Las juntas militares de Burkina Faso, Malí y Níger han prometido colaboraciones políticas y de seguridad con el fin de fortalecer la recién formada Alianza de Estados del Sahel (AES). Estos últimos movimientos han sido descritos por algunos analistas como un intento de legitimar su control del poder.
Durante su primer viaje al extranjero desde el golpe de Estado, el general Abdourahmane Tchiani, líder de la Junta militar de Níger, ha mantenido varias reuniones con sus homólogos militares en Burkina Faso y Malí, durante las cuales han prometido colaboraciones políticas y de seguridad en el marco de la AES. Los comunicados surgidos de estos encuentros han descrito la AES como un “camino de soberanía” para combatir la violencia extremista y hacer frente a la escalada de violencia por parte de potencia extranjeras (Francia y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental). Tchiani declaró que la alianza tiene «el objetivo de hacer de esta zona del Sahel no una zona de inseguridad, sino una zona de prosperidad».
Nate Allen, profesor asociado del Centro Africano de Estudios Estratégicos, se ha señalado que la asociación no tiene la capacidad suficiente para hacer frente al extremismo violento sino que «es, en parte, un esfuerzo por afianzar y legitimar [sus] gobiernos militares».
Fuente: The North Africa Post – Imágenes: Freepik, Lukt64
[Traducción y edición, Pietro Scardovi]
[CIDAF-UCM]
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