En respuesta a la inclusión de Sudán en la lista de países vetados por la administración Trump, publicada el pasado lunes, el gobierno de Sudán ha expresado su «profundo pesar y descontento» con la decisión del presidente Donald Trump de prohibir a los ciudadanos sudaneses la entrada a Estados Unidos.
La decisión paralizará la admisión de refugiados durante 120 días en todo el país. Además, se suspende la emisión de visados para los viajeros procedentes de Siria, Irán, Libia, Somalia, Yemen y Sudán.
En enero de este mismo año, las cortes estadounidenses frenaron una polémica propuesta del gabinete del republicano con la que pretendía prohibir la entrada al país a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. El presidente americano mantiene que con esta medida protegería el país de posibles ataques de terroristas islámicos.
En un comunicado difundido el martes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Internacionales de Sudán, Gharib Allah Khidir, expresó el descontento del gobierno del país por la decisión de Trump. Tampoco perdió la oportunidad de recordar el papel que está teniendo Jartum, la capital sudanesa, en la lucha contra el terrorismo.
«Sudán ha demostrado un alto grado de seriedad y credibilidad durante sus conversaciones con Estados Unidos de estos últimos meses. Estas conversaciones probaron que Sudán desempeña un papel importante y vital en la lucha contra el terrorismo, que pone en peligro a las personas de ambos países y del mundo», rezaba el comunicado.
Khidir también señaló el papel central de Sudán a la hora de «sentar las bases de la paz y la seguridad regional e internacional», subrayando que el terrorismo no se limita a «una religión específica o una raza en particular».
El Ministro de Relaciones Internacionales instó a la administración estadounidense a revisar esta decisión, haciendo hincapié en que ningún ciudadano sudanés ha estado nunca involucrado en ningún ataque terrorista en los Estados Unidos».
Con estas declaraciones, también se renovó el compromiso de Sudán para «continuar con las conversaciones bilaterales para lograr la plena normalización de las relaciones entre ambos países a fin de lograr los intereses superiores de ambos pueblos».
Antes de finalizar su mandato, el expresidente Barack Obama rebajó las sanciones económicas y comerciales que Estados Unidos impone a Sudán desde hace 19 años. La decisión se tomó como una manera de agradecer al país africano su cooperación en la lucha contra el terrorismo.
Sin embargo, Sudán permanece en la «lista del terror» estadounidense desde su inclusión en la misma el 12 de agosto de 1993, cuando Jartum fue acusada de cobijar al líder a Al-Qaeda, Osama Bin Laden.
Fuente: Sudan Tribune
[Traducción y edición, Sarai de la Mata]
[Fundación Sur]
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