había sido el responsable de sus padecimientos, decidieron solicitarle como resarcimiento un conjunto de tierras libres. Cudjo fue elegido como vocero. Meaher se negó, por lo tanto debieron adquirir esas tierras y allí, en una colina al norte de Mobile, fundaron African Town. Cudjo trabajó elaborando tejas hasta que en 1902, tras un accidente de tren, por el cual demandó a la compañía de trenes, se convirtió en el sacristán de la parroquia de African Town.

Él y su esposa tuvieron cinco hijos y una hija. Para indicar el fuerte lazo que mantenían con su cultura, cuatro de sus hijos recibieron nombres norteamericanos y yoruba, y dos de ellos, completamente yoruba. Lamentablemente, todos sus hijos murieron en edades tempranas: Celia Ebeossi sufrió una enfermedad mortal a los 15 años, Young Cudjo fue asesinado por un ayudante del sheriff, David/Adeniah fue atropellado por un tren, Pollee Dahoo desapareció y probablemente fue víctima de un crímen, y James/Ahnonotoe y Aleck/Iyadjemi falleció luego de una breve enfermedad. Abile murió en 1908, exactamente un mes antes que Aleck. Cudjo, una vez más, sufrió la pérdida de su familia.

Los avatares financieros de Cudjo Lewis lo obligaron a vender varias parcelas de sus tierras. A principios de la década de 1920, todos sus compañeros del Clotilde habían fallecido, dejando a Cudjo como el único superviviente. Durante el último año de su vida, alcanzó cierta fama cuando algunos escritores y periodistas lo entrevistaron y transmitieron su historia al público. La autora Zora Neale Hurston, nacida en Alabama, logró filmarlo y eso lo convirtió en el único africano deportado por el comercio de esclavos del cual existe una imagen en movimiento. Cudjo Lewis murió debido a una enfermedad propia de la vejez el 26 de julio de 1935, a los 94 años (aproximadamente). A pesar de haber añorado siempre el regreso a su hogar, fue enterrado junto a los miembros de su familia en el cementerio del African Town, inaugurado en 1876. Hoy, un monumento alto y blanco indica la ubicación de su tumba. Algunos de sus descendientes aún viven en Mobile.

Sylviane A. Diouf

Schomburg Center for Research in Black Culture

Otras fuentes:

Diouf, Sylviane Anna. Dreams of Africa in Alabama: The Slave Ship Clotilda and the Story of the Last Africans Brought to America. New York: Oxford University Press, 2007.

Hurston, Zora Neale. Barracoon. Unpublished typescripts and hand-written draft, 1931. Alan Locke Collection, Manuscript Department, Moorland-Spingarn Research Center, Howard University.

Roche, Emma Langdon. Historic Sketches of the South. New York: Knickerbocker Press, 1914.

Enciclopedia de Alabama

[Traducción, Magdalena Saux]

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